Fibromas Uterinos
Fibromas Uterinos
Son tumores no cancerosos del
útero que a menudo aparecen durante la edad fértil. Los fibromas uterinos,
llamados también leiomiomas o miomas, no se relacionan con un riesgo mayor de
cáncer de útero y casi nunca se transforman en cáncer.
Los fibromas varían en tamaño,
desde muy pequeños, imposibles de detectar con la vista, a masas voluminosas
que pueden distorsionar y agrandar el útero. La mujer puede tener uno o varios
fibromas. En casos extremos, los fibromas múltiples pueden expandir el útero de
tal manera que llega a la caja torácica.
1.
Síntomas
Muchas mujeres que tienen
fibromas no presentan síntomas. En aquellas que sí lo hacen, los síntomas
pueden verse influenciados por la ubicación, el tamaño y la cantidad de los
fibromas. En el caso de las mujeres que presentan síntomas, los síntomas más
frecuentes de los fibromas uterinos incluyen los siguientes:
·
Sangrado menstrual intenso
·
Períodos menstruales que duran más de una semana
·
Presión o dolor pélvicos
·
Necesidad de orinar con frecuencia
·
Dificultad para orinar
·
Estreñimiento
·
Dolor de espalda o piernas
En pocas ocasiones, un fibroma
puede causar un dolor agudo cuando la irrigación sanguínea ya no le es
suficiente, y comienza a morir.
Los fibromas generalmente se
clasifican según su ubicación. Los fibromas intramurales crecen dentro de la
pared muscular del útero. Los fibromas submucosos sobresalen en la cavidad
uterina. Los fibromas subserosos se proyectan hacia el exterior del útero.
2.
Causas
Los médicos no saben la causa de
los fibromas uterinos, pero la investigación y la experiencia clínica apuntan a
estos factores:
Cambios
genéticos. Muchos fibromas contienen cambios en los genes que difieren de aquellos
que se encuentran en las células normales del músculo uterino.
Hormonas. El estrógeno y la
progesterona, dos hormonas que estimulan el desarrollo de la pared del útero
durante cada ciclo menstrual como preparación para el embarazo, parecen
promover el crecimiento de fibromas. Los fibromas contienen más receptores de
estrógeno y progesterona que las células normales del músculo uterino. Los
fibromas tienden a achicarse luego de la menopausia debido a una disminución en
la producción de hormonas.
Otros
factores de crecimiento. Las sustancias que ayudan al cuerpo a mantener los
tejidos, como el factor seudoinsulínico de crecimiento, pueden afectar el
crecimiento del fibroma.
Los médicos creen que los
fibromas uterinos se desarrollan a partir de una célula progenitora en el
tejido muscular liso del útero (miometrio). Una sola célula se divide
reiteradamente, y finalmente crea una masa gomosa y firme, diferente al tejido
cercano.
Los patrones de crecimiento de
los fibromas uterinos varían: pueden crecer rápida o lentamente, o pueden
mantener su tamaño. Algunos fibromas pueden aumentar su tamaño de manera
repentina, y algunos pueden achicarse por sí solos. En algunos casos, los
fibromas que estaban presentes durante el embarazo se encogen o desaparecen
luego del embarazo, cuando el útero vuelve a su tamaño normal.
3.
Factores de riesgo
Se conocen pocos factores de
riesgo de fibromas uterinos además del de ser una mujer en edad reproductiva.
Algunos de los otros factores que pueden afectar el desarrollo de fibromas son
los siguientes:
Herencia. Si tu madre o una
hermana han tenido fibromas, tienes un mayor riesgo.
Raza. Las mujeres
afroamericanas tienen más probabilidades de tener fibromas que las mujeres de
otros grupos raciales. Además, las mujeres de ascendencia africana que
desarrollan fibromas a edad temprana, también tienen más posibilidades de tener
más fibromas o fibromas de mayor tamaño.
Factores
del entorno. Comienzo de la menstruación a edad temprana, uso de anticonceptivos,
obesidad, deficiencia de vitamina D, tener una dieta rica en carnes rojas y
baja en vegetales verdes, frutas y lácteos, tomar alcohol, incluida la cerveza;
todos parecen aumentar tu riesgo de desarrollar fibromas.
4.
Complicaciones
Si bien los fibromas uterinos
normalmente no son peligrosos, pueden ocasionar molestia y llegar a causar
complicaciones tales como anemia a consecuencia de la abundante pérdida de
sangre.
El embarazo
y los fibromas
Habitualmente los fibromas no
afectan la capacidad de quedar embarazada. Sin embargo, los fibromas,
especialmente los fibromas submucosos, pueden provocar infertilidad o pérdida
del embarazo. Los fibromas también pueden aumentar el riesgo de presentar
ciertas complicaciones en el embarazo, como desprendimiento prematuro de la
placenta, retraso del crecimiento intrauterino y parto prematuro.
