HONGOS. PERCY ZAPATA MENDO.
Hongos
1
|
INTRODUCCIÓN
|
Hongos, grupo diverso de organismos
unicelulares o pluricelulares que, a diferencia de las plantas y los animales,
se alimentan mediante la absorción directa de nutrientes, que obtienen mediante
la degradación de moléculas de alimento del medio (nutrición absortiva). Los
alimentos se disuelven mediante enzimas que secretan los hongos. Las evidencias
fósiles ponen de manifiesto que los hongos han estado presentes en nuestro
planeta desde hace al menos 600 millones de años e incluso antes. En la
actualidad, miles de especies de hongos crecen y absorben los nutrientes del
suelo, la madera, la materia orgánica muerta o de las plantas y otros
organismos. Su tamaño varía desde los hongos microscópicos unicelulares hasta
algunos de los organismos más grandes que existen. Otros hongos se encuentran
entre los organismos más longevos—algunos líquenes, una asociación simbiótica
entre un hongo y un alga, se cree que tienen más de 4.500 años. La disciplina
que estudia los hongos se llama micología.
Los hongos constituyen
un grupo de organismos numeroso y extensamente distribuido, cuya actividad
resulta esencial en el funcionamiento de todos los ecosistemas. Son los
causantes, junto con las bacterias, de la putrefacción y descomposición de toda
la materia orgánica. Son seres vivos descomponedores que degradan los restos de
organismos muertos y devuelven el carbono y otros elementos de nuevo al
ambiente, para que puedan ser reutilizados. La importancia de los hongos para
los seres humanos es inestimable. Ciertos hongos, entre los que se incluyen
algunos mohos, tienen un valor probado en la síntesis de antibióticos y
hormonas empleados en medicina, así como de enzimas utilizados en determinados
procesos industriales. Algunos hongos, como las trufas, son considerados un
alimento exquisito. Sin embargo, no todos los hongos resultan beneficiosos,
algunos son parásitos de organismos vivos y producen graves enfermedades en
plantas y animales.
Algunas especies conocidas
incluyen champiñones, níscalos y levaduras, así como varias especies que
originan enfermedades en plantas y animales, como las royas y los tizones.
Algunos expertos estiman que hay aproximadamente 1,5 millones de especies, de
las cuales aproximadamente unas 100.000 han sido identificadas. Las
características propias de estos organismos hacen necesario incluirlos en un
reino propio; el reino Hongos. Ciertos organismos similares a los hongos, como
los mohos acuáticos (también conocidos como oomicetes) y los mohos
mucilaginosos, que antiguamente se clasificaban en este reino, se incluyen
ahora en el reino Protoctistas.
2
|
UNA FORMA ÚNICA DE ALIMENTARSE
|
Los hongos carecen de
clorofila, el pigmento verde que permite a las plantas realizar la
fotosíntesis, fabricando sus propios compuestos orgánicos. Los hongos son seres
vivos heterótrofos que obtienen el alimento por absorción. Secretan enzimas
digestivas que degradan las moléculas de alimento en el ambiente, fuera de sus
cuerpos. El hongo absorbe después los productos degradados.
Algunos hongos son parásitos,
alimentándose de plantas, animales o incluso de otras especies de hongos.
Algunas de estas especies producen graves enfermedades en animales de granja,
cultivos y bosques. Por ejemplo, el hongo Ophiostoma ulmi, responsable
de una enfermedad conocida como grafiosis, provocó la muerte de millones de
olmos en todo el mundo.
La mayoría son saprofitos
pues obtienen el alimento de la materia orgánica muerta. Junto con las
bacterias, los hongos son los principales descomponedores del planeta y son
capaces de degradar la celulosa y la lignina, presentes en las paredes
celulares de las células vegetales. Pero, además de realizar esta inestimable
labor recicladota, los saprofitos pueden causar la destrucción de alimentos y
de productos de madera.
