METÁSTASIS
METÁSTASIS
Cuando
se crea un tumor en cualquier parte del organismo (lo que se conoce como tumor
primario o localizado), éste se vasculariza creando sus propios vasos
sanguíneos con el fin de alimentarse y de este modo poder sobrevivir e igualmente
seguir creciendo. Es un proceso que se conoce como “angiogénesis” y que facilita que las células cancerosas más resistentes
pasen a la circulación sanguínea y viajen a través de la sangre y los vasos
linfáticos hacia el resto del cuerpo.
La
angiogénesis del tumor es la proliferación de una red de vasos sanguíneos que
penetra en el tumor, le proporciona nutrientes, oxígeno y le retira los
residuos. La angiogénesis tumoral puede estar favorecida por las propias
células cancerosas, capaces de producir moléculas que envían señales al tejido
normal circundante. Estas señales activan ciertos genes en el tejido huésped
que responde con la síntesis de proteínas que estimulan el crecimiento de
nuevos vasos sanguíneos. Si estas células son capaces de traspasar los
capilares que llevan la sangre a otros órganos, entonces se asientan en ellos
y, si evolucionan y se adaptan a ese nuevo medio, comienzan a reproducirse y a
generar un nuevo tumor (tumor secundario), esto es lo que se conoce como “metástasis”. Por ejemplo, si un cáncer de mama se disemina
(metastatiza) al pulmón, el tumor secundario está formado de células malignas
del cáncer de mama. La enfermedad en el pulmón es cáncer de mama metastásico y
no cáncer de pulmón.
La
existencia o no de metástasis tiene importantes consecuencias clínicas, pues nos
permite definir el pronóstico y las posibilidades de curación. Si no hay
metástasis se tiene la opción de eliminar el tumor mediante cirugía y existen
claras opciones de curación, complementando en muchos casos este tratamiento
con quimioterapia y radioterapia. En caso contrario, la cirugía no será una
opción de tratamiento y éste se centrará en el uso de quimioterapia y
radioterapia y será de carácter paliativo, pues tenderá sólo a aliviar los posibles
síntomas, a mejorar la calidad de vida y aumentar el tiempo de supervivencia.
Las
fases en la producción de una metástasis son las siguientes:
1.
Desprendimiento
(separación celular)
2.
Invasión
3.
Penetración
vascular
4.
Transporte
intravascular
5.
Embolización con
muerte celular
6.
Embolización con
crecimiento (colonización)
Los
tumores se clasifican como benignos o malignos dependiendo de si pueden invadir
localmente o metastatizar a órganos distantes. Los tumores benignos son los
tumores que no pueden diseminarse por invasión o metástasis; por lo tanto
crecen solo localmente. Los tumores malignos son los tumores capaces de
propagarse por invasión y metástasis. Por definición, el término
"cáncer" se aplica solamente a los tumores malignos.
La
causa primordial de muerte de un paciente por cáncer son las metástasis. Debido
a la capacidad de propagarse a otros tejidos y órganos, el cáncer es una
enfermedad potencialmente mortal, por eso es de gran interés comprender cómo se
producen las metástasis en un tumor maligno.
Teoría genética de la metástasis
La
transformación de una célula tumoral en una célula tumoral metastásica implica
cambios genéticos transitorios o permanentes, que determinan la expresión de
moléculas con acciones que favorecen o protegen los mecanismos necesarios para
la metástasis. En el año 2004, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts
(MIT) descubrieron que un gen localizado en el cromosoma 7 cumple un papel
central en la producción y propagación de metástasis a órganos distantes. La
proteína producida por este gen controla la reproducción de tejidos
embrionarios, pero normalmente se desactiva por completo una vez que el feto
está ya formado.
El
responsable de esta conducta es un gen que sintetiza una proteína llamada
"twist", cuya función normal es encender y apagar a otros genes (o
decirles cuándo activarse y cuándo no). Twist está muy activa en el desarrollo
embrionario temprano, cuando dirige a los tejidos en formación, ayuda a
organizarlos y les indica hacia dónde tienen que emigrar. Cumplida su misión,
la proteína twist "se duerme" y queda inactiva por el resto de la
vida del individuo.
