EMERGENCIA Y URGENCIA
EMERGENCIA Y URGENCIA
¿QUÉ ES UNA EMERGENCIA MÉDICA?
Aquella situación que pone en peligro inmediato la vida del
paciente o la función de algún órgano si es que no es tratado en el lapso de
una hora. El paciente presenta alteración súbita y crítica del estado de salud,
con riesgo inminente de muerte y que requiere de atención inmediata.
Al
final de este texto, detallaré qué casos
se consideran emergencias – disculpen la terminología médica, pero explicar
cada una de ellas sería larguísimo y engorroso, sólo menciono las enfermedades
que se vinculan a la categoría de emergencia -.
¿QUÉ ES
UNA URGENCIA DE SEGUNDA PRIORIDAD?
Contempla
problemas de salud que de acuerdo con la evolución de su gravedad podrían poner
en peligro, en tiempo mediato (menos de 24 horas) la vida del paciente.
¿QUÉ ES
UNA URGENCIA MENOR O DE TERCERA PRIORIDAD?
Enfermedad
que por el curso de su evolución no pondría en peligro la vida del paciente en
tiempo inmediato ni mediato, por lo que pudiera esperarse el curso de 24-48 h
para ser tratados por su médico de familia o por consultorios externos.
¿QUÉ
ACTITUD TOMO COMO PADRE?
Es
difícil en calidad de padre hacer este tipo de evaluaciones sin tener un título
de médico. Usted no querrá llevar a su hijo a toda prisa a un servicio de emergencia
o urgencias hospitalarias si no se trata realmente de un caso delicado y puede
esperar a pedir consulta con su pediatra.
Por
otro lado, tampoco querrá dudar y perder un tiempo precioso para solicitar
atención médica si su hijo necesita un tratamiento inmediato. Si tiene dudas,
lo mejor que puede hacer es llamar al pediatra del niño. A medida que su hijo
vaya creciendo —e inevitablemente vaya contrayendo más enfermedades y teniendo
más accidentes— usted aprenderá a confiar en sí mismo a la hora de decidir
cuándo se trata de una urgencia médica y cuándo no.
Recuerde
que en aquellos casos en que usted sepa que el problema de su hijo es leve, es
mejor que vaya a por consultorios externos de algún centro de salud o trate el
problema en casa, en vez de llevarlo al servicio de urgencias de un hospital
porque, cuanta más gente acude a estos servicios por problemas médicos que no
son urgentes, más tiempo tiene que esperar todo el mundo para ser atendido.
Recuerde,
si usted duda sobre si el problema de salud de su hijo es o no una urgencia
médica, llame al pediatra. He aquí algunos ejemplos de cuándo debería llevar a
su hijo a un servicio de emergencias hospitalarias:
·
Tiene
dificultades para respirar o le falta el aliento
·
Se ha producido
un cambio en su estado mental, por ejemplo, se ha puesto anormalmente
soñoliento de repente, no hay forma de despertarlo o parece desorientado o
confundido.
·
Se ha hecho un
corte u otra herida en la piel y no hay forma de cortar la hemorragia
·
Presenta rigidez
de nuca acompañada de fiebre
·
Respira muy
deprisa y su frecuencia cardiaca no baja
·
Ha ingerido
accidentalmente alguna sustancia venenosa o una dosis excesiva de un
medicamento
·
Está sangrando
profusamente o ha sufrido un traumatismo craneoencefálico.
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