Algunos hongos establecen
relaciones simbióticas con otros organismos. Por ejemplo, las raíces de muchas
especies de plantas desarrollan una asociación beneficiosa con los hongos
formando una micorriza. Las micorrizas incrementan la capacidad de las raíces
de la planta para absorber nutrientes; el hongo le suministra a la planta
minerales y absorbe compuestos orgánicos de su compañero fotosintético. Los
hongos también forman asociaciones mutualistas con diversos animales. Por
ejemplo, las hormigas cortadoras de hoja, llevan los trozos de hojas a sus
nidos, donde alimentan a ciertos hongos. Los hongos viven en los nidos y las
hormigas se alimentan de los hongos. Algunas termitas y ciertos escarabajos
utilizan a los hongos para digerir la celulosa de la madera, para que, de esa
forma, pueda servir de alimento al insecto. Algunos hongos parásitos de
plantas, como las royas, invaden las células vegetales mediante unas
estructuras especializadas, llamadas haustorios, que absorben los nutrientes de
las células.
Ciertos hongos que viven
en el suelo son predadores activos y atrapan organismos microscópicos como
amebas y nematodos. Las presas se capturan por medio de una malla de hifas,
recubierta por una sustancia adhesiva, a la que queda pegada la presa. Las
hifas penetran en el microorganismo, crecen y se ramifican dentro de su cuerpo
absorbiendo nutrientes hasta matarlo.
3
|
ESTRUCTURA
|
A excepción de las especies
unicelulares, la mayoría de los hongos están constituidos por filamentos
tubulares que reciben el nombre de hifas. Cada hifa está rodeada por una pared
celular que normalmente contiene quitina, un material que también forma parte
del exoesqueleto de los insectos. La mayoría de las hifas no están divididas en
células separadas y los núcleos y orgánulos están esparcidos por todo el
citoplasma. Sin embargo, algunas hifas pueden estar divididas por tabiques
llamados septos, pero, incluso en estas hifas, los septos poseen unos poros que
permiten el movimiento de orgánulos dentro de la hifa.
Las hifas crecen por alargamiento
de las puntas y también por ramificación. La proliferación de hifas, resultante
de este crecimiento, se llama micelio. Cuando el micelio se desarrolla puede
llegar a formar grandes cuerpos fructíferos, tales como las setas u otras
estructuras que contienen esporas reproductoras. Normalmente, los cuerpos
fructíferos son la parte más visible del hongo y suelen crecer por encima del
suelo o de otras superficies, de manera que las esporas pueden ser dispersadas
por las corrientes de aire o mediante otros mecanismos. Por el contrario, el
micelio normalmente permanece enterrado. Por ejemplo, el micelio de una seta
está encerrado bajo el suelo, mientras que el cuerpo fructífero, la estructura
en forma de paraguas que nos resulta tan familiar, brota por encima del suelo.
4
|
REPRODUCCIÓN
|
Los hongos poseen diversas
formas de reproducción. En general, la mayoría de los hongos se reproducen por
esporas, diminutas partículas de protoplasma rodeado de pared celular.
Normalmente producen gran número de esporas. El champiñón silvestre puede
formar 12.000 millones de esporas en su cuerpo fructífero; así mismo, el pedo o
cuesco de lobo gigante puede producir varios billones.
Los hongos poseen un ciclo
reproductor que implica la producción de esporas sexuales. Estas esporas
contienen uno o más núcleos que son generalmente haploides, es decir, sus
núcleos contienen un solo juego de cromosomas. Cuando las condiciones del medio
son favorables, las esporas germinan y dan lugar a un micelio que produce
cuerpos fructíferos llenos de esporas sexuales, que repiten el ciclo
reproductor. Algunos hongos producen esporas asexuales directamente a partir de
las hifas, que germinan y originan un micelio adicional. El micelio se
desarrolla rápidamente, facilitando la dispersión y colonización del hongo.
