EL DUELO
EL
DUELO
El
duelo psicológico (a diferencia del que se refiere a combate) es un proceso que
tiene lugar tras una pérdida irreparable. El duelo es una reacción natural y
necesaria ante la pérdida de un ser amado (muerte de un familiar, un amigo, una
mascota, etc.) o de un evento o condición (un divorcio, un despido laboral). La
pérdida produce desconsuelo a quien la sobrelleva y el duelo aparece como el
proceso mediante el cual la persona comienza a aceptarla y a comprender que
deberá continuar con su vida.
Si
bien es cierto que el duelo es un proceso psicológico, hay que tener en cuenta
que este proceso no se limita a tener componentes emocionales, sino que también
los hay fisiológicos y sociales. La intensidad y la duración serán proporcionales
a la dimensión y al significado de la pérdida. Sigmund Freud definió el duelo
como “la reacción frente a la pérdida de
una persona amada o de una abstracción equivalente”.
En
el duelo, el sujeto ha experimentado una pérdida real del objeto, y en el
proceso, que se prolonga un tiempo necesario para la elaboración de esta
pérdida, éste pierde el interés por el mundo exterior, sustrayendo la libido de
todo objeto que no remita al objeto perdido. Por lo común dura entre 2 y 12
semanas, aunque puede persistir hasta los 6 meses cuando se trata de la pérdida
de un ser querido muy allegado (Madre, hijo, cónyuge...).
En
caso que las sintomatologías no concluyeran después de los espacios de tiempo
anteriormente citados e indujeran problemas al afectado para desenvolverse en
su vida rutinaria, es de vital importancia acudir cuanto antes a buscar la
ayuda de un psiquiatra o psicólogo, ya que la persona afectada puede estar
sufriendo un episodio de depresión crónica.
Manifestaciones externas del duelo
La
manifestación externa del duelo es el luto, que es su expresión más o menos
formalizada y cultural, y se puede exteriorizar con sollozos, ira, ataques
violentos y un buen número de reacciones, todas ellas consideradas "normales" en esos momentos.
Hay que tener en cuenta que los especialistas reconocen que para una buena
elaboración y superación del duelo no es aconsejable querer huir de esas
sensaciones de dolor, pues no se pueden enfrentar si no se sienten. Lo
contrario es la negación de la pérdida, lo que llevaría a comportamientos des
adaptativos.
Etapas del duelo individual
1. Fase
inicial o de evitación: Reacción
normal y terapéutica, surge como defensa y perdura hasta que el Yo consiga
asimilar progresivamente el golpe. Es frecuente el shock e incredulidad, e incluso
la negación del evento, que puede durar horas, semanas o meses.
El duelista tiene un sentimiento arrollador de
tristeza, el cual se expresa con llanto frecuente. Inicia el proceso de duelo
(el poder ver el cuerpo), y lo que oficializa la realidad de la muerte es el
entierro o funeral, que cumple varias funciones, entre ellas la de separar al
muerto de los vivos.
2. Fase
aguda de duelo: El dolor por la
separación se hace evidente, se acompaña de desinterés por el mundo y las cosas
cotidianas, existe preocupación por la imagen del muerto, incluso pseudo alucinaciones,
la rabia no es infrecuente y se vive en constante angustia. Va disminuyendo con
el tiempo, pero pueden repetirse en ocasiones como los aniversarios y puede durar
6 meses o más.
3.
Resolución del duelo: Es la fase
final, el duelista se reincorpora a los quehaceres diarios y poco a poco, se va
estabilizando los altibajos de la etapa anterior. Se recuerda a la persona o
evento que generó el duelo, con sentimientos de cariñoso mezclados con
tristeza, en lugar del dolor agudo y la nostalgia de la etapa anterior.
También
se pueden encontrar otras fases del duelo pues por discrepancia de autores se
tiene entre 3 o 4 fases.
Tipos de duelo
El
duelo no es una enfermedad, aunque puede llegar a serlo si su elaboración no es
correcta. Diferentes autores han dado diferentes tipologías de duelo, si bien
se carece de una tipología comúnmente aceptada por todos. Se ha hablado, por
ejemplo, de duelos complicados, crónicos, congelados, exagerados, reprimidos,
enmascarados, psicóticos... y una larga lista.
1. Duelo bloqueado: Ocurre una negación a la realidad de la pérdida,
donde hay una evitación del trabajo de duelo, y un bloqueo emocional-cognitivo
que se manifiesta a través de conductas, percepciones ilusorias, síntomas
somáticos o mentales o relacionales.
2. Duelo complicado: Síntomas o conductas de riesgo sostenidas en el
tiempo y de intensidad riesgosas para la salud dentro de un contexto de
pérdida.
3. Duelo patológico: La persistencia o intensidad de los síntomas ha
llevado a alguno o varios de los miembros de la familia a detener la vida
laboral, social, académica, orgánica.
Final del duelo
Se
describen 4 tareas para completar el duelo:
·
Aceptar la
realidad de la pérdida.
·
Experimentar la
realidad de la pérdida.
·
Sentir el dolor y
todas sus emociones.
·
Adaptarse a un
ambiente en el cual falta el ser que murió, aprender a vivir en su ausencia,
tomar decisiones en soledad, retirar la energía emocional y reinvertirla en
nuevas situaciones o relaciones.
Referencias
·
Marc Bekoff, “Sobre
la conciencia animal”.
·
Navarro Serer,
Mariano (2006). «La muerte y el duelo como experiencia vital: acompañando el
proceso de morir.». Información psicológica (88). ISSN 0214-347 X - D.L.
V-841-1983. pág. 17
·
Alizade, A. M.
(1996). Clínica con la muerte. Buenos Aires: Amorrortu.
·
Bayés, R. (2001).
Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca.
·
Gómez Sancho, M.
(2004). La pérdida de un ser querido. El duelo y el luto. Madrid: Arán
ediciones.
·
Navarro Serer, M.
(2006). La muerte y el duelo como experiencia vital: acompañando el proceso de
morir. Información Psicológica, (88). ISSN 0214-347 X - D.L. V-841-1983. p. 17.
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