LA HIPNOSIS EN LA PROFESIÓN MÉDICA. PERCY ZAPATA MENDO.
LA HIPNOSIS EN LA PROFESIÓN MÉDICA
Un
día como hoy de hace diez y seis años, realicé por primera vez una sesión de
hipnotismo para tratar una afección psicológica en un estudiante adolescente, y
fue la primera de una serie de tratamientos que realicé fuera de mis horarios
habituales de atención, puesto que preparar al paciente, lleva un tiempo
relativamente largo. He de confesar, que dejé esa práctica a los trece meses de
haberla iniciada, pues de manera personal, vi que el poder que desarrollaba, no
era ético para la consecución de los objetivos iniciales, que era el proceso de
readaptación o superación del problema o fobias que presentaba el afectado. No
obstante, en otras latitudes y países, el hipnotismo se sigue sugiriendo como
una alternativa para el tratamiento de una serie de afecciones, como se pasará
a describir en las siguientes líneas.
La
hipnosis según el psiquiatra Brian Weiss es una excelente herramienta para que
un paciente recuerde incidentes olvidados durante mucho tiempo. No encierra misterio
alguno: se trata sólo de un estado de concentración enfocada. Siguiendo las
instrucciones de un hipnotista bien preparado, el paciente relaja el cuerpo,
con lo que la memoria se agudiza. La hipnoterapia es una forma abreviada del
tratamiento para reducir la ansiedad, eliminar fobias, cambiar malos hábitos y
ayudar a rememorar material reprimido, entre otras cosas.
Brian
Weiss es graduado en las universidades de Columbia y Yale, trabajó como
profesor en la Universidad de Miami. Fue jefe del área de psiquiatría del
Hospital Monte Sinaí de Miami Beach. Célebre autor de varios trabajos
relacionados con el amor y la creencia en la reencarnación.1
En
los últimos cuarenta años han confirmado a la hipnosis como un modo legítimo de
intervención psicológica y médica en el tratamiento de numerosas enfermedades.
Ha tenido larga evolución y su uso es difícilmente consistente a través del
mundo clínico. Disponiendo de ciertas facilidades ahora se usa rutinariamente
en el tratamiento del dolor, síntomas psicosomáticos, manejo de estrés, control
de malos hábitos, disminución de la autoestima y similares. Más frecuentemente
aparece como tratamiento de último recurso. Según la evidencia empírica
disponible, la hipnosis utilizada como coadyuvante incrementa la eficacia de
intervenciones para una amplia variedad de problemas físicos y psicológicos.2 Por ello, es importante conocer el
nivel de formación en hipnosis de los psicólogos españoles y sus actitudes.3
1.- Definiciones
A
menudo se dice que hay tantas definiciones de hipnosis como de hipnotizadores.
Los investigadores y los médicos poseen requerimientos distintos para las
explicaciones de la hipnosis, de modo que el foco de las teorías desde estos
respectivos campos puede variar enormemente. Una distinción fundamental en la
teoría de la hipnosis, puede estar entre el acercamiento de la hipnosis al
'estado' y al 'no estado'.
Los
defensores del ´no estado´ creen que la hipnosis en un estado de conciencia
alterado, mientras que quienes defienden el ´estado´ creen que los efectos
hipnóticos son producto de procesos psicológicos más mundanos como la absorción
y la expectación. La definición AAP (abajo) esencialmente un consenso de un
amplio rango de investigadores y médicos, continúa neutral en esta discusión.
Las siguientes definiciones se han dividido en definiciones (discutibles) bien
conocidas por considerados grupos e individuos y definiciones menos conocidas.
Definiciones bien conocidas
§ Asociación
Americana de Psicología (AAP) - American Psychological Association (APA)
Típicamente la hipnosis está envuelta en la
introducción del procedimiento durante por el cual el sujeto es informado de
que se le van a presentar experiencias imaginativas. La inducción hipnótica es
una sugestión inicial extendida para usar la propia imaginación, y puede
contener elaboraciones posteriores a la introducción. Un procedimiento
hipnótico se usa para incitar y evaluar respuestas a las sugestiones.
