ANEURISMAS Y DISECCIONES. PERCY ZAPATA MENDO, JAIME ZAPATA MENDO, JUNIOR TORRES ZAPATA.
Aneurismas
y disecciones
Un aneurisma es una dilatación parecida a un globo que se produce en una arteria. Los aneurismas se forman en arterias de cualquier tamaño. Se produce un aneurisma cuando la presión de la sangre que pasa por una parte de una arteria debilitada empuja la pared hacia afuera, formando lo que podría describirse como una ampolla. No todos los aneurismas son peligrosos. Pero si la dilatación estira demasiado la arteria, ésta podría romperse, provocando una hemorragia mortal. Un aneurisma que sangre en el cerebro puede provocar un ataque cerebral o la muerte. La disección aórtica se produce cuando las capas de la pared de la aorta se separan o desgarran, permitiendo que pase sangre entre las capas, lo cual las separa aún más. Cuando se separan las capas de la pared aórtica, la sangre no puede circular libremente y la pared aórtica puede romperse.
¿Dónde
se producen los aneurismas?
- En las arterias que riegan el cerebro. Esto se denomina «aneurisma
cerebral».
- En partes de la aorta. La aorta es el vaso sanguíneo grande que
lleva sangre del corazón a otras partes del organismo. Los aneurismas
aórticos pueden producirse en la zona debajo del estómago (aneurisma
abdominal) o en el pecho (aneurisma torácico). Los aneurismas aórticos
abdominales (AAA) típicamente se encuentran debajo de los riñones. Las
disecciones aórticas pueden producirse en la aorta y sus ramas
principales. Los aneurismas y las disecciones se clasifican según el
lugar de la aorta en el que se presenten. Los de tipo A se presentan
en la aorta ascendente, que es la parte de la aorta que comienza en la
cavidad inferior izquierda del corazón (el ventrículo izquierdo) y se
extiende hasta el cayado aórtico. Los de tipo B se presentan en la
aorta descendente, que es la parte de la aorta que comienza después del
cayado aórtico y termina en el abdomen.
- En la principal cavidad de bombeo del corazón (el ventrículo
izquierdo). Si una sección de la pared cardíaca se daña tras un ataque al
corazón, ésta se cicatriza y se vuelve más delgada y débil. Esto podría
dar lugar a la formación de un aneurisma ventricular. La zona debilitada
donde se encuentra el aneurisma no funciona bien y el corazón debe
esforzarse más por bombear sangre al resto del organismo. Los aneurismas
ventriculares pueden provocar falta de aliento, dolor en el pecho o una
irregularidad de los latidos (arritmia). Si un aneurisma ventricular
ocasiona insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia ventricular
izquierda o arritmia, posiblemente sea necesario realizar una intervención
quirúrgica.
¿Cómo
se producen los aneurismas y quiénes tienen un mayor riesgo de padecerlos?
Toda enfermedad que
debilite las paredes de las arterias puede dar lugar a la formación de un
aneurisma. Los siguientes factores aumentan el riesgo de un aneurisma o una
disección aórtica:
- La aterosclerosis (una acumulación de placa grasa en las arterias).
- La presión
arterial alta
- El hábito de fumar.
- Las heridas profundas, lesiones o infecciones de los vasos
sanguíneos.
- Una anomalía congénita (una enfermedad de nacimiento).
- Las enfermedades heredadas, tales como el síndrome de Marfan que
afecta a los tejidos conectivos del cuerpo y produce huesos largos y
articulaciones muy flexibles. Las personas con este síndrome a menudo
tienen aneurismas.
- Un gen defectuoso. Los investigadores han descubierto que hay 3
genes relacionados con los aneurismas que se forman en la aorta. Las
personas que tienen un defecto en uno de estos genes tienen mayores
probabilidades de sufrir una disección aórtica en algún momento de su
vida.
¿Cómo
se detectan los aneurismas?
Los aneurismas
pueden detectarse durante una exploración física, con radiografías básicas de
tórax o abdomen, o utilizando ultrasonido. Pueden determinarse el tamaño y la
ubicación mediante ecocardiografía o técnicas
de imagenología radiológica, tales como la arteriografía, la resonancia magnética y latomografía computada.
Con se obtienen
varias imágenes que el médico puede estudiar una por una. La nueva tecnología
informática permite a los técnicos alinear y juntar las imágenes una encima de
otra para producir una imagen tridimensional que puede girarse y visualizarse
desde cualquier ángulo.
¿Cuáles
son los síntomas?
