BRONQUITIS AGUDA. PERCY ZAPATA MENDO.
BRONQUITIS AGUDA
La bronquitis aguda es la inflamación de las vías aéreas
superiores, por lo habitual después de una infección respiratoria alta. La
fuente suele ser una infección viral, aunque a veces es una bacteriana; rara
vez se identifica el patógeno. El síntoma más común es la tos, con fiebre o sin
ella, y tal vez la producción de esputo. En pacientes con Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica (EPOC), también puede haber hemoptisis, dolor torácico
urente e hipoxemia. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos. El
tratamiento es sintomático; los antibióticos son necesarios sólo en pacientes
seleccionados con enfermedad pulmonar crónica. El pronóstico es excelente en
aquellos sin enfermedad pulmonar, pero en los que presentan EPOC puede producirse
la insuficiencia respiratoria aguda.
Con frecuencia, la bronquitis aguda es un componente de una
infección respiratoria de las vías aéreas superiores causada por rinovirus,
para-influenza, influenza A o B, virus respiratorio sincitial, coronavirus o
metaneumovirus humano. Causas menos comunes pueden ser Mycoplasma pneumoniae,
Bordetella pertussis y Chlamydia pneumoniae. Los pacientes en riesgo incluyen a
los que fuman y a los que presentan EPOC u otras enfermedades que deterioran
los mecanismos de depuración bronquial, como la fibrosis quística o
enfermedades que conducen a las bronquiectasias.
Signos y síntomas
Los síntomas consisten en tos no productiva o mínimamente
productiva acompañada o precedida por síntomas de infección respiratoria de las
vías aéreas superiores. La disnea subjetiva aparece como consecuencia del dolor
torácico u opresivo que sucede con la respiración, no de la hipoxia, salvo en
pacientes con enfermedad pulmonar subyacente. Los signos a menudo están
ausentes, pero puede haber roncus dispersos y sibilancias. El esputo puede ser
claro, purulento o, en ocasiones, sanguinolento. Las características del esputo
no se corresponden con una etiología particular (es decir, viral o bacteriana).
Puede haber fiebre, si bien la fiebre alta o prolongada es inusual y sugiere
influenza o neumonía.
Cuando se resuelve, la tos es el último síntoma en
desaparecer y a menudo tarda varias semanas o incluso más tiempo.
Diagnóstico
Ø El diagnóstico se basa en la
presentación clínica.
Ø La radiografía de tórax es necesaria
sólo si los hallazgos sugieren neumonía (p. ej., signos vitales anormales,
crepitantes, signos de consolidación, hipoxemia). Los pacientes adultos mayores
constituyen la excepción ocasional. Ellos pueden requerir radiografía de tórax
para la tos productiva y la fiebre en ausencia de hallazgos auscultatorios
(sobre todo si hay antecedentes de EPOC u otro trastorno pulmonar).
Ø En general, la tinción de Gram del
esputo y el cultivo no son de utilidad.
La tos se resuelve en el transcurso de 2 semanas en el 75% de
los casos. A los pacientes con tos persistente, se les debe realizar una
radiografía de tórax. Puede ser necesaria la evaluación para determinar
pertussis, con un cultivo de las secreciones nasofaríngeas, y las etiologías no
infecciosas, como secreción mucosa retro nasal, rinitis alérgica y la variante
tusígena del asma.
Tratamiento
- · Alivio de los síntomas (paracetamol, hidratación, tal vez antitusivos)
- · Agonistas β inhalados o anticolinérgicos para las sibilancias
- · A veces, antibióticos orales para los pacientes con EPOC
La bronquitis aguda en pacientes sanos en otros aspectos es
una de las principales razones en las que se produce el uso excesivo de
antibióticos. Casi todos los pacientes necesitan sólo tratamiento sintomático,
como paracetamol e hidratación. Los antitusivos deben usarse sólo si la tos
interfiere con el sueño. Los pacientes con sibilancias pueden beneficiarse con
el uso de agonistas β inhalados (p. ej., salbutamol) o un anticolinérgico (p.
ej., ipratropio) durante ≤ 7 días. Si la tos persiste > 2 semanas por la
irritación de las vías aéreas, algunos pacientes se benefician con algunos días
de corticosteroides inhalados. De manera típica, no se emplean antibióticos
orales, salvo en pacientes con tos ferina o en los que presentan EPOC que
tienen al menos 2 de las siguientes características:
- · Aumento de la tos
- · Aumento de la disnea
- · Aumento de la purulencia del esputo
Los fármacos comprenden amoxicilina, 500 mg VO 3 veces al día
durante 7 días, doxiciclina, 100 mg VO 2 veces al día durante 7 días,
azitromicina, 500 mg VO 1 vez/día durante 4 días, o trimetoprim/sulfametoxazol,
160/800 mg VO 2 veces al día durante 7 días.
Comentarios
Publicar un comentario