Al usar la hipnosis, una persona (el sujeto)
es guiada por otra (el hipnotizador) para responder a sugestiones por cambios
en experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción,
pensamiento, o comportamiento. Las personas también pueden aprender
auto-hipnosis la cual es el acto de administrarse procedimientos hipnóticos uno
mismo. Si el sujeto responde a sugestiones hipnóticas, generalmente infiere en
que se ha inducido hipnosis. Muchos creen que las respuestas a la hipnosis y a
las experiencias son características de un estado hipnótico. Mientras que
algunos creen que no es necesario usar la palabra hipnosis como parte de una
inducción hipnótica. Otros lo ven como esencial.
Dependiendo de la meta del practicante y los
propósitos de la investigación clínica los procedimientos y las sugestiones
usadas diferirán. Tradicionalmente los procedimientos están relacionados con la
relajación, aunque ésta no es necesaria para la hipnosis y se puede usar un
amplio rango de variedad de sugestiones incluyendo las que permiten estar más
alerta. Sugestiones que permiten extender la hipnosis para ser determinada
comparando escalas de respuestas estandarizadas pueden usarse en ambos ajustes,
clínicos e investigadores. Mientras que la mayoría de los individuos responden
al menos a algunas sugestiones, la puntuación en escalas de rangos
estandarizados va desde alta a insignificante. Tradicionalmente las
puntuaciones se agrupan en categorías de, ´bajo´, ´medio´ y ´alto´. Como es el
caso de otras medidas de escalas positivas de las construcciones psicológicas
como la atención y el conocimiento, la evidencia de haber conseguido hipnosis,
aumenta con la puntuación individual.
§ Michael
Yapko
Michael Yapko define la hipnosis como un
proceso de comunicación influyente en el cual el operador saca y guía las
asociaciones internas del paciente a modo de establecer o reforzar asociaciones
terapéuticas en el contexto de una relación mutuamente responsiva y
colaborativa y orientada a una meta.
§ Dave Elman
Dave Elman define la hipnosis como un estado
mental en cual la facultad crítica de la mente humana es puenteada y se
establece un pensamiento selectivo. La facultad crítica de su mente es esa
parte que traspasa el enjuiciamiento. Dicha parte distingue entre conceptos
como, caliente y frío, agrio y dulce, grande y pequeño o claro y oscuro. Al
plantear esta facultad mental de tal modo que no pueda distinguir entre dichos
conceptos, es posible substituir el pensamiento selectivo por la construcción
de enjuiciamiento convencional.
§ Richard Bandler
Cofundador de la programación
neuro-lingüística, es más famoso por su trabajo quitando fobias en 2 minutos
con la interrupción del apretón de manos. Una inducción al trance que usa el
proceso subconsciente de un apretón de manos para inducir en un profundo trance
y asegura que jamás ha encontrado a una sola persona que no sea hipnotizable.
El
estado de hipnosis parece facilitar el recuerdo, dándose un efecto de
hipermnesia que puede resultar de utilidad en el recuerdo de testigos, en los
juicios o recuerdos de acontecimientos pasados en las sesiones clínicas. La
hipermnesia se define como un aumento de memoria, que puede darse en estado
hipnótico (“hipermnesia hipnótica”), pero que también dependerían sus
resultados de otros factores como: el material de estímulo (imágenes o
palabras), su codificación visual o auditiva, el significado que tenga para el
sujeto, el tipo de tareas intermedias que se realicen en las pruebas de
recuerdo, el número y tiempo de las pruebas de recuperación, etc.4
En
la hipnosis forense existen muchos casos que se inclinan por la relación
hipermnesia e hipnosis, por ejemplo, en el recuerdo de números de matrículas,
nombres y datos claves para la investigación, identificaciones incluso en
estados alterados. Algunas investigaciones afirman que la hipnosis ayuda a
recordar detalles de un suceso, incluso de naturaleza traumática como guerras,
violencias, crimen o sufrimiento, y que puede favorecer la recuperación de
información en estado hipnótico en casos de experiencias traumatizantes.4
Algunos autores consideran la hipnosis como una buena herramienta para recapitular
información autobiográfica.4
2.- Historia
La
naturaleza de la hipnosis es enigmática y no se sabe mucho sobre ella. Son
abundantes las divergencias que rodean a las teorías relativas a la hipnosis.
