RETINOPATÍA DIABÉTICA
RETINOPATÍA DIABÉTICA
Es una lesión de la retina del ojo y es una complicación
tardía en diabéticos mal controlados.
Los niveles elevados de azúcar de forma crónica en la sangre
hacen que las paredes de los vasos sanguíneos se debiliten y tengan mayor
tendencia a lesionarse, incluyendo los de la retina. Como consecuencia de los
altos niveles de azúcar se comienza a engrosar la pared de los vasos, esto
lleva a que los vasos dejen de actuar correctamente y se comience a filtrar
sangre al espacio extravascular. Por otro lado, al estar debilitadas las
paredes de los vasos se comienzan a romper y al producirse su reparación, muchos
se obstruyen y se cierran, esto lleva a infartos (falta de irrigación
sanguínea) de pequeñas zonas de la retina.
El grado de retinopatía está directamente relacionado con el
grado de control de los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial
del paciente ya que si además de diabetes tiene presión alta aumenta
considerablemente el riesgo.
Tipos
Existen dos tipos de retinopatía diabética:
1.
Retinopatía Diabética no Proliferativa: es la etapa más temprana de la
retinopatía. Cuando existe esta condición, los pequeños vasos sanguíneos deteriorados
permiten un escape de sangre dentro de ojo. Las zonas de la retina afectadas
pueden inflamarse y dañar el campo visual. En un comienzo la alteración suele
ser mínima, pero con el paso del tiempo y el progreso de la enfermedad la vista
va empeorando.
2.
Retinopatía Diabética Proliferativa: Sucede principalmente cuando muchos
de los vasos sanguíneos de la retina se tapan, impidiendo un flujo suficiente
de sangre. La retina responde creando nuevos vasos sanguíneos, estos nuevos
vasos crecen de forma anormal y no proporcionan un flujo sanguíneo adecuado. A
menudo estos vasos anormales llevan a la producción de hemorragias o
cicatrices. Las cicatrices extensas pueden provocar desprendimiento de retina.
Lo más importante es que la retinopatía diabética se puede
prevenir y la mejor manera de hacerlo es:
·
Controlar
la diabetes de forma regular.
·
Mantener
la presión arterial normal.
·
Realizar
un control oftalmológico una vez por año.
Fuente: Doctor
Vid.
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