¿EL CÁNCER ESTÁ SIENDO VENCIDO REALMENTE?. PERCY ZAPATA MENDO.
¿EL
CÁNCER ESTÁ SIENDO VENCIDO REALMENTE?
Uno de los problemas a la hora de presentar públicamente investigaciones científicas relacionadas con
enfermedades -especialmente con los diversos tipos de cáncer- es la exageración
de los hechos. Sea culpa del periodista, divulgador o investigador el caso es
que los medios están llenos de noticias del tipo “un paso que podría acabar con
el cáncer”, “nueva cura para el cáncer”, etc. Por otro lado todos sabemos que
la gente sigue muriendo de cáncer por lo que se crea una sensación de promesas vacías.
Por ello me gustaría presentar datos sobre cómo se ha variado la supervivencia
a diferentes tipos de cáncer, los principales factores para estas variaciones y
algunas predicciones fundadas sobre el avance en el tratamiento de uno de los
tumores más agresivos.
Los datos de supervivencia de los últimos 40 años para los
tumores más frecuentes son muy positivos (figura 1 y 2). Prácticamente todos
los tipos de tumores muestran un incremento importante en la supervivencia a 5
años desde el inicio del tratamiento. Algunos, como el cáncer de próstata ha
pasado de un 30% de supervivencia a más del 75%. Y lo más importante: las
tendencias no parecen haber alcanzado su máximo.
La causa de este notable incremento en la supervivencia al
cáncer en las últimas décadas es múltiple, incluso cuando nos fijamos en tipos
específicos de tumores. Entre los principales artífices de esta proeza se
encuentran los siguientes:
Ø La prevención: debida en gran parte
al descubrimiento de ciertos hábitos sumado a factores ambientales y/o
genéticos como causantes de ciertos tipos de cáncer.
Ø Una temprana detección: mejora en las
técnicas de detección, mejor control médico, etc.
Ø Refinamiento de las técnicas
quirúrgicas.
Ø Nuevos fármacos específicos.
Ø Refinamiento de la quimioterapia y radioterapia
que, entre otras consecuencias, previenen la aparición de metástasis.
Ø Post tratamiento: seguimiento del
paciente para la prevención de metástasis.
Cada uno de estos factores suma un ligero incremento anual
que mantiene esta tendencia. Sin embargo, en algunos tipos de tumores un sólo
paso puede resultar decisivo variar la tendencia drásticamente, Sucedió en el
caso del tumor de testículos donde el descubrimiento de marcadores en el suero
sanguíneo sumado a una quimioterapia efectiva en los 60 fueron determinantes
para duplicar la supervivencia en un par de décadas. Actualmente, pasados ya 50
años, la supervivencia es superior al 98%. De formar similar los nuevos
tratamientos hormonales han aumentado la supervivencia al cáncer de próstata del
40% al 80% en sólo 10 años.
Mucho más impactantes son los datos referentes a niños y
jóvenes. Los principales tumores entre este grupo, que incluyen leucemias y
linfomas, han pasado de suponer la muerte de más del 80% de los enfermos a
menos del 20% de media durante los últimos 50 años. Un caso espectacular es el
del linfoma no Hodgkin donde la supervivencia ha pasado del 5% al 90%.
Hay algunas excepciones, como en el caso del cáncer de pulmón
(el tipo relacionado con el tabaco) y de páncreas donde la supervivencia a 5
años no llega al 10%. Del cáncer de pulmón hablaré próximamente. El caso del
cáncer de páncreas es muy particular. Raramente se encuentran tumores en fase
temprana, los cuales son operables y/o tratables. El problema es que
normalmente cuando se detecta el tumor ya está muy expandido y resulta
imposible su tratamiento o extirpación. Sin embargo el futuro no parece tan
desolador. Recientes estudios han mostrado la evolución genética de este tumor
y por tanto han abierto una sólida vía para su detección temprana (analizando
marcadores genéticos en la sangre, por ejemplo). Dicha detección temprana
sumada a la tecnología actual podría suponer en un plazo medio una medida tan
efectiva contra el cáncer de páncreas como las actuales para otros tipos
tratables de cáncer.
La tendencia nos invita a ser positivos. Probablemente
ninguna de las noticias sobre cura del cáncer sea tan real como promete pero en
suma, los avances científicos y médicos están arrinconando este conjunto de
enfermedades. No sé si habrá un día en el que nadie piense en cáncer como
sinónimo de muerte, pero ese es el objetivo y sólo se logrará investigando.
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