NAPOLEON BONAPARTE: ¿MUERTE NATURAL O ASESINATO?. PERCY ZAPATA MENDO, JAIME ZAPATA MENDO, ERIKA PAREDES ALCANTARA, JOMAYRA ZAPATA PAREDES.

NAPOLEON BONAPARTE: ¿MUERTE NATURAL O ASESINATO?

El 5 de mayo de 1821, en la Isla de Santa Elena, Napoleón Bonaparte fallece a los cincuenta y un años de edad. Con el paso del tiempo se suman más y más pruebas de que Napoleón fue, efectivamente, asesinado. La primera de ellas, fue la extraída de un mechón de cabellos del emperador, con el que el Laboratorio Forense del FBI en Washington y el Laboratorio de Investigación Nuclear de Londres han confirmado la presencia de restos de arsénico. Lo normal en la medicina de aquélla época era suministrar una dosis de un gramo, o, como mucho, dos gramos en casos extremos. . La isla de Santa Elena es una isla que vive permanentemente envuelta en la neblina; triste, desolada. Permanentemente vigilado por un oficial inglés, Hudson Lowe, el emperador se sentía aislado, depresivo, y con continuos accesos de cólera. El ambiente de la isla era tenso; por un lado, el oficial inglés, era implacable y duro; por el otro, su séquito que se había visto abocado a vivir desterrado allí por culpa de su señor. Los informes médicos señalaban el progresivo deterioro de su salud. Empezaron a aquejarle enfermedades como el cólera, o la hepatitis, sin embargo, Napoleón estuvo incluso meses sin médico alguno que lo visitara y lo cuidara. Napoleón Bonaparte murió por sobredosis de fármacos. Ni el arsénico ni un cáncer gástrico habrían causado la muerte del emperador. Según científicos estadounidenses, falleció por un error de los médicos que lo atendían: le suministraron un compuesto llamado antimonio potásico, que produce una condición cardíaca fatal. Muchísimos años después de su muerte, específicamente en 2001, se reavivaron las dudas respecto de su muerte, y expertos forenses franceses afirmaron - luego de un análisis a cabellos atribuidos a Napoleón - que el emperador había padecido "una gran exposición al arsénico". Dicha conclusión reavivó la teoría de que el gobernador inglés de Santa Elena, Hudson Lowe, conspiró con el conde francés Charles de Montholon para asesinar al famoso militar. Pero la polémica continúa, ya que ahora unos científicos del Departamento de Examen Médico de San Francisco (Estados Unidos), sostienen que Napoleón, posiblemente enfermo por el arsénico al inhalar humo de carbón quemado, Esa gran cantidad de arsénico en su cuerpo no indica a ciencia cierta que alguien se lo suministrara sin su consentimiento, pues en aquella época se usaba también, en pequeñas cantidades, como droga que daba una sensación irreal de superioridad y fuerza. En medicina, además, se tomaba arsénico contra los vómitos, contra el estreñimiento y contra la depresión. No obstante, el propio Napoleón, en ninguno de sus escritos, hizo referencia a que tomara nada, y además, era público su rechazo a las drogas de la época. Incluso en el diario de de Louis de Marchand, su ayudante de cámara, se puedo leer que el 3 de mayo de 1821 se le administraron sin su conocimiento o aprobación diez gramos de colomel. Lo normal en la medicina de aquélla época era suministrar una dosis de un gramo, o, como mucho, dos gramos en casos extremos. No deja de ser misteriosamente curiosa una petición expresa de Bonaparte en el que le indicaba a su médico que “luego de mi muerte, que presiento no muy lejana, quiero que abra mi cuerpo… Le recomiendo que lo observe todo cuidadosamente durante su examen”. Partiendo, por lo tanto, de la base de que efectivamente Napoleón tenía arsénico en su cuerpo, y de que es improbable que lo tomara por su cuenta, lo que ha disparado el misterio de su muerte, es si detrás de todo, hubo una trama intencionada con el fin de deshacerse de él. Y es que muchos eran los interesados en que Napoleón no se recuperara. Napoleón pudo morir por el tratamiento de unos médicos, que lo quisieron curar con "demasiado ímpetu". Un trabajo aparecido en 2002 echó por tierra aquella hipótesis del asesinato y envenenamiento, ya que los restos de arsénico detectados en los cabellos del emperador, decían, eran de origen exógeno. El equipo estadounidense dirigido por el doctor Steven Karch, señala que un grupo de médicos dio a Napoleón dosis regulares de tartrato de potasio antimonio, una sal utilizada para hacerlo vomitar y así aliviar sus dolores de estómago. . El arsénico no lo mató, sus doctores lo hicieron.

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