En el ciclo reproductor
sexual de muchos hongos el micelio contiene hifas de dos tipos sexuales, algunas
veces llamadas forma + y forma -, que no se distinguen morfológicamente entre
sí. Las hifas de dos tipos sexuales distintos se fusionan, iniciándose la
reproducción sexual. Inicialmente, los núcleos de estas dos hifas permanecen
separados, dando lugar a un estado intermedio, llamado dicarion, que significa
‘con dos núcleos’. Este estado puede durar desde semanas hasta un año,
dependiendo de la especie. Finalmente, los dos núcleos se fusionan dando lugar
a una célula diploide, es decir, una célula que contiene un núcleo con dos
juegos de cromosomas. Este núcleo sufre meiosis, originando cuatro esporas
haploides, y dando lugar a un nuevo ciclo. Esta población de esporas
genéticamente distintas puede tener más oportunidades de sobrevivir a los
cambios ambientales, como los cambios de temperatura, o a determinadas
enfermedades que, en cambio, podrían exterminar a una población de esporas
genéticamente idénticas.
Muchos hongos son capaces
también de reproducirse mediante fragmentación de sus hifas. Cada fragmento es
capaz de originar un nuevo individuo. Las levaduras, unos hongos unicelulares,
se reproducen por gemación, un proceso mediante el cual la célula forma una
yema que se acaba separando de la célula progenitora y originando una nueva
levadura.
5
|
CLASIFICACIÓN
|
Los científicos han discrepado
sobre la manera de clasificar los hongos, y la clasificación de este reino
continúa desarrollándose. La primera descripción de un hongo fue publicada en
1729 por el botánico italiano Pier Antonio Micheli. Los hongos figuraban en las
antiguas clasificaciones como una división del reino Plantas (Plantae) y
el estudio de los hongos, o micología, se desarrollaba como una rama de la
botánica. El reconocimiento de las características únicas de este grupo de
seres vivos llevó a incluirlos en un reino propio, o reino Hongos, a finales de
la década de 1960. Más recientemente, algunos micólogos han puesto de
manifiesto que algunos organismos, como los mohos mucilaginosos, los mohos
acuáticos y los mildius vellosos, tienen características que permiten
incluirlos en el reino Protoctistas más que en el reino Hongos. A diferencia de
los hongos verdaderos, algunos mohos mucilaginosos se alimentan por
fagocitosis, de manera parecida a las amebas. Los mohos acuáticos y mildius vellosos
forman células móviles en algún momento de su ciclo de vida y sus paredes
celulares no tienen quitina.
Los hongos se clasifican
en base, principalmente, al tipo de esporas y cuerpos fructíferos que forman.
Muchos micólogos dividen el reino Hongos en cuatro filos: Chytridiomycota,
Zygomycota, Ascomycota y Basidiomycota. Un quinto grupo,
denominado Deuteromycota u hongos imperfectos, está formado por hongos
que no son fácilmente clasificados en ninguno de los cuatro grupos anteriores
en base a sus estructuras sexuales.
5.1
|
Chytridiomycota
|
El filo Chytridiomycota,
conocido comúnmente como Quítridos o Quitridiomicetes, incluye unas 800
especies que son encontradas en ambientes húmedos o acuáticos (dulces o
salados). Son los hongos más sencillos y más simples. Algunos son unicelulares
y otros poseen micelios formados por cadenas ramificadas de células. Los
quítridos forman unas estructuras llamadas esporangios que contienen esporas
provistas de un flagelo. Son saprofitos, si obtienen nutrientes a partir de
materia orgánica muerta, o parásitos de plantas, animales, algas y otros
hongos. Algunos no necesitan oxígeno para vivir y solo se desarrollan en el
estómago de herbívoros, donde digieren la celulosa y otros compuestos. En
ocasiones fueron clasificados dentro del reino Protoctistas porque tienen
esporas móviles; sin embargo, actualmente se clasifican dentro del reino Hongos
porque su pared celular está formada principalmente por quitina.
