BRONQUIOLITIS AGUDA
BRONQUIOLITIS AGUDA
Es una inflamación de los bronquiolos (parte final de la vía
respiratoria), de origen infeccioso, que produce dificultad respiratoria con
sibilancias (ruidos respiratorios) en niños menores de dos años de edad.
1. Causas
El virus respiratorio sincitial (VRS) es el agente causal más
frecuente (más de la mitad de los casos) de la bronquiolitis aguda. El resto de
los casos son producidos por otros virus, como Adenovirus o virus
Parainfluenzae. En los adultos, la infección por VRS provoca síntomas leves
pero, en un bebé, puede llegar a ser grave, e incluso requerir su ingreso en un
hospital.
El origen de la infección suele ser un familiar (niño o
adulto) que padece un catarro de vías altas. La transmisión se produce por vía
respiratoria, cuando el niño inhala aire contaminado con las gotitas de saliva
infectadas, o por contacto directo con las secreciones nasales, por lo que es
importantísimo mantener una buena
higiene y lavarse las manos siempre antes de tocar a un bebé.
La incidencia máxima se da durante los meses de invierno y
primavera, y afecta sobre todo a bebés de entre tres y seis meses.
2. Cómo
se produce
Durante una infección por VRS se produce una obstrucción de
los bronquiolos causada por edema (hinchazón), acúmulo de moco y restos
celulares, lo que disminuye el tamaño de la vía aérea y aumenta la resistencia
al paso de aire. Se desarrolla entonces una hipoxemia progresiva (falta de
oxígeno en la sangre).
3. Síntomas
y diagnóstico de la bronquiolitis aguda
Los síntomas de la bronquiolitis aguda los identificamos por
que al principio, el niño con este problema presenta los síntomas típicos de un
catarro, con mocos y tos seca. Más tarde, aparecerá dificultad respiratoria,
irritabilidad y pérdida del apetito.
En la exploración el niño está taquipneico (respira muy
rápido para intentar coger más oxígeno) con signos de aleteo nasal y,
ocasionalmente, cianosis (coloración azulada por la falta de oxígeno). En la
auscultación, se observa espiración alargada, sibilancias espiratorias
(silbidos al expulsar el aire), crepitantes inspiratorios y espiratorios
(ruidos al tomar y expulsar el aire, respectivamente) e hipoventilación
(ventila poco).
Normalmente también presenta fiebre, pero no siempre es así.
4. Diagnóstico
Los síntomas clínicos típicos, como los ruidos en el pecho y
el incremento de la frecuencia respiratoria son muy característicos de la
bronquiolitis, y el diagnóstico se establecerá, especialmente, mediante la exploración
física del paciente.
Aspirado nasofaríngeo para virus. Con esta prueba se determina el
virus responsable de la infección.
La radiografía de tórax se suele emplear para descartar otras patologías,
como neumonía u otras complicaciones.
Diagnóstico
diferencial.
Es importante asegurarse de que la afección que padece el
bebé es bronquiolitis porque se puede confundir con otras patologías como:
Neumonía por Chlamydia: aparece entre el primer y el cuarto mes de edad,
asociado a conjuntivitis y con un cuadro respiratorio subagudo.
Otros: insuficiencia cardíaca congestiva, cuerpo extraño en la tráquea, tos
ferina, intoxicación por fósforo orgánico, fibrosis quística y bronconeumonías
bacterianas.
5. Tratamiento
El tratamiento de la bronquiolitis aguda en niños puede
realizarse de las siguientes maneras:
Oxigenoterapia: Para ayudar a respirar al bebé.
Adrenalina nebulizada (abre las vías aéreas).
En niños mayores de seis meses salbutamol inhalado
(dilata también las vías aéreas).
Eso sí, recuerda que es imprescindible consultar con el
pediatra para la elección del tratamiento, la duración y las pautas.
6. Recomendaciones
Estos son algunos consejos para mejorar el estado de un
paciente con bronquiolitis aguda o ayudar a prevenir esta afección:
Dar de comer al bebé en pequeñas cantidades, varias veces al
día, pero sin forzarle.
Mantenerle hidratado, dándole de beber con frecuencia.
Es necesario despejar su nariz aspirando la mucosidad y
realizándole lavados nasales con suero fisiológico.
Colocar al bebé en una posición de cuarenta y cinco grados
(semi sentado).
Instalar un humidificador en la habitación del niño puede ayudarle
a respirar mejor.
No exponerle nunca al humo del tabaco, ni en casa, ni en
locales como bares, restaurantes, etcétera.
La lactancia materna protege a los bebés de infecciones.
Cuanto más tiempo se amamante a un niño más defensas tendrá frente a los virus.
No llevarle a la guardería ni a lugares donde se concentren
un gran número de personas (centros comerciales, restaurantes, cines), durante
los meses más fríos, para evitar el riesgo de contagio en la medida de lo
posible.
Los bebés prematuros son más susceptibles a este tipo de
infecciones, por lo que hay que extremar las precauciones con ellos.
7. Pronóstico
Normalmente, los síntomas de la bronquiolitis aguda remiten
al cabo de una semana. Sin embargo, un 20% de los lactantes que padecieron
bronquiolitis presentará hiperreactividad de las vías aéreas durante la
infancia.
Fuente: webconsultas
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