Los síntomas dependen del tipo de aneurisma y
de su ubicación. Los síntomas se deben a la presión que un aneurisma ejerce
contra los órganos, nervios y otros vasos sanguíneos cercanos. Por ejemplo,
- Los aneurismas aórticos pueden producir falta de aliento, una voz
áspera o ronca, dolor de espalda o dolor en el hombro izquierdo o entre
los omóplatos.
- La disección aórtica puede causar dolor repentino e intenso, y los
pacientes a menudo sienten como si algo se estuviera rompiendo o
desgarrando en su interior. El dolor se siente principalmente en el pecho,
pero puede irradiarse a la espalda o entre los omóplatos. La disección
aórtica también puede causar dolor estomacal súbito, dolor lumbar o
síntomas seudogripales. Si brota sangre de la disección y ésta se acumula
en el pecho, podría introducirse en el espacio pericárdico (el saco que
envuelve el corazón) e impedir que el corazón se llene adecuadamente. Esto
puede dar lugar a un problema potencialmente mortal denominado
«taponamiento cardíaco».
- Los aneurismas aórticos abdominales pueden causar dolor o
sensibilidad debajo del estómago, reducir el apetito o producir náuseas.
- Los aneurismas cerebrales pueden no producir síntomas, aunque el
paciente puede tener dolores de cabeza, dolor en el cuello y el rostro, o
dificultad para ver o hablar.
¿Cómo
se tratan los aneurismas?
El tratamiento
depende del tamaño y la ubicación del aneurisma y del estado general de salud
del paciente. Los aneurismas aórticos de tipo A, en la región superior del
pecho (en la aorta ascendente), generalmente se operan enseguida. Los
aneurismas aórticos de tipo B, en la región inferior del pecho y la zona
debajo del estómago (en la aorta descendente torácica y abdominal), pueden ser
menos peligrosos. Los aneurismas en estas zonas deben vigilarse periódicamente.
Si alcanzan un diámetro de unos 5 centímetros (casi 2 pulgadas), siguen
creciendo o comienzan a producir síntomas, el médico posiblemente aconseje una
intervención quirúrgica para evitar su ruptura.
En el caso de los
aneurismas aórticos o los aneurismas que se forman en los vasos sanguíneos que
alimentan los brazos, las piernas y la cabeza (los vasos periféricos), la
cirugía consiste en sustituir la sección debilitada del vaso con un tubo
artificial, lo que en inglés se denomina «graft» (prótesis o implante).
Cuando se trata de
aneurismas de tipo B estables o de menor tamaño en la aorta descendente o
abdominal, es decir, las secciones de la aorta que se encuentra más alejadas
del corazón, los médicos generalmente recomiendan chequeos periódicos para
vigilar su crecimiento. Es posible vivir muchos años con un aneurisma si éste no
crece mucho. Los médicos pueden también recetar medicamentos, especialmente
aquellos tales como los betabloqueantes que reducen la presión arterial, a fin
de reducir la presión sobre las paredes aórticas. Los medicamentos que reducen
la presión arterial son particularmente útiles para tratar a aquellos pacientes
en los que el riesgo de someterse a una intervención quirúrgica supera al
riesgo del aneurisma.
En el caso
de las disecciones aórticas de tipo A, que se presentan en la parte de la
aorta más cercana al corazón, típicamente se recomienda cirugía
inmediatamente. En las disecciones de tipo B, que están más alejadas del
corazón, se recetan medicamentos (tales como betabloqueantes para reducir la
presión arterial) y se vigila de cerca la disección. Pero si comienza a brotar
sangre de la disección, o si ésta causa una obstrucción o comienza a
agrandarse, es necesaria una intervención quirúrgica.
Procedimiento
no quirúrgico para el tratamiento de los AAA
Los cardiólogos del
Instituto del Corazón de Texas fueron algunos de los primeros en utilizar una
técnica no quirúrgica para tratar a pacientes de alto riesgo con aneurismas
aórticos abdominales. Esta técnica es útil para tratar a aquellos pacientes
para quienes una intervención quirúrgica sería demasiado peligrosa debido a su
estado general de salud.
El procedimiento
consiste en utilizar un catéter para introducir un dispositivo denominado
«stent graft» (que es un stent recubierto de un tejido sintético) en el lugar
del aneurisma. La sangre fluye a través de él, reduciendo la presión sobre la
pared de la arteria debilitada. Esta reducción de la presión puede evitar que
el aneurisma se rompa.
Las ventajas del
procedimiento incluyen el no tener que administrar anestesia general (el
paciente está despierto), una estancia más corta en el hospital (alrededor de
24 horas), un restablecimiento más rápido y el hecho de que no deja cicatrices
grandes.
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