5.2
|
Zygomycota
|
El filo Zygomycota, conocido
con el nombre común de Zigomicetos, incluye unas 900 especies, la mayoría de
las cuales poseen hifas cenocíticas (hifas sin tabiques transversales). En este
grupo se encuentran varios hongos descomponedores, los hongos formadores de
micorrizas y los parásitos de arañas e insectos. Uno de los zigomicetos más
conocidos es el moho negro del pan (Rhizopus nigricans), que produce
masas de hifas sobre el pan, la fruta y otros alimentos. El hongo forma una
especie de filamentos enmarañados en los que se observan pequeños puntos negros
que son esporangios creciendo al final de hifas especializadas. Los esporangios
producen esporas asexuales, que no son móviles y que reciben el nombre de
esporangiosporas. Los zigomicetos se reproducen sexualmente mediante la
formación de zigosporas con paredes gruesas.
5.3
|
Ascomycota
|
El grupo más numeroso
de hongos, con alrededor de 50.000 especies conocidas, es el filo Ascomycota.
Los ascomicetos incluyen levaduras, especies formadoras de líquenes, hongos
filamentosos conocidos como mohos y hongos en taza. Muchas especies parásitas
de plantas también pertenecen a este grupo. Dos especies de ascomicetos se
utilizan en la elaboración de los quesos Camembert y Roquefort para
proporcionarles su sabor característico. Las estructuras fructíferas de las
morillas y las trufas, dos tipos de hongos en taza, se consideran un manjar. De
algunas especies del género Penicillium se obtiene el antibiótico
penicilina. Algunas especies del género Aspergillus tienen importancia
alimenticia, ya que se utilizan en la producción de la salsa de soja o el sake,
una bebida alcohólica. El cornezuelo del centeno, que infecta las flores del
centeno y de otros cereales, produce toxinas que pueden afectar a los seres
humanos y a otros animales que comen el cereal infectado. La levadura Candida
albicans es un microorganismo patógeno para los seres humanos, causando
infecciones como la candidiasis oral o vaginal.
Con la excepción de algunas
levaduras y otros pocos organismos, los ascomicetes tienen hifas bien
desarrolladas, por lo general con un único núcleo en cada hifa y segmentadas
por septos transversales. Un poro en cada septo permite el movimiento de
núcleos y orgánulos entre los segmentos.
Las esporas sexuales,
llamadas ascosporas, se forman, mediante un proceso de meiosis, dentro de unas
estructuras con forma de saco que reciben el nombre de ascas. En muchas
especies las ascas se forman dentro de unas estructuras fructíferas
especializadas denominadas ascocarpos.
La reproducción sexual
tiene lugar cuando dos hifas de dos tipos sexuales distintos se juntan y sus
respectivas estructuras de apareamiento se fusionan. Sin embargo, no se produce
la fusión de sus núcleos y la célula se transforma en dicariótica (célula con
dos núcleos genéticamente distintos), a partir del cual se forma una hifa
dicariótica. En los extremos de la hifa se forman las ascas y, en el interior
de cada una, los núcleos se fusionan originando un cigoto diploide. Tras la
meiosis posterior se producen cuatro núcleos haploides. Después tiene lugar una
mitosis, tras la cual se forman ocho núcleos, que darán lugar a las ascosporas
que son, finalmente, liberadas.
Los ascomicetos también
pueden producir unas esporas asexuales llamadas conidios, que se producen
mediante mitosis y que pueden sobrevivir durante semanas. Los conidios se
forman en los extremos de hifas especializadas que reciben el nombre de
conidióforos.
La levadura de la cerveza
(Saccharomyces cerevisiae), además de reproducirse por medio de
ascosporas, lo hace también mediante unas protuberancias, o yemas, que a la
larga se separan de las células parentales. Las levaduras del género Schizosaccharomyces
se dividen por fisión.