Se destina una parte considerable a comentar la naturaleza de la hipnosis, si
se trata de un estado alterado de la conciencia o si, ni siquiera, se trata de
un diferenciado.5
El
doctor David Waxman, autor de numerosos artículos y libros de hipnoterapia,
psiquiatra y miembro fundador de la sección correspondiente a Hipnosis Médica y
Mental de la Real Sociedad de Medicina señala que: Desde los comienzos de la
raza humana, el ser humano ha intentado imponer, para bien o para mal, sobre
sus semejantes su fuerza y voluntad. Desde los albores de la historia, ha tratado
de influir sobre los destinos ajenos recurriendo a la brujería o hechicería, a
la revelación a través de los agentes supernaturales, al poder de la palabra o
a la sugestión. Del descubrimiento accidental de unos fenómenos naturales y
mediantes los poderes mágicos y fluidos magnéticos han surgido las refinadas
técnicas del siglo XX que producen el estado conocido como hipnosis.5
Algunas
personas creen que los milagros, sobre todo las “curaciones” descritas en la
Biblia, pueden explicarse como efecto de las habilidades hipnóticas del
curandero que “produjo” el milagro. Aunque no existían pruebas científicas
relativas a la existencia de una forma temprana de hipnosis, las descripciones
de curaciones milagrosas parecen indicar cierto conocimiento de la interpretación
entre el cuerpo y la mente. Algo equivalente al reconocimiento temprano del
“poder de la palabra” de Waxman.5
La
influencia de la mente sobre el cuerpo consistió una parte importante de los
“templos de sueño” de Egipto y de la antigua Grecia. Los participantes eran
“hipnotizados” durante el sueño al mismo tiempo que recibían sugestiones
curativas. La ceremonia y el misticismo eran elementos básicos de los
visitantes en las curas a las que se sometían en dichos templos.5
El
médico griego Hipócrates (460-377 a.C.), a menudo reconocido como el “padre de
la medicina”, era consciente de la interrelación entre el cuerpo, sino también
nuestros sentimientos y emociones, así como también los orígenes de la
enfermedad.5
Cinco
siglos después, Galeno de Pérgamo (129-199 d.C.) profundizó en la relación
entre mente y cuerpo y surgió la idea de que un fluido celestial o etéreo
generaba el vínculo entre ambos. Cría que los problemas mentales podían ser el
origen de enfermedades físicas y viceversa. Galeno, al igual que muchos otros
científicos y filósofos posteriores a él, propuso que si se aprovecha tal
fluido, podría influirse sobre el curso de la enfermedad. Más aún confiaba
plenamente en el fluido era instrumental en la transmisión de la luz, calor e
impulso del sistema nervioso central.5
En
África como en Asia los curanderos, los faquires y los yoguis practicaban sus
habilidades especiales recurriendo a diferentes poderes sobrenaturales. En la
Edad Media, el uso de la sugestión con finalidades curativas fue considerado
como sacrilegio por parte de los cristianos. Con todo, muchas de las preguntas
“curas milagrosas” fueron ejecutadas recurriendo a santuarios o reliquias
sagradas supuestamente dotadas de poderes curativos.5
Es
muy posible que en la actualidad conozcamos como hipnosis se derive de estos
antiguos rituales y de las costumbres de muy diversas culturas. En 1775 Mesmer
adoptó su teoría y se refirió a ella como “magnetismo animal”, el fluido
invisible funcionaba más acorde a las leyes del magnetismo que a las de la
gravedad. Profundizó en su teoría para explicar que la enfermedad era el
resultado de la presencia de obstáculos en el flujo invisible a través del
cuerpo, y que tales obstáculos podían ser eliminados a través de crisis
(estados de trance que muchas veces concluían en delirios o ataques). Gracias a
la crisis se restablecía la armonía en el flujo del fluido personal y el
paciente recuperaba su salud. Se observa que el mesmerismo fue un precursor de
la práctica actual de la hipnosis. Más adelante, en el siglo XIX, se forjó otra
característica común entre el mermismo y la hipnosis se descubrió que era
posible inducir en el paciente un estado de analgesia, incluso hasta el grado
de poder intervenirlo quirúrgicamente sin dolor, en operaciones que comúnmente
eran dolorosas.
