Síndrome del ovario poliquístico. Percy Zapata Mendo, Jaime Zapata Mendo, Jomayra Zapata Paredes.

Síndrome del ovario poliquístico

1 .-INTRODUCCIÓN

Síndrome del ovario poliquístico, también llamado síndrome de Stein-Leventhal, estado clínico caracterizado comúnmente por infertilidad, anomalías en la menstruación, hirsutismo (crecimiento de vello en el cuerpo y la cara) y obesidad que está asociado a unos ovarios dilatados con muchos quistes pequeños. Ese trastorno fue diagnosticado por Irving F. Stein y Michael L. Leventhal en los Estados Unidos en 1935, y fue vinculado con una amenorrea (ausencia de los periodos menstruales). Con anterioridad, había sido asociado con periodos menstruales irregulares. Los exámenes con ultrasonidos han revelado que un 85% de las mujeres con periodos irregulares e hirsutismo y hasta un 90% de las mujeres con periodos regulares pero con hirsutismo presentan ovarios poliquísticos. El trastorno es bastante común. Es probable que el 20-25% de las mujeres con ovarios poliquísticos no muestren síntomas. La enfermedad está presente en un 5% de las mujeres estériles.

Los rasgos principales de este síndrome son la existencia de múltiples folículos de De Graaf incompletamente formados que no se expulsan con la ovulación y dan lugar a quistes en el ovario, con cápsula espesa, lisa, fibrosa y de color perla; e hiperplasia (crecimiento excesivo) de las células del ovario conocidas como células teca. A pesar del exceso de andrógenos (hormonas masculinas), no se producen deficiencias en la formación de estrógenos (hormonas femeninas). Una de las complicaciones del síndrome del ovario poliquístico es el cáncer de endometrio (el revestimiento del útero), que se produce por una acumulación de estrógenos debida a la anovulación (falta de ovulación).

2 .-CAUSAS

Se piensa que ese trastorno se debe a una perturbación en las glándulas suprarrenales o en el hipotálamo del cerebro, o a un desorden primario del ovario. En un 40-50% de los casos, la cantidad de hormonas masculinas en la sangre es elevada. La obesidad y la anovulación tienden a agravar las anormalidades bioquímicas. La obesidad provoca una mayor producción de testosterona a partir de los estrógenos de los tejidos grasos. La anovulación reduce los niveles de una proteína en la sangre, la proteína vinculada con las hormonas sexuales, lo que provoca una elevada concentración de testosterona libre en la corriente sanguínea.

3 .-TRATAMIENTO

En general, la finalidad del tratamiento es restaurar la fertilidad, regularizar los periodos menstruales y reducir el hirsutismo. Si el problema principal es el hirsutismo, el tratamiento tendrá como finalidad reducir los niveles de hormonas masculinas, lo que se consigue reduciendo el peso corporal (si la paciente es obesa), administrando una medicación antiandrógena, como acetato de ciproterona, espironolactona o dexametasona; utilizando una terapia de estrógenos y extirpando el vello no deseado. Si las hemorragias menstruales irregulares constituyen el problema principal, la píldora anticonceptiva oral (con un bajo contenido en andrógenos) puede resultar un buen remedio, siempre que la paciente no desee quedar embarazada. Esa medida también puede proteger contra el riesgo creciente de cáncer endometrial. Si la infertilidad es el problema principal, el tratamiento incluye la inducción de la ovulación mediante citrato de clomifeno, gonadotropina u hormonas que estimulan la gonadotropina. En algunos casos la extirpación parcial del ovario (resección) puede resultar útil.

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