MARIA TIFOIDEA
MARIA
TIFOIDEA
María
Tifoidea era el apodo con el que se conocía a Mary Mallon, la primera persona
conocida que, a pesar de estar sana, era portadora de la fiebre tifoidea.
Nació
el año 1869 en Irlanda, emigró a los EE.UU. En el año 1884, teniendo quince
años de edad, empezó a desempeñarse en cocinera, profesión regularmente
remunerada para la época. Sin embargo, un halo de mala suerte comenzó a rodear
a Mary que la obligó a cambiar de casa con más regularidad de la deseada.
Arribó
a Manhattan el año 1901, y los dueños de la casa en la que empezó a trabajar comenzaron
a tener fuertes diarreas. La empleada que laboraba como lavandera y que
trabajaba también allí, murió a consecuencia de las evacuaciones intestinales
frecuentes.
Se
trasladó a la casa de un abogado, y siete de los ocho miembros de la familia
comenzaron a sufrir los mismos síntomas que en su anterior trabajo. Se les
diagnosticó fiebre tifoidea.
Decidida
a dar un giro a su vida, marcha en el año 1906 a Long Island, donde es
contratada, y de nuevo con fatales consecuencias: en dos semanas, seis de los
siete dueños de la casa son ingresados muy graves en el hospital aquejados
igualmente de tifoidea.
Mary
pasó a trabajar por otros tres domicilios y, en los tres, los resultados fueron
los mismos: tifoidea, tifoidea y más tifoidea, y aunque se negó en numerosas
ocasiones a proporcionar muestras analizables, las autoridades consiguieron
demostrar que era portadora. Esto es posible porque hay personas que, a pesar
de haber estado en contacto con la bacteria que provoca la enfermedad, ellas no
la sufren, pero sí son capaces de transmitirla a otras, principalmente a través
de la manipulación de alimentos, como era el caso de Mary.
Nuestra
protagonista fue condenada a una cuarentena de tres años de cárcel, tras los
cuales fue puesta en libertad a cambio de dejar de ejercer su profesión, pero,
terca y obstinada, no hizo otra cosa mejor que cambiar su nombre a Mary Brown –
“María Marrón”, ¿sería una broma de mal gusto? - y siguió desempeñando su
conocida habilidad de cocinera.
Nuevos
empleos, nuevos domicilios y, por tanto, más enfermos, en total 25 infectados
más y otros dos muertos a sus espaldas.
Mary
fue detenida por última vez, ya que fue condenada a cuarentena de por vida. Aun
así, logró trabajar en el hospital donde estaba recluida como asistente y como
ayudante de laboratorio. Falleció el 11 de noviembre de 1938 a los 69 años de
edad.
Un
ejemplo más de claro empecinamiento a costa de lo que sea.
Fuente: aquiestuveayer
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