PAPERAS. PERCY ZAPATA MENDO.
PAPERAS
La parotiditis (paperas) es una
infección vírica contagiosa que causa un agrandamiento doloroso de las
glándulas salivales. La infección puede también afectar a otros órganos,
especialmente en los adultos.
Es una enfermedad viral producida por
el paramixovirus. Este virus inicialmente penetra y se multiplica en las
células del aparato respiratorio para luego ser transportado por la sangre
hacia todos los tejidos, teniendo predilección por las glándulas salivales,
siendo una de ellas la parótida, por esto se le puede aislar en saliva. También
se le puede aislar en orina o en cualquier otro tejido. El contagio de la
enfermedad puede ser por contacto directo, por objetos contaminados con saliva
u orina. Puede presentarse a cualquier edad siendo más frecuente en adultos
jóvenes.
CAUSAS
La parotiditis es menos contagiosa
que la varicela o el sarampión. En áreas muy pobladas pueden darse casos
durante todo el año, pero es más frecuente hacia el final del invierno y el
comienzo de la primavera. Pueden producirse epidemias cuando varias personas
propensas viven juntas. Aunque la enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, la
mayoría de los casos afecta a niños entre 5 y 15 años de edad. La enfermedad no
es frecuente en menores de 2 años. Una infección por el virus de la parotiditis
habitualmente proporciona inmunidad de por vida.
SÍNTOMAS
DE PAPERAS
Inicialmente aparece dolor y
endurecimiento en la zona correspondiente a la glándula parótida (entre el
lóbulo de la oreja y la mandíbula), generalmente debido a la inflamación de la
zona. Característicamente el lóbulo de la oreja suele elevarse. La zona
afectada tiende a ser dolorosa a la palpación e incluso con la administración
de ácidos (limón, vinagre, etc...).
Tras el contagio, el aumento del
tamaño de la glándula alcanza su máximo volumen a los 2 - 3 días. Generalmente
primero se inflama un lado y en el transcurso de 2 días el otro lado; aunque
puede sólo ser en un solo lado. Suele además asociarse a fiebre generalmente
menor de 40º. El periodo en que suelen aparecer los síntomas es aproximadamente
3-7 días aunque esto es muy variable de una persona a otra.
Las complicaciones aunque muy
infrecuentes se pueden presentar, y estas incluyen:
Ø Meningoencefalitis o
inflamación de las meninges y el encéfalo.
Ø Orquitis, epididimitis o
inflamación del testículo.
Ø Ooforitis: Inflamación del
ovario.
Ø Nefritis: Inflamación del
riñón.
Ø Miocarditis: Inflamación
del músculo cardiaco.
Ø Artritis: Inflamación de
las articulaciones.
PREVENCIÓN
El mejor tratamiento es la prevención
mediante las vacunas, cuya primera dosis se administra a los 15 meses y el
refuerzo a los 6 años. En general esta vacuna no suele producir fiebre ni otras
complicaciones. La vacuna induce defensas contra el virus en alrededor del 96%
de las personas en quienes no ha habido un contacto previo con el virus.
Se debe tener especial cuidado con
los adolescentes varones que están cursando con esta infección por el riesgo de
desarrollo de orquitis y epididimitis. Esta complicación suele seguir a los
síntomas de la parotiditis en un periodo de 8 días, con un comienzo brusco de
fiebre, nauseas, dolor abdominal y testicular; su duración aproximada es de 4
días. Esta complicación puede asociarse con una disminución en la fertilidad.
Sin embargo, en las mujeres la
inflamación de los ovarios no produce disminución de la fertilidad femenina.
Posterior al desarrollo de la infección, se crea una inmunidad o resistencia a
la infección por este virus durante toda la vida.
DIAGNÓSTICOS
Básicamente el diagnóstico se
establece mediante los síntomas y signos que son característicos. El médico
piensa en una parotiditis cuando una persona tiene las glándulas salivales
inflamadas. El diagnóstico es muy probable si esto sucede durante una epidemia
de esta enfermedad. En otros momentos es posible que se necesite realizar algún
análisis para descartar otras causas posibles. Los análisis de laboratorio
pueden identificar el virus de la parotiditis y sus anticuerpos, pero rara vez
son necesarios para llegar al diagnóstico.
TRATAMIENTOS
En la mayoría de los casos esta
enfermedad se auto limita y su tratamiento sólo consiste en mejorar los
síntomas que se vayan presentando, básicamente mediante antitérmicos y
antinflamatorios. El reposo en cama se deberá hacer según la necesidad. Con
esta medida no hay datos estadísticos que demuestren una disminución en la tasa
de complicaciones y por el contrario si puede resultar incómodo para el
enfermo, por ello lo mejor es hacer reposo cuando se desee. La dieta es otro
factor muy importante a tener en cuenta. Ésta debe ajustarse a la capacidad
para comer sin tener dificultad. Si la ingesta es posible, no hay
contraindicación para limitar la alimentación.
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