ESTREÑIMIENTO
ESTREÑIMIENTO
El
estreñimiento es un síntoma que el paciente describe como un esfuerzo excesivo
para defecar, una sensación de evacuación incompleta, intentos fallidos para
defecar, deposiciones duras y/o disminución de la frecuencia de las
deposiciones semanales.
Causas
En
un estreñimiento, las causas suelen estar en una de las siguientes alteraciones
funcionales del intestino:
El
movimiento del intestino grueso está muy ralentizado. El intestino grueso es lento y necesita el doble de
tiempo para conducir las heces hacia el recto. Esto hace que los productos de
la digestión procedentes del intestino delgado se acumulen en el intestino
grueso. Por otro lado, el mayor tiempo de permanencia de las heces en el
intestino grueso, hace que se absorba más líquido a las heces, lo que hace que
se vuelvan más duras y rígidas.
El
intestino grueso trabaja en gran parte de una forma normal. Pero el recto está bloqueado, por lo que los
afectados no pueden evacuar o solo con gran esfuerzo. En estos casos, estamos
ante el llamado trastorno de vaciado.
Ambos
trastornos de la actividad intestinal pueden ser funcionales. Esto significa que no puede hallarse ninguna causa
orgánica para el estreñimiento. Por otro lado, existe un gran número de causas
que pueden provocar estreñimiento. Entre ellas se encuentran una alimentación
incorrecta y la falta de ejercicio físico, diferentes enfermedades del intestino,
nervios y músculos, trastornos hormonales y determinados medicamentos.
Una
forma frecuente de estreñimiento es el denominado estreñimiento crónico
idiopático. Las causas más comunes son una alimentación incorrecta pobre en fibras
y una retención del acto de defecar, ya sea por vergüenza o por falta de
tiempo. La falta de ejercicio y de líquidos también desempeña un papel
importante: Así, los niños con alguna discapacidad o con una enfermedad crónica
padecen con mayor frecuencia de estreñimiento que niños sanos, probablemente
porque pueden moverse menos.
También
es frecuente el estreñimiento en muchos viajeros por hallarse en un entorno
desconocido, al igual que en algunos trabajadores a turnos, por la modificación
del ritmo día-noche.
Síntomas
Los
síntomas típicos del estreñimiento son unas heces duras y, en muchos casos, la
incapacidad de realizar la evacuación sin tener que realizar un gran esfuerzo,
en muchas veces doloroso. La frecuencia de la defecación disminuye. Como regla
general: Una frecuencia defecatoria inferior a tres veces por semana es un
indicio de estreñimiento. Además del estreñimiento, muchos afectados tienen
también una sensación de evacuación incompleta constante. Otros tienen la
sensación de que su recto está bloqueado y son, a menudo, incapaces de evacuar
las heces. En casos extremos, deben ayudarse de los dedos para poder
expulsarlas. Determinados síntomas de estreñimiento como una menor frecuencia
de las defecaciones no tienen por qué ser problemáticos. En muchos casos, una
defecación no tan frecuente no supone ninguna molestia. No obstante, los
afectados se inquietan al pensar que un mayor tiempo de permanencia de las
heces en el cuerpo puedan dañarles e incluso intoxicarles. Pero esta
preocupación no tiene fundamento. La consigna es la precaución si el
estreñimiento va acompañado de sangre en las heces, de una pérdida de peso
rápida o de síntomas que pueden señalar a un íleo intestinal. Entre estos
síntomas se encuentran las náuseas, los vómitos y los dolores tipo cólico. Si
se padecen este tipo de síntomas, es aconsejable consultarlos de inmediato con
un médico.
Síntomas
de alarma:
Estreñimiento de nueva aparición en un paciente mayor
de 50 años.
Persistencia de los síntomas en la noche.
Cambio en el calibre de las heces. Estrechamiento del
bolo fecal.
Síntomas obstructivos.
Historia familiar de cáncer de colon o enfermedad
inflamatoria intestinal.
Anemia ferropénica.
Pérdida de peso.
Sangrado rectal.
Test de sangre oculta en heces positivo.
Estreñimiento
en niños
En
caso de estreñimiento en niños hay que atender a otras consideraciones en
cuanto a los síntomas. Si un niño lactante no efectúa ninguna evacuación
durante tres a cuatro días, no tiene por qué suponer esto un estreñimiento. La
regla general de la frecuencia de evacuación en lactantes es la siguiente: son
normales tanto cinco veces al día como una vez cada cinco días. El cambio de
alimentación a papillas provoca unas heces más sólidas con cambio de color y,
generalmente, fuerte olor. Además la frecuencia de la defecación disminuye.
Esto también es normal. Los posibles síntomas de un estreñimiento en los niños
son: heces muy infrecuentes (una vez a la semana) y, además, heces duras y
secas.