Una
Comisión Real, nombrada por el rey Luis XVI en 1784, descubrió que las curas de
Mesmer no disponían de poderes personales curativos del paciente y que Mesmer
no disponía de poderes personales curativos reales. Se evidenciaba la relación
entre el cuerpo y la mente, y las curas habían estado determinadas por la
influencia de Mesmer sobre la mente del paciente. La mayoría de los males que
curaba Mesmer serían clasificados como psicosomáticos en la actualidad. Los
restantes se asocian con el dolor y eran sensibles al procedimiento de Mesmer.
De todo esto se desprende que mesmerismo, como también la hipnosis, consiste en
un tratamiento uncialmente dirigido a la mente, incluso aunque sea capaz de
remediar molestias mentales y físicas.5
El
portugués Abbe de Faria es considerado como el padre de la hipnosis moderna,
quien denominó “sueño lúcido” al estado hipnótico. Faria proporcionaba
sugerencias verbales a sus oyentes tras haberles inducido previamente un sueño
lúcido –el trance hipnótico- y a continuación invocaba fenómenos hipnóticos
como alucinaciones, inhibiciones o movimientos involuntarios y sugestiones pos
hipnóticas. A diferencia de los mesmerianos, Faria reconoció que la inducción
de un trance hipnótico no dependía de ningún poder especial, sino casi
completamente de la habilidad innata del sujeto y de las técnicas que empleara
el hipnotizador.5
James
Braid (1795-1860), un cirujano británico y otro de los pioneros de la hipnosis
mencionó por primera vez el término “hipnosis”. Braid reconocía el rol de la
imaginación y de la predisposición a la sugestión. Su aportación más importante
consistió en su enfoque científico hacia la hipnosis quien, con casos
psicológicos reales, demostró que los fenómenos observados eran el resultado de
la imaginación que estaba siendo inducida mediante las sugestiones del
hipnotizador.5
Durante
la misma época James Esdaile, en cirujano británico, recurría a la hipnosis
anestésica para practicar operaciones quirúrgicas en el hospital de una prisión
de la India. Se dice que Esdaile practicó unas tres mil operaciones y, aunque
más del diez por ciento de las mismas fueron cirugía mayor, sólo dispuso de la
hipnosis como sistema analgésico. En su libro Mesmerismo in India and its practical application in surgery and
medicine (1846) señalaba que los porcentajes de mortalidad oscilaban entre
el 25 y el 50% y que a la India le correspondía el porcentaje más alto hasta
que comenzó a practicar la hipnosis, momento a partir del cual se redujo al 5%.
Por lo tanto, la razón más probable es que la mente subconsciente genera una
mayor resistencia a la infección orgánica.5
Fue
el médico vienés Josef Breuer (1842-1925) quien descubrió la clave esencial
para entender el uso de la hipnosis a un área más amplia y de más valor: el
tratamiento de la histeria.5
Gracias
a las observaciones de Breuer y su amigo Sigmund Freud (1856-1939) concluyeron
que los síntomas de la histeria desaparecen cuando se elimina su causa aparente
por medio de la hipnosis. La hipnoterapia volvió a florecer durante la Primera
Guerra Mundial. Fue usada para la eliminación de síntomas y de experiencias
traumáticas reprimidas. En los años siguientes la hipnosis volvió a caer en
declive gracias al conductismo y el psicoanálisis estaba en vigor.5
Clark
Hull publicó el libro Hipnosis &
Suggestibility en 1993 con contribuciones experimentales y teóricas al
campo de la hipnoterapia.
En
1955 la Asociación Británica de Medicina recomendó que en los programas de
estudio se incluyera la descripción de la hipnosis y sus posibilidades,
limitaciones y peligros psicoterapéuticos.5
En
la actualidad tanto la profesión médica como el público en general aceptan el
tratamiento médico hipnótico como una rama de medicina alternativa. Ha
aumentado el uso rutinario de la hipnosis en Europa, Asia y Austria y países
como Sudáfrica y Japón también parecen mostrar mucho interés.5
3.- Hipnotismo y
sus aplicaciones
Ø Hipnotismo y
tabaquismo
El principal uso “terapéutico” del hipnotismo
en el mundo es ayudar a dejar de fumar. La hipnosis ha ayudado a dejar de fumar
a muchos miles de personas en el mundo desde hace más de cuarenta años. La
riqueza de la hipnosis como técnica para ayudar a la deshabituación del tabaco
es múltiple, por una parte porque merma el deseo al mantener la concentración
dirigida a otros estímulos, por otra modifica la percepción del tabaco haciendo
que se vea lo que realmente se estaba fumando, y por otra elimina completamente
la ansiedad permitiendo superar el síndrome de abstinencia sin dificultad ni
sufrimiento.