Las
investigaciones de 2004 demostraron que la proteína derivada de este gen no
existe en las células normales ni en el cáncer primitivo, pero que está
sumamente activa en los tejidos metastásicos.
Si
se desactiva el gen responsable de sintetizar twist en algunas células
metastásicas y se inoculan luego en animales de experimentación, estos
desarrollan un tumor pero ninguna metástasis. Si el tejido se inyecta sin
desactivar el gen, el animal desarrollará el tumor primitivo y una o varias
metástasis. El Dr. Robert Weinberg, descubridor del Gen Twist, afirma: "Hay muchos otros genes reguladores que
tienen propiedades semejantes a las del Twist. Ellos juegan, sin duda alguna,
roles similares e igualmente importantes en otros tipos de cánceres
metastásicos"
Diagnóstico de tumores primarios y
secundarios
Las
células de un tumor metastásico se parecen a las del tumor primario. Una vez
que el tejido canceroso se examina al microscopio para determinar el tipo celular,
un médico puede decir generalmente si ese tipo de célula ha sido encontrado
normalmente en la parte del cuerpo del cual la muestra de tejido fue tomada.
Por
ejemplo, las células del cáncer de mama se parecen igual si están encontradas
en la mama o se han diseminado a otra parte del cuerpo. Así pues, si una
muestra del tejido tomada de un tumor en el pulmón contiene las células que se
parecen a las células de la mama, se diagnostica que el tumor del pulmón es un
tumor secundario o metastásico.
Los
cánceres metastásicos se pueden diagnosticar al mismo tiempo que el tumor
primario, meses, o años más adelante. Cuando un segundo tumor se encuentra en
un paciente que se ha tratado de cáncer en el pasado, es más posible que sea
una metástasis que otro tumor primario.
En
cerca del 10% de pacientes con cáncer, se diagnostican de un tumor secundario,
pero no se puede hallar ningún tumor primario, a pesar de pruebas diagnósticas
complejas. Los médicos denominan al tumor primario desconocido u oculto, y
dicen que el paciente padece de un cáncer de origen primario desconocido o
metástasis de origen desconocido. En casos raros (por ejemplo melanoma) no se
encuentra ningún tumor primario incluso en la autopsia. Por lo tanto se piensa
que algunos tumores primarios pueden desaparecer totalmente, pero deja sus
metástasis detrás.
Lugar de las metástasis
Las
localizaciones más frecuentes de las metástasis son los órganos más irrigados
por la sangre como son el cerebro, los pulmones, el hígado, los huesos y las
glándulas suprarrenales. La excepción a esta regla son los riñones y el propio
corazón, pese a que por sus cavidades pasan muchos litros de sangre al día.
También
existe la tendencia de ciertos tumores a diseminarse en determinados órganos.
Por ejemplo el cáncer de próstata, aunque puede diseminarse en cualquier
órgano, tiende a propagarse por los huesos. Igualmente el cáncer de colon, lo
hace en el hígado y el cáncer de estómago en los ovarios en el caso de las
mujeres, llamándose en este caso tumor de Krukenberg.
Los
cánceres que más metastatizan son el cáncer de mama, el cáncer de pulmón, el
cáncer colorrectal.
Tratamiento del cáncer metastásico
Cuando
el cáncer ha producido metástasis, se puede tratar con quimioterapia,
radioterapia, terapia biológica, tratamiento hormonal, cirugía, o una
combinación de éstos. La elección del tratamiento depende generalmente del tipo
de cáncer primario, del tamaño, la localización de la metástasis, la edad, la
salud general del paciente y los tipos de tratamientos usados previamente. En
los pacientes diagnosticados de metástasis de origen desconocido, sigue siendo
posible tratar la enfermedad incluso cuando el tumor primario no puede ser
localizado.
Cuando
un cáncer presenta metástasis se encuentra en la fase o estadio más avanzado
(estadio IV). Algunos tumores como el cáncer testicular y algunos linfomas
pueden ser curables cuando se encuentra en enfermedad metastásica en la mayoría
de los casos.
Referencias:
Perry MC. Approach to the
patient with cancer. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders
Elsevier; 2011: chap 182.
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