Diagnóstico
Para
diagnosticar estreñimiento se lleva a cabo una consulta detallada y un examen
físico del afectado, seguido de un análisis de sangre y de heces. En primer
lugar, el médico pregunta acerca de las molestias y de los hábitos de vida,
como la duración del estreñimiento y los hábitos alimenticios. Estos datos
pueden arrojar los primeros indicios de la posible causa del estreñimiento. El
posterior examen detallado para el diagnóstico del estreñimiento consiste en
explorar el vientre y los ruidos intestinales con ayuda de un estetoscopio. El
médico explora el recto con los dedos. Mediante un análisis de sangre se
averigua el nivel de potasio, así como la concentración de hormonas tiroideas.
Mediante el denominado hemocultivo pueden analizarse si las heces contienen
sangre oculta. Si un primer tratamiento con fibras vegetales no puede aliviar
los síntomas del estreñimiento, son necesarios otros exámenes para el
diagnóstico para determinar el lugar y la causa del estreñimiento:
Colonoscopia
En
caso de estreñimiento puede ser adecuada una colonoscopia como diagnóstico
posterior: en este caso un endoscopio introducido en el intestino grueso
muestra imágenes de sus paredes interiores. Así puede constatarse si la causa
del estreñimiento son enfermedades inflamatorias o una alteración anormal de la
pared del intestino grueso. Si no es posible una colonoscopia, puede efectuarse
en su lugar radiografías o ecografías.
Prueba de Hinton
En
caso de estreñimiento, el diagnóstico puede efectuarse mediante la denominada
prueba de Hinton: con esta prueba es posible determinar y constatar la duración
de permanencia de las heces, dónde exactamente se produce el estreñimiento, en
el propio intestino grueso o en la zona del recto, que puede estar bloqueado.
Para ello, los afectados ingieren una cápsula diaria durante seis días seguidos
(cada cápsula contiene varios marcadores que son visibles mediante
radiografías). El séptimo día se efectúa una radiografía del estómago. Si la
prueba de Hinton da una permanencia de más de 60 horas, el causante del
estreñimiento es con toda probabilidad un intestino grueso lento. Si, a pesar
de los síntomas de estreñimiento, la prueba muestra una duración media de permanencia
(de 30 a 40 horas), el problema se halla, probablemente, en un recto bloqueado.
En este caso, estamos ante el llamado trastorno de vaciado.
Tratamiento
En
caso de estreñimiento, el tratamiento depende de la causa de los problemas de
estreñimiento y de cómo se manifiestan. Si es otra enfermedad la causante del
estreñimiento, es necesario tratar dicha enfermedad. En caso de que sean
determinados medicamentos los causantes del estreñimiento, el tratamiento
consiste en reducir su dosificación, siempre que sea posible, o en dejar de
tomarlos por completo. Si su niño tiene constantes molestias digestivas o su
frecuencia al defecar es baja, consúltelo con su pediatra. No utilice cualquier
medicamento o remedio casero para tratar su estreñimiento.
Antes
de iniciar el tratamiento médico, hay algunas cosas que puede hacer usted
mismo. Con frecuencia basta con un cambio en la alimentación. Alimentos ricos
en fibras hinchan las heces y aumentan al mismo tiempo la cantidad de agua en
las mismas. Las heces hinchadas presionan contra la pared intestinal lenta y la
estimulan para que se mueva más deprisa. Por otro lado, una mayor ingesta de
agua también hace que las heces sean más blandas. Merece la pena, por tanto,
cambiar la alimentación en caso de estreñimiento hacia unos alimentos más ricos
en fibras solubles e insolubles como pan integral, ciruelas, higos y otros
tipos de frutas y verduras.
Asimismo,
el ejercicio y la mayor ingesta de líquidos pueden ser eficaces contra el
estreñimiento. También es importante no aplazar la visita al aseo por vergüenza
o falta de tiempo. Por otro lado, debería limitar los alimentos astringentes
como el pan blanco, el chocolate, el cacao, el té negro o el vino tinto.
También
en los niños pueden ser útiles medidas similares: si su bebé padece de
estreñimiento al cambiar a la alimentación sólida con papillas, debería hacer
sus papillas con mayor cantidad de agua y darle mucha mayor cantidad de
líquidos. Sustituya alimentos más bien astringentes (como los plátanos o las
manzanas ralladas) por albaricoques o peras. También el uso de lactosa puede
ser útil para tratar el estreñimiento, pero únicamente bajo supervisión médica.
Dependiendo de la edad de su niño, también puede consumir más productos integrales.
A algunos niños también les resultan útiles los masajes en el vientre o
ejercicios físicos. Si las molestias son muy evidentes, debería acudir a su
pediatra.
Fuente:
onmeda
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