ANEMIA: CAUSAS, SÍNTOMAS Y COMPLICACIONES
ANEMIA: CAUSAS, SÍNTOMAS Y COMPLICACIONES
La
anemia es una afección que se caracteriza por la falta de suficientes glóbulos
rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del
cuerpo. Si tienes anemia, es probable que te sientas cansado y fatigado.
Nuestro
organismo produce tres tipos de glóbulos sanguíneos: glóbulos blancos para
luchar contra las infecciones, plaquetas para ayudar en la coagulación y
glóbulos rojos para transportar oxígeno por todo el cuerpo.
Los
glóbulos rojos contienen hemoglobina; una proteína rica en hierro que le otorga
a la sangre su color rojo. La hemoglobina les permite a los glóbulos rojos
transportar oxígeno desde los pulmones hacia otras partes del cuerpo y dióxido
de carbono desde otras partes del cuerpo hacia los pulmones para que pueda ser
exhalado.
La
mayoría de los glóbulos, incluidos los glóbulos rojos, se producen regularmente
en tu médula ósea; un material esponjoso que se encuentra dentro de las
cavidades de muchos de los huesos grandes. Para producir hemoglobina y glóbulos
rojos, tu cuerpo necesita hierro, vitamina B-12, ácido fólico y otros
nutrientes de los alimentos que ingieres.
1. Causas de la
anemia
Entre
los diferentes tipos de anemia y sus causas se incluyen los siguientes:
Anemia ferropénica. Este es el tipo más frecuente de anemia en todo el
mundo. La causa de la anemia ferropénica es una escasez de hierro en el cuerpo.
La médula ósea necesita hierro para producir hemoglobina. Sin la cantidad
adecuada de hierro, el cuerpo no puede producir hemoglobina suficiente para los
glóbulos rojos.
Este
tipo de anemia suele presentarse en muchas mujeres embarazadas que no toman
suplementos de hierro. También ocurre por pérdida de sangre, como sangrado
menstrual importante, úlceras, cáncer y uso periódico de algunos analgésicos de
venta libre, especialmente la aspirina.
Anemia por deficiencia de vitaminas. Además de hierro, el cuerpo necesita ácido fólico y
vitamina B-12 para producir suficientes glóbulos rojos sanos. Una dieta sin una
cantidad suficiente de estos y otros nutrientes clave puede provocar una
disminución en la producción de glóbulos rojos.
Asimismo,
es posible que algunas personas consuman suficiente B-12, pero sus cuerpos no
puedan procesar la vitamina. Esto puede generar anemia por deficiencia de
vitaminas, también conocida como anemia
perniciosa.
Anemia por enfermedad crónica. Algunas enfermedades (como cáncer, VIH/SIDA, artritis
reumatoide, enfermedades renales, enfermedad de Crohn y otras enfermedades
inflamatorias crónicas) pueden interferir con la producción de glóbulos rojos.
Anemia aplásica. Esta anemia inusual y potencialmente mortal se
provoca cuando el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos. Entre
las causas de la anemia aplásica se incluyen infecciones, determinados
medicamentos, enfermedades auto inmunitarias y exposición a sustancias químicas
tóxicas.
Anemias asociadas con enfermedades de la
médula ósea. Diversas enfermedades,
como leucemia y mielofibrosis, pueden provocar anemia al afectar la producción
de sangre en la médula ósea. Los efectos de estos tipos de cáncer y trastornos
similares al cáncer pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales.
Anemias hemolíticas. Este grupo de anemias se desarrolla cuando los
glóbulos rojos se destruyen más rápidamente de lo que la médula ósea puede
reemplazarlos. Algunas enfermedades de la sangre aumentan la destrucción de
glóbulos rojos. Las anemias hemolíticas se pueden heredar o desarrollar con el
tiempo.
Anemia drepanocítica. Esta afección heredada y, en ocasiones, grave es una
anemia hemolítica heredada. La causa es una forma de hemoglobina defectuosa que
fuerza a los glóbulos rojos a adoptar una forma de media luna (falciforme)
anómala. Estos glóbulos sanguíneos mueren de forma prematura, lo que tiene como
resultado una escasez crónica de glóbulos rojos.
Otras anemias. Existen muchos otros tipos de anemia, como talasemia
y anemia palúdica.
2. Factores de
riesgo
Estos
factores aumentan tu riesgo de anemia:
Una dieta carente de ciertas vitaminas. Tener una dieta que sea consistentemente baja en
hierro, vitamina B12 y folato incrementa tu riesgo de anemia.
Trastornos intestinales. Tener un trastorno intestinal que afecta la absorción
de nutrientes en tu intestino delgado, como la enfermedad de Crohn o la
enfermedad celíaca, aumenta tu riesgo de anemia.
Menstruación. En general, las mujeres que no han experimentado la
menopausia tienen un riesgo mayor de anemia por deficiencia de hierro que los
hombres y las mujeres posmenopáusicas. Esto se debe a que la menstruación
produce la pérdida de glóbulos rojos.
Embarazo. Si estás embarazada y no tomas un suplemento
multivitamínico con ácido fólico, tienes un gran riesgo de anemia.
Afecciones crónicas. Si tienes cáncer, insuficiencia renal u otra afección
crónica, tendrás riesgo de anemia por enfermedad crónica. Estas afecciones
pueden causar la disminución de los glóbulos rojos.
La
pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera o por otra causa puede
consumir toda la reserva de hierro del cuerpo y transformarse en una anemia por
deficiencia de hierro.
Antecedentes familiares. Si tienes antecedentes familiares de anemia
hereditaria, como anemia falciforme, también tienes un gran riesgo de padecer
esta afección.
Otros factores.
Los
antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos
autoinmunitarios, alcoholismo, exposición a químicos tóxicos y el uso de
algunos medicamentos pueden afectar la producción de glóbulos rojos y producir
anemia.
Edad. Las personas mayores de 65 años tienen mayor riesgo de anemia.
3. Síntomas
Los
signos y síntomas de la anemia varían según la causa de la afección. Estos
pueden incluir los siguientes:
·
Fatiga
·
Debilidad
·
Piel pálida o
amarillenta
·
Latidos del
corazón irregulares
·
Dificultad para
respirar
·
Mareos o
aturdimiento
·
Dolor de pecho
·
Manos y pies
fríos
·
Cefalea
4. Complicaciones
Cuando
la anemia no se trata, puede ocasionar muchos problemas de salud, tales como:
Cansancio intenso. Cuando la anemia es grave, puedes sentir tanto
cansancio que no puedes realizar las actividades cotidianas.
Complicaciones en el embarazo. Las mujeres embarazadas con anemia por déficit de
ácido fólico son más propensas a experimentar complicaciones, como un parto
prematuro.
Problemas cardíacos. La anemia puede provocar latidos acelerados o
irregulares (arritmia). Cuando tienes anemia, tu corazón debe bombear más
sangre para compensar la falta de oxígeno en la sangre. Esto puede conducir a
un agrandamiento del corazón o a una falla cardíaca.
Muerte. Algunas anemias hereditarias, como la anemia
drepanocítica, pueden ser graves y ocasionar complicaciones potencialmente
mortales. La pérdida de gran cantidad de sangre rápidamente conduce a una
anemia aguda grave y puede ser mortal.
Fuente: Clínica Mayo.
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