HIPERSOMNIA O NECESIDAD DE DORMIR DURANTE EL DÍA
HIPERSOMNIA
O NECESIDAD DE DORMIR DURANTE EL DÍA
La
hipersomnia es un trastorno del ciclo de sueño-vigilia normal, y en el que se
produce una excesiva necesidad de dormir durante el día sin causa aparente que
lo justifique, o en el que el sueño nocturno se alarga excesivamente llegando a
las diez horas o más. Para considerar que se trata de hipersomnia, la
alteración del sueño debe de mantenerse como mínimo un mes.
El
sueño es fundamental para nuestra salud, no sólo para descansar de la fatiga
del día, sino porque durante el mismo se activa en mayor medida nuestro sistema
inmune, y se desarrollan una serie de procesos claves para el organismo.
Normalmente este reposo se hace coincidiendo con la noche, aunque en algunos
sitios también es costumbre tener un breve descanso a mitad del día, la siesta,
una regularidad que se ve rota por la hipersomnia.
Se
trata de un trastorno de origen desconocido, en el que los pacientes no
muestran diferencias en el sueño a nivel neuronal, y presenta una baja
incidencia en la población general –entre el 0,5 al 5% de los adultos–,
afectando por igual a hombres y mujeres. Su inicio es temprano, normalmente
entre los 15 y los 30 años, y si no se realiza un diagnóstico y tratamiento
adecuados, se puede volver crónico, aumentando su frecuencia y el número de
horas en las que duerme el paciente.
Síntomas
La
manifestación más destacada y evidente de la hipersomnia, también denominada
somnolencia prolongada o adormecimiento diurno excesivo, es precisamente el
aumento significativo del número de horas que pasa el paciente durmiendo; ya
sea porque su sueño nocturno se prolonga más allá de las ocho horas
recomendadas en adultos, o porque también duerme unas cuantas horas durante el
día a pesar de haber descansado suficiente por la noche.
Si
no se realiza ningún tipo de intervención terapéutica para corregirlo, este
trastorno se va volviendo crónico y el afectado aumenta progresivamente las
horas dedicadas a dormir, y puede pasar de echarse una breve siesta, a tres,
cinco, o más episodios diurnos de sueño, pudiendo llegar a permanecer dormido
durante más horas de las que está despierto.
Aunque
en principio esto no parece tener ninguna consecuencia sobre la salud del
paciente, la hipersomnia sí va a afectar de forma importante a otros ámbitos de
su vida como el laboral, el social, e incluso el familiar, que se van a
deteriorar en función del aumento de horas de sueño o el número de ocasiones en
que el paciente duerme durante el día.
De
hecho, la pérdida del trabajo puede ser una de las consecuencias más graves a
nivel profesional, pero también puede sufrir un accidente de tráfico mientras
conduce, ya que la somnolencia aparece especialmente cuando se realizan tareas
monótonas como conducir, o estar sentado en la silla de la oficina, haciendo
así más probable que el paciente se duerma; en cambio las actividades que
requieren de mayor esfuerzo físico le mantienen despierto pero le agotan.
Diagnóstico
Las
manifestaciones que indican una somnolencia excesiva se tienen que mantener
como mínimo durante un mes para poder establecer el diagnóstico de hipersomnia
y, además, hay que distinguir este trastorno del sueño de otros que pueden
presentarse con sintomatología parecida como:
1.
La simulación,
donde existe una intención de engañar para obtener algún beneficio o para
evitar alguna obligación, simulando la persona un sueño excesivo a pesar de que
no lo sienta.
2.
La holgazanería y
la pereza, que hacen que la persona presente una tendencia a no querer trabajar
y a postergar las tareas sin causa que lo justifique.
3.
La hipersomnia
secundaria, provocada por la ingesta de alguna sustancia o medicamento, o
motivada por alguna enfermedad como en el caso de algunos cánceres.
4.
El síndrome de
Kleine-Levin también denominado el síndrome de la bella durmiente, donde además
de hipersomnia se da también una hiperfagia (alimentación compulsiva y
excesiva), hipersexualidad, y algunos trastornos cognitivos y del estado de
ánimo.
Todas
estas manifestaciones tienen que ser evaluadas y descartadas por el
especialista antes de poder dar un diagnóstico de hipersomnia y establecer el
tratamiento correspondiente para superarlo.
Tratamiento y prevención
Para
tratar la hipersomnia, y siempre que así lo estime el especialista del sueño,
se recetarán medicamentos específicos para ayudar al paciente a mantenerse
despierto por más tiempo. Esto es preferible a la ingesta masiva de sustancias
psicoactivas, como el café, con lo que algunas personas tratan de compensar su
hipersomnia, sin darse cuenta de que una ingesta excesiva de psicoestimulantes
puede traer graves consecuencias para su salud, sobre todo a nivel cardíaco.
El
tratamiento no farmacológico de la hipersomnia o adormecimiento diurno excesivo
consiste en:
1
Terapia corporal, con el objetivo de que la persona aprenda a detectar cuándo
empieza a mostrar síntomas de somnolencia, para levantarse y realizar una serie
de ejercicios que le ayuden a despejarse.
2
Técnicas que fortalezcan la atención y la constancia en las tareas que se
realizan.
3
Técnicas de comunicación social, que le permitan comentar y explicar
convenientemente a los demás su problema, y evitar así las consecuencias de la
incomprensión.
Además
de estas técnicas, es importante que sigas los consejos de higiene del sueño
que te ofrecemos a continuación:
Consejos para prevenir la hipersomnia
Aunque
las causas de la hipersomnia son todavía desconocidas, siguiendo estos consejos
se puede aumentar la calidad del sueño y del descanso, y prevenir su aparición:
·
Procura dormir
ocho horas diarias, ya sea de una sola vez o en varios momentos separados.
·
Establece un
horario regular de sueño, acostándote y levantándote todos los días a la misma
hora.
·
Evita realizar
ejercicio físico poco antes de dormir, ya que te dificultará conciliar el
sueño.
·
Mantén el cuarto
de dormir ventilado y libre de ruidos, para dormir tranquilamente y sin
sobresaltos.
·
Desconéctate de
las redes sociales al menos dos horas antes de dormir.
·
Procura realizar
ejercicios de respiración profunda y visualización positiva antes de dormir
para calmar la mente.
·
Evita
preocupaciones, discusiones y disgustos antes de acostarse, ya que eso va a
afectar negativamente a la calidad del sueño, y puede hacer que éste no sea
reparador, y que te levante al día siguiente con sensación de cansancio a pesar
de haber dormido ocho horas.
·
Cena de forma
ligera, pues las cenas copiosas interfieren con el sueño.
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