SÍNTOMAS DE CÁNCER QUE PASAN DESAPERCIBIDOS
SÍNTOMAS DE CÁNCER QUE PASAN DESAPERCIBIDOS
Aunque tenemos la sensación de que el cáncer es la enfermedad
más extendida y peligrosa, solemos olvidar que desde los años 70 el porcentaje
de supervivencia de los enfermos se ha multiplicado por tres, en parte por el
enorme avance en los tratamientos, en parte por los programas de cribado que
garantizan un diagnóstico precoz.
Lo cierto es que la mayoría de cánceres son fácilmente
tratables si se detectan antes de que el tumor se haya extendido por varias
zonas del cuerpo, pero, por desgracia, no todo el mundo acude al médico a la
más mínima señal de que algo va mal: en muchos casos porque no da importancia a
algunos síntomas cruciales.
Como explica en 'The Telegraph' Peter Johnson, profesor de
oncología médica de la Southampton University, “muchos de los primeros síntomas
del cáncer son vagos y no específicos, y la gente debe estar atenta a ellos
para informar a su médico si es necesario. Pero no somos buenos prestando
atención a nuestros cuerpos, así que ignoramos síntomas menores que, ocasionalmente,
pueden estar provocados por un cáncer temprano”.
Atento a las señales de
alarma
Ninguna persona sin la formación adecuada está capacitada
para saber si tiene cáncer por sí misma, pero la línea que separa al
hipocondriaco del prudente es en ocasiones demasiado fina. Según un estudio
elaborado por Cancer Research UK, y publicado en 2014 en la revista 'Plos One',
más de la mitad de los británicos (un 53% de las 2.000 personas que conformaron
la muestra) habían sufrido alguna vez uno de los síntomas que podrían indicar
la presencia de un cáncer, pero sólo el 2% pensaron que podían padecer la
enfermedad y más de un tercio ignoraron por completo las alarmas y no acudieron
al médico.
La doctora Katriina Whitaker, investigadora del University
College London y autora principal de aquella investigación fue clara al
respecto:
“La gente cree que no
debemos animar a las personas a ser hipocondriacas, pero tenemos un problema
con los individuos a los que les da vergüenza ir al médico pues creen que van a
hacerle perder el tiempo y van a malgastar inútilmente los recursos del sistema
de salud. Tenemos que lanzar el mensaje de que si tienes síntomas que no
desaparecen, particularmente aquellos que se consideran señales de alarma, no
debes ignorarlos, debes ir al médico y buscar ayuda”.
Casi todo el mundo acude al médico ante signos evidentes de
enfermedad, como la pérdida de peso acelerada y repentina, la presencia de
sangre en las heces u orina, los bultos o lunares en la piel o cualquier dolor
fuerte al que no se encuentre explicación, pero hay otros síntomas sutiles que
pueden pasar desapercibidos. Son estos:
1. Afonía, ronquera o
tos
Estar afónicos, toser y carraspear son síntomas habituales de
los catarros y, por tanto, no solemos darles demasiada importancia, pero si
estos problemas persisten durante más de dos o tres semanas (un tiempo más que
suficiente para curar un resfriado o gripe) es mejor ir al médico.
“La afonía persistente
puede ser indicativa de un cáncer primerizo y curable de cabeza o cuello, como
aquellos que afectan a las cuerdas vocales”, explica en 'The Telegraph' el oncólogo David
Bloomfield. A día de hoy las técnicas de cirugía mínimamente invasivas permiten
deshacerse del tumor sin perder la voz: pero siempre que este se detecte a
tiempo.
La tos persistente es también uno de los primeros síntomas
del cáncer de pulmón, y debemos visitar a nuestro médico si llevamos padeciéndola
más de tres semanas.
2. Sudoración nocturna
En verano es habitual levantarse empapado en sudor debido al
calor. Se trata también de un problema común entre las mujeres menopaúsicas.
Pero si el problema persiste y no parecen ser estas las causas, es posible que
padezcamos un linfoma.
Estos cánceres afectan a los componentes del sistema
linfático, una parte del sistema circulatorio encargada de activar el sistema
inmunitario, transportar el quilo y mantener el equilibro osmolar, una función
básica del metabolismo celular. Antes de que aparezca ningún dolor, el
metabolismo se acelera, ya que las células cancerígenas del sistema linfático
necesitan un montón de energía; el cuerpo, por tanto, no logra descender su temperatura
por la noche y sudamos a borbotones.
Otros síntomas incluyen bultos de dos centímetros o más en la
axila, la ingle (donde está el bazo) o el lateral del cuello (donde está la
amígdala).
3. Acidez persistente
Cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago se
produce esa molestia dolorosa comúnmente conocida como acidez o reflujo. No es
raro padecerlo después de una comilona, una noche de juerga o una cena con
mucho picante, pero la acidez continuada puede ser signo de problemas más
graves.
