ROTURA DEL TENDÓN DE AQUILES
ROTURA
DEL TENDÓN DE AQUILES
Los
tendones son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos. Pueden
unir también los músculos a estructuras como el globo ocular. Los tendones
sirven para mover el hueso o la estructura, mientras que los ligamentos son el
tejido conectivo fibroso que une los huesos entre sí y generalmente su función
es la de unir estructuras y mantenerlas estables.
El
tendón de “Aquiles” corre por la parte trasera de la parte inferior de la
pierna y conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón, por lo
que facilita caminar ayudando a levantar el talón del suelo. Se le llamó “Aquiles”
a este tendón en honor a Aquiles, héroe griego cuyas proezas nos llegan a
nosotros por los cantos épicos de Homero: La Ilíada. La leyenda cuenta que,
cuando era niño, su madre Tetis le tomó del talón y lo sumergió en el río
Estigia para hacerlo inmortal. Funcionó bien, hasta que le dispararon una
flecha en el talón (única parte no sumergida entonces) y murió.
Rotura del Tendón
Una
ruptura del tendón de Aquiles es un rasgado total o parcial que ocurre cuando
el tendón es estirado excediendo su capacidad. Un salto o giro forzado, o
aceleraciones repentinas al correr, pueden dar lugar a un estiramiento excesivo
del tendón y causar una rasgadura. Una caída o tropiezo también pueden causar
lesiones en el tendón.
Las
rupturas del tendón de Aquiles se ven con mayor frecuencia en los “guerreros de
fin de semana” – típicamente personas de mediana edad que practican deportes en
su tiempo libre -. Con menor frecuencia, se debe a enfermedades o medicamentos
tales como esteroides o ciertos antibióticos (como el ciprofloxacino) pueden
debilitar el tendón y contribuir a las rupturas.
Señales y Síntomas
Una
persona con ruptura del tendón de Aquiles puede experimentar uno o más de los
siguientes:
·
Dolor repentino
(que se siente como una patada o puñalada) en la parte trasera del tobillo o de
la pantorrilla – que a menudo disminuye y deviene en un dolor sordo
·
Sensación de
reventón o rotura
·
Hinchazón en la
parte trasera de la pierna entre el talón y la pantorrilla
·
Dificultad para
caminar (especialmente subiendo escaleras o ascendiendo) y dificultad para
apoyarse sobre los dedos de los pies
·
Estos síntomas
requieren de pronta atención médica para evitar daños adicionales. Mientras el
paciente puede ver al médico, debe usarse el método “R.I.C.E.” (por su sigla en
inglés). Éste involucra:
Rest (Reposo). No apoye el pie o tobillo lesionados, dado que
caminar puede causar dolor o daños adicionales.
Ice (Hielo). Coloque una bolsa de hielo cubierta con una toalla
delgada para reducir la hinchazón y el dolor. No ponga el hielo directamente
sobre la piel.
Compression (Compresión). Envuelva el pie y el tobillo con una venda elástica
para evitar una mayor hinchazón.
Elevation (Elevación). Mantenga el pie elevado para reducir la hinchazón.
Debe estar al nivel o ligeramente por encima del nivel del corazón.
Diagnóstico
Al
diagnosticar una ruptura del tendón de Aquiles, el cirujano de pie y tobillo le
hará preguntas sobre cómo y cuándo ocurrió la lesión y querrá saber si el
paciente se ha lesionado el tendón anteriormente o si ha experimentado síntomas
similares. El cirujano examinará el pie y el tobillo, tocando para buscar un
defecto en el tendón que sugiera una rasgadura. Se evaluará el rango de
movimiento y la fortaleza muscular, y se compararán con las del pie y tobillo
no lesionados. Si hay ruptura del tendón de Aquiles, el paciente tendrá menos
fuerza empujando hacia abajo (como en el pedal del acelerador) y tendrá
dificultades para apoyarse sobre los dedos de los pies.
El
diagnóstico de una ruptura del tendón de Aquiles es generalmente directo y
puede ser hecho mediante este tipo de examen. En algunos casos, sin embargo, el
cirujano puede ordenar una imagen de resonancia magnética u otros exámenes
avanzados de imágenes.
Tratamiento
Las
opciones de tratamiento para una ruptura del tendón de Aquiles incluyen
enfoques quirúrgicos y no quirúrgicos. La decisión de proceder con tratamiento
quirúrgico o no quirúrgico se basa en la gravedad de la ruptura y el estado de
salud y nivel de actividad del paciente.
Tratamiento No Quirúrgico
El
tratamiento no quirúrgico, que se asocia generalmente con una mayor tasa de
reincidencia de ruptura, se selecciona para rupturas menores, pacientes menos
activos, y aquéllos con afecciones médicas que les impiden someterse a cirugía.
El tratamiento no quirúrgico involucra el uso de un yeso, bota para caminar o
una tobillera o aparato de soporte para restringir el movimiento y permitir que
el tendón roto sane.
Cirugía
La
cirugía ofrece beneficios potenciales importantes. Además de reducir la
posibilidad de reincidencia de la ruptura del tendón de Aquiles, la cirugía a
menudo aumenta la fortaleza de elevación del pie del paciente y mejora el
funcionamiento muscular y el movimiento del tobillo.
Hay
diversas técnicas quirúrgicas disponibles para reparar la ruptura. El cirujano
seleccionará el procedimiento más idóneo para el paciente.
Después
de la cirugía, el pie y el tobillo son inmovilizados inicialmente con un yeso o
bota para caminar. El cirujano determinará cuándo puede empezar a soportar peso
el paciente.
Pueden
surgir complicaciones tales como dificultades en la curación de las incisiones,
reincidencia de la ruptura del tendón, o dolor neurológico después de la
cirugía.
Fisioterapia
Ya
sea que la ruptura del tendón de Aquiles sea tratada con o sin cirugía, la
fisioterapia es un componente importante del proceso de curación. La
fisioterapia involucra ejercicios que fortalecen los músculos y mejoran el
rango de movimiento del pie y del tobillo.
Fuente:
Biolaster.com
foothealthfacts.org
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