Ø Hipnosis y
fobias
La hipnosis es con diferencia la técnica menos
invasiva en el tratamiento de fobias de toda clase. Desde la simple sensación
de rechazo que producen algunos insectos al pánico que impide volar en avión
(aerofobia), o salir solo a la calle (agorafobia) todos los miedos se pueden
corregir rápidamente mediante el uso de la hipnosis. Las terapias más modernas
de intervención en fobias normalmente no requieren más de una par de sesiones o
tres para dejar atrás cualquier miedo por arraigado que esté.
Ø Hipnosis y
obesidad
La hipnosis puede ser útil como una terapia
para la pérdida de peso. En un análisis que se llevó a cabo en 1996 en que se
combinaba hipnosis con terapia cognitiva-conductual (TCC) se encontró que las
personas que usaban ambos tratamientos perdían más peso que aquellas a las que
únicamente se les aplicaba TCC.2 Uno
de los tratamientos que aprovecha la hipnosis como herramienta para combatir la
obesidad es la banda gástrica virtual.
Ø Hipnosis y
dolor
Pierre Rainville, profesor de la Universidad
de Montreal, ha sido el primero en investigar las relaciones entre hipnosis y
dolor gracias a las técnicas de tomografía axial computarizada. Ha demostrado
que un estímulo de la misma intensidad física, juzgado doloroso por los sujetos
en estado de vela normal y no dolorosos cuando estos mismos sujetos estaban
bajo hipnosis, evoca modificaciones de actividades en el Córtex cingular
anterior, una región medial del córtex pre frontal. Esta región es conocida por
su pertenencia, entre otras, a la matriz del dolor, un conjunto de regiones del
cerebro cuya actividad aumenta por una actividad dolorosa. Este estudio ha
recibido numerosas confirmaciones experimentales.
Stuart Derbyshire y su equipo 3 han utilizado por su parte una
sugestión hipnótica de hiperalgesia a fin de contrastar las actividades
cerebrales evocadas por un dolor imaginado y las de un dolor inducido bajo
hipnosis. Concluyen igualmente que la sensación subjetiva de dolor y el
sentimiento desagradable que le es asociado se refleja en la actividad del
córtex cingular anterior.
Este estudio aporta un argumento claro en
favor de la veracidad de inducir un dolor sin algún estímulo físico sin que él
sea imaginado o imaginario. Esta conclusión debe sensibilizar a ciertos médicos
o prácticos para revisar su juicio sobre que algunos dolores que calificaban
hasta el momento como ficticios. Este estudio ha sido enriquecido, entre otros,
por un estudio finlandés conducido por Tuukka Raij y publicado en 2005.4
Hofbauer ha realizado una experiencia en el
trastorno esquizoide de la personalidad, publicada en 2001, con una sugestión
que conduce sobre la sensación dolorosa y no sobre el carácter desagradable de
esta sensación como era el caso en el estudio de Rainville. Ha puesto en
evidencia una modulación de la actividad en los córtex somato-sensoriales y no
en el córtex cingular anterior poniendo así en evidencia la importancia de la
sugestión.
Ø Hipnosis y
atención
Los dos estudios que han abordado esta
cuestión con exactitud son los de Raz y Egner, presentados en 2005. El primero
ha mostrado una baja de la actividad del córtex cingular anterior normalmente
implicado en la detección de conflictos.
El estudio de Egner ha mostrado un aumento de
la actividad del córtex cingular anterior en situación de conflicto.
Estos resultados a primera vista incompatibles
ilustran al contrario la importancia de las condiciones de estudio de los
fenómenos hipnóticos, ya que en el primer caso una sugestión fue realizada bajo
la norma "el texto que aparecía era de una lengua desconocida"
mientras que la segunda no hacía ninguna sugestión directa de una norma. Estos
dos estudios confirman que no existe una base cerebral de la hipnosis, sino que
las actividades cerebrales son dependientes de la sugestión hipnótica utilizada.
Ø Hipnosis y
memoria
Mientras que algunos estudios sostienen que la
hipnosis no mejora la capacidad de recordar, otros estudios también aseguran
que la hipnosis mejora la capacidad de recordar e incluso de nombrar detalles
que conscientemente no se habían recogido.