5.4
|
Basidiomycota
|
El grupo Basiodiomycota,
conocido como Basidiomicetes, incluye unas 25.000 especies de setas, pedos de
lobo, hongos oreja de árbol, royas, tizones y políporos. Este grupo engloba
algunos parásitos importantes de las plantas, mutualistas y saprofitos,
incluyendo los hongos descomponedores que causan la podredumbre blanca de la
madera. Muchas especies de setas son comestibles, como los boletos, y resultan
muy apreciadas por su sabor. Otras setas, en cambio, son venenosas, como la
oronja verde o Amanita phalloides. Otras, como las especies Psilocybe
semilanceata y Amanita muscaria, son conocidas por sus propiedades
alucinógenas. Los tizones, que atacan al maíz o al trigo, son basidiomicetes
que invaden las plantas en flor, especialmente los cultivos de cereales,
causando graves pérdidas económicas. Las royas, como la Puccinia, atacan
el trigo e invaden las células vegetales en los cultivos y en los bosques,
causando enormes daños.
Los basidiomicetes poseen
hifas con septos característicos provistos de pequeños poros. Reciben su nombre
por sus células reproductoras, de aspecto hinchado, llamadas basidios, que se
localizan en las puntas de las hifas y en las que se forman las basidiosporas.
En el ciclo de vida típico
de los basidiomicetos, se produce la fusión de los núcleos en el basidio,
formándose un núcleo diploide. Tras la meiosis se originan cuatro núcleos
haploides, que forman las basidiosporas. Estas son liberadas y forman hifas
haploides. Posteriormente, las hifas de tipos sexuales distintos se fusionan,
originando una hifa dicariótica. El micelio dicariótico crece y finalmente
produce las estructuras fructíferas, en las que se desarrollan los basidios.
Numerosas especies elaboran estructuras fructíferas carnosas (las conocidas
setas), formadas por un sombrero o píleo y por un pie. Los basidios se
desarrollan sobre la superficie de las laminillas que hay en el sombrero o
píleo. Ciertos basidiomicetes, llamados “falsas trufas”, producen esporas
dentro de unos cuerpos fructíferos subterráneos.
5.5
|
Hongos imperfectos
|
Los deuteromicetos, también
conocidos como “hongos imperfectos”, constituyen un grupo no monofilético de
hongos de difícil clasificación, que no tiene categoría taxonómica. En general,
los hongos se clasifican en base a sus estructuras de reproducción sexual, pero
hay hongos que no tienen un ciclo sexual definido y solo se ha puesto de
manifiesto que produzcan esporas asexuales. Actualmente se están incluyendo
estas especies en los cuatro grupos principales de hongos en base a las
secuencias de su ADN. Sin embargo, los hongos que todavía no se han incluido en
uno de esos grupos se incluyen en los deuteromicetos.
6
|
UTILIZACIÓN DE LOS HONGOS
|
Los hongos han sido utilizados
desde antiguo como alimento. Muchas especies de setas son comestibles, como el
champiñón, el rebozuelo y el boleto. Las trufas, un hongo con un aroma
característico, son una de las especies comestibles más apreciadas. Las trufas
son recolectadas con perros o cerdos entrenados que utilizan su fragancia para
localizar los hongos que se encuentran enterrados.
Otros hongos se emplean
en la producción o fabricación de alimentos. Las levaduras, por ejemplo, son
necesarias en la fabricación del vino, en la fermentación del pan y en la
elaboración de la cerveza. Ciertos hongos se emplean en el proceso de
maduración del queso, en los quesos Brie, Camembert y Roquefort. En Asia,
ciertos hongos se añaden a la soja para que fermente obteniendo, de esa forma,
varios productos alimenticios— la salsa de soja fermentada se elabora con el
hongo Aspergillus y el tempeh con el moho negro del pan Rhizopus.
Muchos hongos también
producen compuestos que son útiles en diversos procesos industriales. Estos
compuestos incluyen alcoholes, como el etanol y el glicerol que se originan en
la fermentación, y reguladores del crecimiento de las plantas, como el ácido
giberélico, que estimula el crecimiento de las células vegetales, y es
utilizado para acelerar el desarrollo de plantas y frutos. Los hongos también
son muy importantes en la producción de antibióticos; por ejemplo, la
penicilina, la ciclosporina, la cefalosporina y la griseofulvina son utilizadas
para luchar contras las enfermedades fúngicas y bacterianas.
