ATEROSCLEROSIS. PERCY ZAPATA MENDO.

Ateroesclerosis
La ateroesclerosis es un estrechamiento de las arterias que puede disminuir considerablemente la irrigación de sangre a los órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los intestinos. En la ateroesclerosis, las arterias se estrechan cuando se acumulan depósitos de grasa en su interior, llamadas placas. Normalmente, las placas contienen colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), células de los músculos lisos y tejido fibroso, y a veces calcio. A medida que una placa crece en el revestimiento de una arteria, produce un área rugosa en la superficie frecuentemente lisa de la arteria. Esta área rugosa puede causar un coágulo de sangre dentro de la arteria, que puede bloquear totalmente el flujo sanguíneo. Como resultado, el órgano irrigado por la arteria bloqueada se encuentra privado de sangre y oxígeno, y las células del órgano pueden morir o sufrir daños severos.
La ateroesclerosis es la causa principal de muerte y discapacidad en países industrializados, como Estados Unidos. Esto se debe a que esta enfermedad es un problema médico subyacente en la mayoría de los pacientes con alguna de las siguientes enfermedades:
  • Enfermedad de las arterias coronarias: en esta enfermedad crónica (de larga duración), la ateroesclerosis estrecha las arterias coronarias que irrigan sangre a los músculos del corazón. Esto puede derivar en el dolor de pecho llamado angina. También aumenta el riesgo de ataques cardíacos, que ocurren cuando una arteria coronaria se bloquea por completo.
  • Accidente cerebral: se puede formar un coágulo de sangre (trombo) dentro de una arteria del cerebro que se ha estrechado debido a la ateroesclerosis. Una vez que el coágulo se forma, corta la irrigación de sangre a parte del cerebro y provoca un accidente cerebral trombótico. Actualmente, alrededor del 75% de los accidentes cerebrales en países industrializados son accidentes cerebrales trombóticos.
  • Angina abdominal e infarto intestinal: cuando la ateroesclerosis estrecha las arterias que irrigan sangre a los intestinos, provoca una forma de dolor abdominal llamado angina. Un bloqueo completo y repentino de la irrigación de sangre a los intestinos puede producir un infarto intestinal. Un infarto intestinal es similar a un ataque cardíaco, pero compromete más bien a los intestinos antes que al corazón.
  • Ateroesclerosis de las extremidades: la ateroesclerosis puede estrechar las arterias principales que irrigan sangre a las piernas, especialmente las arterias femoral y poplítea. Estas dos arterias se ven afectadas en el 80 a 90% de las personas con este problema. El flujo sanguíneo reducido hacia las piernas puede causar calambres en las piernas durante el ejercicio  esto se conoce como claudicación intermitente. Si el flujo sanguíneo se ve severamente comprometido, las partes de la pierna pueden ponerse pálidas o cianóticas (volverse azules), estar frías al tacto y finalmente derivar en gangrena.
•  Otras condiciones: la ateroesclerosis puede ser un factor en el desarrollo de un aneurisma aórtico o una estenosis arterial renal (estrechez de la arteria).
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar ateroesclerosis incluyen:
  • nivel alto de colesterol en la sangre (hipercolesterolemia)
  • nivel bajo de HDL (“colesterol bueno”)
  • niveles altos de proteína C-reactiva, que es un marcador de inflamación
  • presión arterial alta (hipertensión)
  • diabetes
  • antecedentes familiares de la enfermedad de las arterias coronarias a edad temprana
  • cigarrillo  (fumar)
  • obesidad
  • inactividad física (hacer poco ejercicio regularmente)
  • edad avanzada
Síntomas
Por lo general, la ateroesclerosis no produce síntomas hasta que se reduce la irrigación de sangre a un órgano. Cuando sucede esto, los síntomas varían, según el órgano específico comprometido:
  • Corazón: los síntomas incluyen el dolor de pecho causado por la angina y falta de aire, transpiración, nauseas, mareos o vértigo, dificultad al respirar y palpitaciones.