4.- Riesgos
La
hipnosis no es una técnica peligrosa, pero su uso por parte de terapeutas o
hipnólogos sí puede resultar nocivo para la salud. El peligro radica en que los
pseudoprofesionales y los terapeutas mal informados transmiten creencias
erróneas sobre la hipnosis a sus clientes.3
Se
conoce que produce marcados cambios en el funcionamiento mental y en la
percepción, expectación, respuesta condicionada, autocontrol y motivación.
Estos cambios pueden producir a su vez cambios útiles en el estado físico.
Reportes tanto científicos como anecdóticos respaldan su efectividad y amplia
aplicación. Todavía los buenos resultados en terreno clínico son recibidos con
sospecha y suspicacia. Es verdaderamente cierto que la hipnosis sigue siendo
controvertida. A no ser que los médicos estén familiarizados con sus
demostrados beneficios, ellos son propensos a ver la hipnosis como ajena a la
práctica médica. Ellos usualmente se sienten mejor refiriendo los pacientes a
feedback o a acupuntura.6
Naturalmente
hay muchos medicamentos y mucha tecnología que hacen innecesaria la hipnosis,
pero que no siempre están al alcance de todos ni cumplen lo que esperamos de
ellos.6
La
persona no puede sufrir daño psicológico al despertar y recordar aquello que le
afectó en la regresión. Si la persona habla de un acontecimiento traumático,
borramos esa información y dejamos únicamente la información provechosa.7
Referencias
1. -
Brian Weiss, 2004. Muchas vidas muchos maestros. EDICIONES B, S.A.
2. -
Montgomery y Schnur, 2005.
3.-
Mendoza, M. Elena; Capafons, Antonio; Espejo, Begoña y Montalvo, Doris. (2009).
Creencias y actitudes hacia la hipnosis de los psicólogos españoles.
Psicothema, vol. 21, n' 3. pp. 465-47 Universidad de Valencia. Recuperado en la
base de datos Fuente Académica.
4.-
Larra, Francisco J. Bujalance; Valero, Luis Aguayo; Abascal, José Fernádez.
(2003). Hipermnesia bajo condiciones de vigilia e hipnosis. Clínica y Salud,
vol. 14 n°. 2 - Págs. 203-220. Recuperado en la base de datos Fuente Académica.
5. -
Hambleton, Roger. (2008). Hipnosis: guía para el control de riesgos. España:
Desclée de Brouwer. Recuperado en e-libro.
6. -
Silva, Alberto Franco. (2000). Hipnosis, una larga Polémica. MedUNAB, Vol. 3,
p64-64, 1p. Recuperado en la base de datos Fuente Académica.
7.-
Álvarez, David; Ruiz, Juan; Manzano, Jorge. (2006). Re-encarnación y karma,
Regresión a vidas pasadas. Xipe Totek, Vol. 15 Issue 2, p132-154, 23p.
Recuperado en la base de datos Fuente Académica.
Bibliografía
Álvarez,
David; Ruiz, Juan; Manzano, Jorge. (2006). Re-encarnación y karma, Regresión a
vidas pasadas. Xipe Totek, Vol. 15 Issue 2, p132-154, 23p. Recuperado en la
base de datos Fuente Académica.
Hambleton,
Roger. (2008). Hipnosis: guía para el control de riesgos. España: Desclée de
Brouwer. Recuperado en e-libro.
Larra,
Francisco J. Bujalance; Valero, Luis Aguayo; Abascal, José Fernádez. (2003).
Hipermnesia bajo condiciones de vigilia e hipnosis. Clínica y Salud, vol. 14
n°. 2 - Págs. 203-220. Recuperado en la base de datos Fuente Académica.
Mendoza,
M. Elena; Capafons, Antonio; Espejo, Begoña y Montalvo, Doris. (2009).
Creencias y actitudes hacia la hipnosis de los psicólogos españoles.
Psicothema, vol. 21, n' 3. pp. 465-47 Universidad de Valencia. Recuperado en la
base de datos Fuente Académica.
Silva,
Alberto Franco. (2000). Hipnosis, una larga Polémica. MedUNAB, Vol. 3, p64-64,
1p. Recuperado en la base de datos Fuente Académica.
Comentarios
Publicar un comentario