Los hongos también se
están convirtiendo en una herramienta de gran utilidad en la lucha contra la
contaminación del medio ambiente. La acumulación de pesticidas y otros
contaminantes está provocando la destrucción de numerosos ecosistemas y, por
tanto, situando a muchas especies animales y vegetales en peligro. Ciertas
especies de hongos se emplean en los procesos de biorremediación (utilización
de microorganismos para eliminar la contaminación del medio ambiente). Los
hongos también se emplean con éxito en el control de las plagas de insectos, de
los hongos patógenos y de las poblaciones de nematodos y otros organismos que
pueden ocasionar daños en los cultivos.
7
|
HONGOS PERJUDICIALES
|
Los hongos son responsables
de numerosas enfermedades de las plantas, incluyendo un elevado porcentaje de
las enfermedades que dañan los cultivos, provocando unas pérdidas económicas
considerables. Estos hongos también atacan a los árboles y a las estructuras de
madera.
Ciertos hongos provocan
también enfermedades en los seres humanos y otros vertebrados. En general,
estas infecciones fúngicas, o micosis, son leves, vuelven a aparecer con más
frecuencia que las infecciones bacterianas y no producen una inmunidad duradera
en el cuerpo. Hay dos tipos de micosis, dependiendo de la parte del cuerpo
afectada. La dermatomicosis es una infección de la piel, el pelo, o las uñas,
como la tiña o el pie de atleta. Estas infecciones no suelen afectar a los
órganos internos y la mayoría responden bien a la medicación, aunque el
tratamiento puede durar varias semanas.
Una micosis sistémica,
que es una infección que afecta a los órganos internos del cuerpo, es más
peligrosa y puede resultar fatal para aquellas personas que tienen un sistema
inmune debilitado por enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA) o el cáncer. Las infecciones fúngicas se extienden a partir de
esporas que entran en el cuerpo por las vías respiratorias o por alguna herida
en la piel. Algunas infecciones pueden transmitirse de los animales a los seres
humanos o entre personas. Hay pocos medicamentos que sean efectivos en el
tratamiento de estas infecciones sistémicas y, como el tratamiento puede durar
varios meses o años para prevenir una nueva recaída, estos medicamentos pueden
tener efectos secundarios.
Los hongos también son
responsables de varias enfermedades respiratorias. La coccidioidomicosis está
causada por la levadura Coccidioides immitis. Aunque normalmente se
contrae por la inhalación de esporas de la levadura, el hongo también puede
introducirse, a través de la piel, por contacto con suelo infectado. Los
síntomas iniciales pueden recordar a los de la gripe, con fiebre, tos y
erupción, y la infección generalmente se desarrolla sin ningún tratamiento
específico. En raras ocasiones, la infección puede propagarse a los huesos,
articulaciones y cerebro.
La histoplasmosis está
causada por la inhalación de esporas del hongo Histoplasma capsulatum.
La aspergilosis es una infección de la piel, los senos nasales, los pulmones y
otros órganos internos provocada por mohos del género Aspergillus. La
enfermedad que se contrae por la inhalación de esporas afecta, sobre todo, a
los trabajadores agrícolas. Un tipo virulento de neumonía, denominado neumocistosis,
es provocada por el hongo Pneumocystis carinii, que normalmente no
afecta a personas sanas pero sí a individuos con sistemas inmunitarios
debilitados.
Las micotoxinas son sustancias
tóxicas producidas por los hongos que crecen sobre cereales, frutos y
vegetales. Más de 100 especies de hongos producen estas toxinas. La más común
es la aflatoxina, producida por los hongos Aspergillus flavus y Aspergillus
parasiticus. Aunque generalmente se encuentra en determinados cultivos
también se puede transmitir a los seres humanos a través de la leche, la carne
o los huevos de animales que han comido cereales contaminados. La aflatoxina es
un potente carcinógeno. Otras micotoxinas, entre las que se encuentran las
zearalenonas y los tricotecenos, pueden dañar los intestinos, la médula ósea,
los ganglios linfáticos, el bazo y el timo.
Comentarios
Publicar un comentario