“La sensación
desaparece pasado un poco de tiempo, pero el ácido que vuelve puede estar
causando un daño mayor en el revestimiento del esófago”, explicaba en 'Men´s Health' el gastroenterólogo
Patrick Hyatt. El problema es que cuando el reflujo se da con frecuencia, acaba
con las células que recubren las paredes del esófago y nuestro organismos se ve
obligado a hacer un cambio anormal reemplazándolas por otro tipo de células más
resistentes al ácido, lo que se traduce en una condición denominada esófago de Barret
que puede ser la antesala de un cáncer de esófago.
Si tienes acidez durante más de dos o tres semanas y debes
tomar antiácidos de forma regular es mejor que vayas al médico a exponer tu
problema. El reflujo gastroesofágico puede ser signo también de cáncer de
ovario o páncreas.
4. Dolor de espalda
El dolor de espalda es, tras el de cabeza, el más común en la
población y es, además, la mayor causa de bajas laborales. Aunque el 99% de los
casos son de origen muscoloesquelético, el dolor de espalda es también uno de
los más comunes síntomas de cáncer de páncreas.
Este cáncer es uno de los más difíciles de detectar y, por
tanto, uno de los que tiene la mortalidad más elevada, pues no se nota hasta
que el tumor es tan grande que presiona los nervios cercanos (ocasionando dolor
de espalda o abdomen).
¿Cómo distinguir un dolor de espalda corriente de algo más
grave? Ante la duda, claro está, debemos acudir a ver al médico, pero mientras
que los dolores de espalda muscoloesqueléticos suelen ser más fuertes en la
parte baja de la espalda, aquellos asociados al cáncer de páncreas se centran
un palmo por encima (a la altura de este órgano encargado de la producción de
hormonas). Esta enfermedad va asociada además a otros síntomas como la pérdida
de peso o el cansancio.
5. Menstruación tras la
menopausia
Cualquier sangrado vaginal posterior a la menopausia debe
llevarnos de inmediato al médico, pues es la señal temprana más evidente del
cáncer de endometrio, cada vez más común debido a su relación directa con el
sobrepeso. La buena noticia: si se detecta a tiempo es un cáncer que cuenta con
un tratamiento muy efectivo.
6. Problemas orinando
Como explica un manual de la American Cancer Society, el
dolor al orinar, la presencia de sangre en la orina o los cambios en la función
de la vejiga (tales como orinar con mayor o menor frecuencia) pueden estar
relacionados con cánceres de vejiga o próstata, enfermedades comunes en los
hombres.
Aunque con la edad los hombres tienen que orinar con más
frecuencia (dado el crecimiento de la próstata), una incontinencia excesiva
–esto es, no poder pasar más de unas pocas horas sin mear– es el principal
síntoma de estas enfermedades. De nuevo, se trata de un cáncer (sobre todo el
de próstata) muy fácilmente tratable si se detecta a tiempo.
7. Dificultades al
tragar
Por lo general, la dificultad para tragar no es indicativa de
que se sufre un cáncer –y es un síntoma común si se ha sufrido un ictus o algún
otra lesión cerebral–, pero si es persistente podría ser señal de un cáncer de
esófago, de estómago o de faringe (garganta). Otro síntoma de este tipo de
enfermedades es el dolor en la parte posterior de la boca. Todos estos cánceres
son más frecuentes entre los fumadores y los bebedores empedernidos.
8. Heces sueltas
La diarrea es un es una alteración de las heces caracterizada
por un aumento del volumen, la fluidez y la frecuencia de las deposiciones, en
comparación con las condiciones fisiológicas normales, habitual tras
intoxicaciones o como síntoma de muchas enfermedades gastrointestinales. Pero
si resulta persistente también puede ser un indicativo de cáncer de intestino
o, más raramente, ovario o páncreas.
En opinión del profesor Johnson, cualquier cambio repentino
en el funcionamiento habitual de nuestro sistema excretor que dure más de dos
semanas debe alertarnos para acudir al médico.
9. Una herida que no se
cura
Mucha gente sabe que los lunares que crecen, duelen o sangran
pueden ser síntomas de cáncer de piel, pero también debemos estar atentos a las
pequeñas heridas que no cicatricen en más de cuatro semanas. Normalmente no
duelen, pero pueden sangrar o picar, y pueden ser indicativo de algo más grave
que una simple hemorragia.
10. Llagas en la lengua
Las llagas en la boca que no cicatrizan pueden ser
indicativas de un cáncer oral, y es muy importante que la gente que fuma o bebe
alcohol lo trate cuanto antes, pues su consumo puede complicar el desarrollo de
la enfermedad. “Una llaga en la boca que
permanezca tres o cuatro semanas, con o sin dolor, necesita ser observada, pues
puede tratarse de un cáncer de la lengua o la boca”, explica el profesor
Johnson.
También debemos estar alerta ante la aparición de manchas
blancas en la lengua o el interior de la boca, pues pueden ser un indicativo de
leucoplaquia, un área precancerosa que aparece en zonas donde la irritación es
frecuente. A menudo, es causada por el hábito de fumar, más aún si se hace en
pipa o mascando. Si no se trata, la leucoplaquia puede convertirse en cáncer de
boca.
Fuente: elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-02/diez-sintomas-del-cancer-que-pueden-pasar-desapercibidos_1144884/
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