DISPLASIA CONGÉNITA DE CADERA O LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA
DISPLASIA
CONGÉNITA DE CADERA O LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA
Displasia
congénita la cadera (DCC) es una dislocación de la articulación de la cadera
que está presente al nacer. Esta anomalía se encuentra en algunos bebés o niños
pequeños.
Causas
La
cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. La bola representa
a la cabeza femoral, el cual forma la parte superior del hueso del muslo
(fémur). El receptáculo (acetábulo) está ubicado a los lados del hueso de la
pelvis.
En
algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola
(fémur) puede salirse ya sea parcial o completamente. Una o ambas caderas
pueden estar comprometidas.
La
causa se desconoce. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante
el embarazo pueden incrementar el riesgo de que el bebé padezca DCC. Otros
factores de riesgo incluyen:
·
Ser primogénito
·
Ser de sexo
femenino
·
Estar en posición
de nalgas durante el embarazo, en la cual los glúteos del bebé están abajo
·
Presencia de antecedentes
familiares de este trastorno
·
Gran peso al
nacer
·
Esta enfermedad
se presenta en aproximadamente 1 a 1.5 de cada 1,000 nacimientos.
Síntomas
Es
posible que no haya síntomas, pero de hacerlos, se pueden presentar en un
recién nacido como:
·
La pierna con
problema de cadera puede parecer que se sale más
·
Disminución del
movimiento en el lado del cuerpo con la dislocación
·
Pierna más corta
en el lado con la dislocación de la cadera
·
Pliegues cutáneos
desiguales de los muslos o las nalgas
·
Después de los 3
meses de edad, la pierna afectada puede voltearse hacia afuera o ser más corta
que la otra.
Una
vez que el niño comienza a caminar, los síntomas pueden incluir:
·
Contoneo o cojera
al caminar
·
Una pierna más
corta, por lo que el niño camina sobre los dedos del pie en un lado y no en el
otro
·
La región lumbar
del niño se curva hacia adentro.
Pruebas y exámenes
El
método más común para identificar la afección es un examen físico de las
caderas, el cual consiste en aplicar presión mientras éstas se mueven. El
médico escucha para ver si hay algún chasquido, sonidos sordos o crujidos.
La
ecografía de la cadera se utiliza en bebés más pequeños para confirmar el
problema. Una radiografía de la articulación coxofemoral puede ayudar a
diagnosticar la afección en bebés grandes y niños.
Una
cadera que está verdaderamente dislocada en un bebé se debe detectar al nacer,
pero algunos casos son leves y los síntomas pueden no desarrollarse hasta
después del nacimiento, razón por la cual se recomienda hacer múltiples
exámenes. Algunos casos leves son silenciosos y no se pueden detectar durante
un examen físico.
Tratamiento
Cuando
el problema se encuentra durante los primeros seis meses de vida, se utiliza un
dispositivo o arnés para mantener las piernas separadas y volteadas hacia
afuera con el Arnés de Pavlik o el Arnés de Tubingen (posición de pata de
rana). Estos dispositivos por lo general sostienen la articulación de la cadera
en su lugar mientras el niño crece.
Estos
arneses funcionan para la mayoría de los niños cuando se coloca antes de los 6
meses de edad, pero es menos probable que funcione para los niños mayores.
Los
niños que no mejoran o que son diagnosticados después de los 6 meses con frecuencia
necesitan cirugía. Después de la intervención quirúrgica, se colocará una
férula en la pierna del niño durante un tiempo.
Pronóstico
Si
la displasia de cadera se detecta en los primeros meses de vida, casi siempre
puede tratarse con éxito por medio de un dispositivo de posicionamiento
(dispositivo ortopédico). En unos pocos casos, es necesaria la cirugía para
reubicar la cadera en la articulación.
La
displasia de la cadera que se detecta después del comienzo de la lactancia
puede llevar a un pronóstico desalentador y puede requerir una cirugía más
compleja para reparar el problema.
Posibles complicaciones
Los
dispositivos ortopédicos pueden ocasionar irritación de la piel. Las
diferencias en las longitudes de las piernas pueden persistir a pesar del
tratamiento apropiado.
Sin
tratamiento, la displasia de la cadera ocasionará artritis y deterioro de la
cadera misma, lo cual puede ser gravemente debilitante.
Fuente: Medlineplus.
Comentarios
Publicar un comentario