Distrofia Muscular de Duchenne. Percy Zapata Mendo.
Distrofia Muscular de Duchenne
Las
distrofias musculares de Duchenne y Becker son las enfermedades distróficas
musculares más frecuentes, causando debilidad en los músculos próximos al
torso.
Se
caracteriza por una lenta y progresiva debilidad de los músculos de las piernas
y de la pelvis.
Se
debe buscar asistencia médica si los síntomas indican que la distrofia muscular
de Becker está presente; también si la persona con distrofia muscular de Becker
desarrolla nuevos síntomas, particularmente fiebre con tos o dificultad
respiratoria. Asimismo, se debe consultar al médico si se está planeando tener
hijos y ya ha habido antecedentes de esta enfermedad en la persona u otros
miembros de la familia.
Causas
El
defecto genético de la distrofia de Duchenne es distinto del que causa la
distrofia muscular de Becker, pero en ambos casos está afectado el mismo gen.
El gen es recesivo y ligado al cromosoma X. Aunque la mujer sea portadora del
gen anómalo, ella no padecerá la enfermedad porque el cromosoma X normal
compensará la anomalía genética del otro cromosoma X anómalo. En cambio,
cualquier varón que reciba el cromosoma X anómalo sufrirá la enfermedad.
El
defecto genético hace que aunque se produzca una proteína, la distrofina, que
es esencial para los músculos, pero es escasa o no funciona adecuadamente. La
distrofina se supone que es la responsable del mantenimiento de la estructura de
las células musculares
A
pesar de ser hereditaria, en muchas ocasiones no hay antecedentes familiares.
Las posibilidades son:
Cada
niño hereda un cromosoma X de su madre y un cromosoma Y de su padre y esto es
lo que lo hace del sexo masculino. Las niñas tienen dos cromosomas X, uno de su
madre y uno de su padre.
Cada
hijo varón nacido de una mujer con una mutación de distrofina en uno de sus dos
cromosomas X tiene un 50 por ciento de probabilidad de heredar el gen
defectuoso y de que tenga DMD. Cada una de sus hijas tiene un 50 por ciento de
probabilidad de heredar la mutación y ser portadora. Las portadoras no
presentan generalmente síntomas de la enfermedad, pero pueden tener un hijo con
esta mutación o la enfermedad.
¿Cómo puede una familia sin
antecedentes de DMD o BMD repentinamente tener un hijo con la enfermedad?
Hay
dos explicaciones posibles:
La
mutación genética que conlleva a la DMD puede haber existido en las mujeres de
la familia durante algunas generaciones, sin que nadie lo sepa. Posiblemente
ningún hijo varón haya nacido con la enfermedad, o aun si un niño varón en una
generación anterior estuvo afectado, los parientes posiblemente no hayan sabido
de que enfermedad se trataba.
La
segunda posibilidad es que el niño con DMD tiene una mutación genética nueva
que surgió durante su desarrollo como feto. Una vez que alguien desarrolla una
enfermedad genética, aunque la mutación sea espontánea (nueva) en el caso de
esa persona, puede transmitirla a su progenie.
Un
hombre con DMD no puede transmitir el gen defectuoso a sus hijos porque le da
al hijo varón un cromosoma Y no uno X. Pero con toda seguridad, se lo
transmitirá a sus hijas mujeres, porque cada una de ellas hereda el único
cromosoma X del padre. Entonces, éstas serán portadoras y cada uno de sus hijos
varones tendrán un 50 por ciento de probabilidad de desarrollar la enfermedad y
así sucesivamente.
Epidemiología
Afecta
a 3 de cada 100000 niños varones.
Síntomas
Tal
como en el caso de la distrofia de Duchenne, el patrón de pérdida muscular en
la Distrofia Muscular de Becker(DMB) empieza en las caderas y el área de la
pelvis, los muslos y los hombros. Pero en la DMB, la intensidad de degeneración
muscular varía mucho de una persona a otra. Algunos hombres requieren sillas de
rueda en su tercera década de vida o después, mientras que otros pueden hacer
las cosas durante muchos años con pequeñas ayudas, como bastones, etc.
Aparecen
los síntomas iniciales hacia los 10 años de edad. Debilidad progresiva de los
músculos de las piernas y de la pelvis. Caídas frecuentes.
Pérdida
de la masa muscular.
