CITOLOGÍA CERVICAL (TEST DE PAPANICOLAOU)

CITOLOGÍA CERVICAL (TEST DE PAPANICOLAOU)

La citología cervical (o test de Papanicolaou) es una prueba en la que se examinan células del cuello uterino. El cuello uterino, también conocido como cérvix, es la parte inferior y más estrecha del útero y está localizado al final de la vagina. Las células se obtienen introduciendo un cepillo y una pequeña espátula en la vagina con los que se realiza un suave raspado en el cuello del útero. La muestra se extiende en un cristal llamado portaobjeto tras lo cual se introduce en un líquido conservante para mirarla posteriormente al microscopio.

El objetivo de esta prueba es detectar lo antes posible la existencia de un cáncer de cuello de útero, o de lesiones precancerosas en el mismo, con el fin de tratarlo lo más precozmente posible. En casi todos los casos, el cáncer de cérvix se asocia a una infección por un virus llamado, virus del papiloma humano (VPH), que se adquiere por vía sexual. Este virus origina cambios en la morfología y en las estructuras de las células del cuello del útero que hace que se puedan trasformar en células malignas. En el raspado que se hace durante la prueba se recogen estas células, las cuales pueden presentar cambios pre-malignos, indicativos de que están evolucionando hacia cáncer, o pueden ser ya células cancerosas.

Las recomendaciones para hacerse una citología cervical cambian en los diferentes países e incluso cambian entre las instituciones médicas dentro del mismo país. En general se recomienda comenzar a hacerlas a los tres años del inicio de las relaciones sexuales, a partir de los 21-25 años dependiendo de los países, y repetirlas al menos cada tres años. Pueden recomendarse controles más frecuentes si los resultados previos no son del todo normales o la mujer tiene algunos factores que puedan facilitar la aparición de tumores, como la infección por el VIH u otros trastornos inmunológicos.

Cuando han pasado cinco años de la última citología, algunas organizaciones recomiendan una citología anual durante los dos primeros años y posteriormente cada tres años. Las mujeres embarazadas y las mujeres que están vacunadas del VPH también deben realizar sus citologías cervicales con normalidad.

En el caso de que se realice una citología junto con un test de detección del VPH, y ambas pruebas sean negativas, se recomienda repetir la citología pasados cinco años.

Acotaciones:

No se recomiendan las citologías en mujeres muy jóvenes, antes de los 21-25 años, pues antes de esa edad el cáncer de cérvix es extremadamente raro. Además, en mujeres jóvenes y adolescentes es frecuente que existan alteraciones en la citología que desaparecen de forma espontánea. Tampoco se ha demostrado que el cribado con citología en mujeres jóvenes resulte efectivo. En general tampoco se recomienda realizar el test de detección del VPH antes de los 30 años.

No hay que hacer una citología a mujeres que no han tenido relaciones sexuales. Esto se debe a que el cáncer de cuello de útero se asocia prácticamente siempre a la infección por el virus del papiloma humano que se adquiere por vía sexual. Si no se han tenido relaciones sexuales, no existirá una infección por este virus ni riesgo de cáncer del cuello del útero. Las mujeres de más de 65-70 años, podrían parar de hacerse citologías si tienen tres citologías normales en los últimos 10 años, y la última se ha hecho en los últimos cinco años, aunque depende de si mantienen una vida sexual activa.

Finalmente, tampoco hay que hacer citologías a mujeres que has sufrido una histerectomía total por una patología benigna, es decir a las que se les ha extirpado completamente el útero por miomas u otras patología no tumorales. Si ya se ha extirpado este órgano, no es posible que aparezca un cáncer en el cérvix. Se siguen haciendo citologías si ha habido antecedentes de lesiones precancerosas o si el útero se ha extirpado a causa de un cáncer de cérvix.

Resultados de la citología cervical

Los resultados de la citología suele estar disponibles en unas dos semanas. Conviene acudir a recoger el resultado y no asumir que todo está normal porque no se le entregan los resultados en unas pocas semanas. El médico le dará los resultados y le indicará la necesidad de hacer otras exploraciones complementarias o algún tratamiento.

Los resultados de una citología cervical se suelen informar de la siguiente manera:

1.      Citología normal, en la que no hay evidencia de células malignas.

2.      Citología inadecuada, en la que no se ha podido estudiar correctamente la muestra por lo que conviene repetirla.

3.      ASCUS, acrónimo que viene del inglés (atypical squamous cells of undetermined significance) y que se traduce como ‘atípia de significado indeterminado’. Este resultado es muy frecuente y significa que las células no son del todo normales, pero que los cambios que presentan no tienen un significado claro. En muchas ocasiones, estos cambios desaparecen espontáneamente y no requieren tratamiento. En cualquier caso este diagnóstico requiere un control más estrecho y en caso de que los cambios anormales empeoren puede requerir un tratamiento.

4.      Lesión intraepitelial de bajo grado o SIL (squamous intraepithelial lesions) de bajo grado. Esto significa que se han encontrado células con cambios anormales debidos al VPH. Se llama intraepitelial porque son células que están dentro de la capa que rodea el cuello del útero o epitelio. Al igual que el ASCUS, el SIL de bajo grado puede desaparecer espontáneamente y no requerir tratamiento, pero requiere de controles más frecuentes por si evolucionan a células malignas.

5.      Lesión intraepitelial de alto grado o SIL de alto grado. Son células con anormalidades grandes y una alta probabilidad de evolucionar a cáncer si no se realiza un tratamiento. A veces el SIL de alto grado clasifica en varias categorías según el grado de anormalidad de las células. Estos cambios no suelen desaparecer de forma espontánea y suelen requerir un estudio más completo y un tratamiento.

6.      Carcinoma de células escamosas. Significa que se han detectado células cancerosas en la citología. Este hallazgo es muy infrecuente en personas que se han hecho adecuadamente sus revisiones.

Limitaciones o errores en los resultados de la citología cervical

Aunque la citología de cérvix es una de las mejores pruebas de cribado que hay en medicina, y ha logrado disminuir la incidencia de cáncer cervical en un 50%, hay que reconocer que tiene algunas limitaciones. A veces, la citología no detecta células cancerosas que sí existen, lo que se llama un falso negativo, o por el contrario, puede diagnosticar que hay células anormales cuando en realidad no hay un cáncer, lo que llamamos falsos positivos.

Estos errores se pueden producir porque se toman muestras en zonas donde no está el tumor o por errores en el procesamiento o análisis de la muestra. Por eso es importante acudir a centros con buenos controles de calidad y hacerse la prueba de forma periódica.


Fuente: webconsultas.

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