  • Cerebro: cuando la ateroesclerosis estrecha las arterias del cerebro, puede causar mareos o confusión, debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, entumecimiento repentino severo en alguna parte del cuerpo, trastorno visual, incluida la pérdida de la visión, dificultad para caminar, como tambaleos o desviación; problemas de coordinación en los brazos y las piernas, y mala articulación  al hablar o dificultad para hablar. Si los síntomas desaparecen en menos de 24 horas, el episodio se denomina accidente isquémico transitorio (AIT). Por lo general, cuando la ateroesclerosis bloquea completamente las arterias del cerebro y/o si los síntomas anteriores duran más tiempo, se  llama accidente cerebral  vascular.
  • Abdomen: cuando la ateroesclerosis estrecha las arterias que van hacia los intestinos, pueden producirse un dolor sordo o retorcijones en el medio del abdomen, que comienzan generalmente entre 15 y 20 minutos después de comer. El bloqueo completo de una arteria intestinal causa dolor abdominal severo, a veces acompañado de vómitos, diarrea e distención (hinchazón) abdominal.
  • Piernas: el estrechamiento de las arterias de las piernas provoca calambres en los músculos de las piernas, especialmente durante los ejercicios. Si el estrechamiento es severo, es probable que sienta dolor mientras descansa, los dedos y los pies estén fríos, la piel esté pálida o azulada y sufra pérdida del cabello en las piernas.
Diagnóstico
Su médico le preguntará acerca de sus antecedentes familiares de enfermedad del corazón, accidente cerebral, otros problemas circulatorios y colesterol alto en sangre. Le preguntará si fuma, realiza ejercicios, consume alcohol y si tiene síntomas de ateroesclerosis. Le medirá la presión arterial y le controlará el pulso en el cuello y los pies.
Revisará su historia clínica, sus síntomas actuales y cualquier medicación que esté tomando.
Si no tiene síntomas de ninguna de las condiciones médicas relacionadas con la ateroesclerosis, lo examinará y buscará signos de mala circulación. En general, estos signos pueden incluir soplos (sonido áspero del flujo sanguíneo turbulento a través de las arterias estrechas) en el cuello, el abdomen y otras partes del cuerpo que se oyen con un estetoscopio; pulso debilitado, especialmente en la ingle, las piernas y los pies, y piel fría pálida o azulada en las piernas.
Le indicará que se realice análisis de sangre para medir los niveles totales de colesterol LDL y HDL, el nivel de triglicéridos y el azúcar en la sangre en ayunas. Ocasionalmente, un electrocardiograma (EKG) detectará los cambios eléctricos en el corazón e indicará poco flujo sanguíneo hacia el músculo del corazón. Sin embargo, su médico le pedirá que se realice un EKG durante una prueba de esfuerzo ya que mediante esta prueba hay más probabilidades de detectar los problemas. Es probable que sea necesario realizar otras pruebas de diagnóstico para medir la circulación sanguínea hacia el corazón, el cerebro y las piernas.
Duración
La ateroesclerosis es una condición a largo plazo que continúa empeorando con el paso de las décadas.
Prevención
Usted puede ayudar a prevenir la ateroesclerosis cambiando los factores de riesgo de la enfermedad. Debe llevar un estilo de vida que estimule la circulación sanguínea y combata la enfermedad.
  • Evite fumar. Si fuma, es esencial que  lo deje de hacer.
  • Mantenga un peso saludable. Se ha relacionado con la obesidad, especialmente una concentración de grasa corporal alrededor de la cintura, con niveles no saludables de colesterol HDL y triglicéridos.
  • Lleve una dieta saludable, rica en vegetales y frutas. Evite las grasas saturadas y las grasas trans. Para cocinar, utilice aceites monoinsaturados (aceite de oliva) y poliinsaturados (girasol, cártamo o alazor,  maní o cacahuate, canola). Las proteínas alimenticias deben obtenerse principalmente del pescado y vegetales (soja, porotos, legumbres).
  • Haga ejercicio regularmente.
  • Controle la presión arterial alta. Es probable que deba tomar medicamentos. Si nunca le han diagnosticado presión arterial alta, debe controlarla cada dos años.