Dificultad
progresiva para caminar, pero pueden seguir haciéndolo pasados los 40 años.
Debilidad
menos severa de los músculos de los brazos, cuello y otras áreas.
Inicialmente
se agrandan los músculos de la pantorrilla en un intento de compensar la
pérdida de resistencia muscular, pero el músculo es reemplazado por grasa y
tejido conectivo.
Contracturas
musculares en las piernas.
Los
huesos se desarrollan mal y hay deformidades del esqueleto.
Cardiomiopatía
en casi todos los casos.
Complicaciones
Deformidades
Discapacidad
progresiva permanente
Disminución
de la movilidad
Disminución
de la capacidad para cuidar de sí mismo.
Deterioro
mental (variable).
Cardiomiopatía
Neumonía
u otras infecciones respiratorias
Insuficiencia
respiratoria.
Diagnóstico
Muchas
veces no se hace el diagnóstico de distrofia muscular de Becker hasta la
adolescencia o aun la edad adulta, posiblemente cuando un joven se da cuenta
que no puede realizar los mismos ejercicios que los demás, etc. Para compensar
sus músculos debilitados, el joven empieza a caminar contoneándose, camina
sobre los dedos del pie o saca el abdomen.
La
distrofia muscular de Becker ha sido pasada por alto con frecuencia o ha sido
diagnosticada erróneamente como distrofia muscular del anillo óseo o atrofia
muscular espinal. Por tal motivo, es importante que se haga tanto un análisis
genético como una biopsia muscular.
Las pruebas que realizará su
médico serán:
Examen
físico.
Análisis:
una sustancia en sangre, la fosfatina quinasa puede estar elevada.
Biopsia
del músculo.
Pronóstico
A
los 16 años muy pocos terminan en una silla de ruedas, y más del 90 por ciento
están aún vivos a los 20 años de edad.
La
distrofia muscular de Becker se vuelve una discapacidad progresiva lenta.
Aunque es posible tener una vida relativamente normal, la muerte ocurre después
de los 40 años.
Tratamiento
No
tienen curación aunque la fisioterapia y el ejercicio son útiles para prevenir
la contractura muscular permanente alrededor de las articulaciones. En las
formas con gran rigidez y dolor muscular a veces está indicada la cirugía. Se
fomenta la actividad muscular, ya que la inactividad (como permanecer en cama)
puede empeorar la enfermedad muscular. La fisioterapia puede ser de gran ayuda
para mantener la fuerza y función muscular, al igual que los dispositivos
ortopédicos tales como soportes y sillas de ruedas para mejorar la movilidad y
la capacidad de autocuidado.
Se
estudia la administración de prednisona, un fármaco corticosteroide, como un
fármaco que puede mejorar temporalmente la debilidad muscular. También se está
investigando la terapia genética, la cual facilitaría la producción de
distrofina por parte de los músculos.
La
terapia con prednisona en tratamientos a largo plazo conlleva gran cantidad de
efectos secundarios. Los complementos de calcio o antidepresivos se usan a
veces junto con la prednisona en un intento por compensar la osteoporosis o los
efectos sobre la química cerebral, respectivamente.
Rehabilitación
Es
conveniente realizar una serie de movimientos con un horario regular para
retardar las contracturas, evitando así que los tendones se acorten de manera
prematura. Tiene que ser un terapeuta físico quien le muestre cómo hacerlos de
manera correcta.
El
ejercicio puede ser de utilidad para fortalecer los músculos esqueléticos,
mantener saludable el sistema cardiovascular y contribuir a que el paciente se
sienta mejor. Pero en el caso de la distrofia muscular, demasiado ejercicio
podría perjudicar los músculos. Consulte a su médico acerca de qué ejercicio es
mejor. Una persona con puede ejercitarse moderadamente, pero no deberá
extenuarse.
Algunos
expertos recomiendan la natación y ejercicios acuáticos (terapia acuática) como
una forma buena de mantener los músculos en tono al mayor grado posible, sin
que éstos tengan que esforzarse indebidamente. La flotabilidad del agua ayuda a
proteger contra ciertos tipos de lesiones y esfuerzos musculares.
Cuando
las contracturas han evolucionado agravándose, puede ser necesario realizar una
operación quirúrgica: cirugía el talón de Aquiles, para tratar las contracturas
de los tobillos.
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