  • Si tiene diabetes, necesita esforzarse aún más para controlar el peso, ejercitarse más, disminuir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos y mantener la presión arterial por debajo de 130/85.
  • Si no tiene diabetes, a partir de los 45 años debe comenzar a realizarse análisis de azúcar en la sangre en ayunas con regularidad en caso de que tenga factores de riesgo de desarrollar diabetes (sobrepeso, presión arterial alta y colesterol alto).
  • Trabaje con su médico para mantener niveles de colesterol adecuados. Si nunca le han diagnosticado problemas de colesterol, debe hacerse controlar el colesterol cada cinco años a partir de los 20 años.
Tratamiento
No existe cura para la ateroesclerosis, pero el tratamiento puede retrasar o detener el empeoramiento de la enfermedad. El objetivo principal del tratamiento es prevenir el estrechamiento importante de las arterias de manera que nunca se desarrollen los síntomas y los órganos vitales no se dañen. A fin de lograrlo, debería comenzar siguiendo el estilo de vida saludable que se describe anteriormente. Si tiene colesterol alto que no puede controlar con una dieta y ejercicios, es probable que sea necesario tomar medicamentos. Actualmente, existen cinco clases de medicamentos para disminuir el colesterol:
  • Los inhibidores HMG-CoA reductasa, como el lovastatin (Mevacor), el simvastatin (Zocor), el pravastatin (Pravachol), el fluvastatin (Lescol), el rosuvastatin (Crestor) y el atorvastatin (Lipitor). Los inhibidores HMG-CoA reductasa bloquean una enzima llamada HMG-CoA reductasa, que controla la producción de cholesterol en el hígado.
  • Las resinas fijadoras de ácidos biliares, como la colestiramina (Questran) y el colestipol (Colestid).
  • La niacina.
  • Los fibratos, como el gemfibrozil (Lopid) y el fenofibrato (Tricor).
  • Los inhibidores de la absorción del colesterol, que es la clase más nueva de agentes reductores del colesterol. La ezetimiba (Zetia) es actualmente la única disponible en el mercado.
Una vez que se desarrollen los síntomas de daño en un órgano relacionado con la ateroesclerosis, el tratamiento específico depende del órgano comprometido.
  • Corazón: los tratamientos para la enfermedad de las arterias coronarias incluyen medicamentos para manejar los síntomas de angina (nitratos, betabloqueadores, bloqueadores de los canales de calcio) y prevenir ataques cardíacos (aspirina y betabloqueadores); angioplastía con balón frecuentemente con stents de malla metálica; y con menor frecuencia, cirugía de derivación arterial coronaria.
  • Cerebro: los tratamientos para ayudar a prevenir los accidentes isquémicos transitorios (AIT) y los accidentes cerebrales incluyen medicamentos antiplaquetarios como la aspirina, la dipiridamola y el clopidogrel (Plavix) y medicamentos anticoagulantes como la warfarina y la heparina.
  • Abdomen: cuando la ateroesclerosis estrecha las arterias que abastecen a los intestinos, se puede tratar al paciente mediante una angioplastía de balón con o sin stents, o un injerto de derivación arterial.
  • Piernas: los pilares del tratamiento para una claudicación intermitente son dejar de fumar, ejercitarse (generalmente un programa de ejercicios) y tomar aspirina. Las personas con estrechamiento arterial severo pueden tratarse mediante una angioplastia de balón, angioplastía láser: aterectomía o injertos de derivación.
Pronóstico
La ateroesclerosis  es la causa de muerte número uno en Estados Unidos tanto para los hombres como para las mujeres: enfermedad de las arterias coronarias. Sin embargo, las personas con ateroesclerosis viven durante más tiempo con una calidad de vida mejor que antes. Para muchos, esta enfermedad puede prevenirse. Incluso aquellas personas genéticamente programadas para desarrollar ateroesclerosis, pueden demorar el inicio y el empeoramiento de la enfermedad con un estilo de vida saludable, alimentos adecuados y medicamentos para disminuir el colesterol LDL.

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