5.
Prevención
A pesar de que los investigadores
siguen estudiando las causas de los tumores fibroides, existe poca evidencia
científica en la que se sugiera cómo prevenirlos. Tal vez prevenir los fibromas
uterinos no sea posible; sin embargo, solo un pequeño porcentaje de estos
tumores requiere tratamiento.
De todos modos, puedes disminuir
el riesgo de presentar fibromas optando por un estilo de vida saludable, por
ejemplo, manteniendo un peso normal y comiendo frutas y vegetales.
6.
Diagnóstico
Los fibromas uterinos con
frecuencia se detectan de manera fortuita durante un examen pélvico de rutina.
El médico puede detectar irregularidades en la forma del útero, lo que puede
sugerir la presencia de fibromas. Si tienes síntomas de fibromas uterinos, el
médico podrá indicarte los siguientes exámenes:
Ecografía. Si se necesita
confirmación, el médico puede solicitar una ecografía. Este examen utiliza
ondas de sonido para obtener una imagen del útero y confirmar el diagnóstico.
También permite localizar los fibromas y medirlos.
Análisis de
laboratorio. Si tienes un sangrado menstrual irregular, el médico puede indicarte otros
exámenes para investigar las posibles causas. Estos pueden incluir un hemograma
completo para determinar si tienes anemia debido al sangrado crónico y otros
análisis de sangre para descartar trastornos hemorrágicos o problemas de
tiroides.
Si la ecografía tradicional no
proporciona información suficiente, es posible que el médico solicite otros
estudios por imágenes, como los siguientes:
Resonancia
magnética (RM). Por medio de esta prueba por imágenes, se puede ver el tamaño y la
ubicación de los fibromas, identificar los diferentes tipos de tumores y ayudar
a determinar las opciones de tratamiento adecuadas.
Sonohisterografía. La
sonohisterografía, también conocida como ecografía de infusión salina, utiliza
salina estéril para expandir la cavidad uterina, lo que facilita la obtención
de imágenes de los fibromas submucosos y el endometrio.
Histerosalpingografía. La
histerosalpingografía utiliza un tinte para resaltar la cavidad uterina y las
trompas de Falopio en las imágenes radiográficas. Es posible que el médico te
recomiende hacerte este estudio si existe una inquietud sobre la infertilidad.
A través de este estudio, además de averiguar si hay fibromas, el médico puede
determinar si las trompas de Falopio están abiertas.
Histeroscopia. Para realizarte
este estudio, el médico inserta un pequeño telescopio iluminado, llamado
histeroscopio, en el útero a través del cuello uterino. Luego, el médico
inyecta salina dentro del útero, lo que expande la cavidad uterina y permite
que el médico examine las paredes del útero y las aberturas de las trompas de
Falopio.
7.
Tratamiento
No hay un único enfoque
recomendable en el tratamiento de los fibromas, sino que existen muchas
opciones terapéuticas. Si tienes síntomas, habla con tu médico acerca de las
opciones para el alivio de los síntomas.
Conducta
expectante
Varias mujeres con fibromas
uterinos no tienen signos ni síntomas, o solo tienen signos y síntomas
levemente molestos con los que pueden vivir.
Los fibromas no son cancerosos.
En pocas ocasiones, afectan el embarazo. Generalmente crecen despacio, o no
crecen, y tienden a reducirse después de la menopausia cuando bajan los niveles
de las hormonas reproductivas.
7.1.- Medicamentos
Los medicamentos para los
fibromas uterinos están dirigidos a las hormonas que regulan el ciclo menstrual
y sirven para tratar síntomas tales como el sangrado menstrual abundante y la
presión pélvica. No eliminan los fibromas, pero pueden reducir su tamaño. Algunos
medicamentos son los siguientes:
Agonistas de la hormona liberadora de
gonadotropina. Los medicamentos llamados agonistas de la hormona liberadora de
gonadotropina tratan los fibromas al bloquear la producción de estrógenos y
progesterona, y provocar un estado posmenopáusico temporario. Como resultado,
se interrumpe la menstruación, los fibromas se encogen y la anemia a menudo
mejora. Es posible que tu médico te recete un agonista de la hormona liberadora
de gonadotropina para encoger los fibromas antes de una cirugía electiva.
Dispositivo
intrauterino (DIU) liberador de progestágenos. El DIU liberador de
progestágenos puede reducir el sangrado abundante provocado por los fibromas.
El DIU liberador de progestágenos solamente alivia el síntoma y no reduce el
tamaño de los fibromas ni los hace desaparecer. También previene el embarazo.
Ácido
tranexámico. Este medicamento no hormonal se toma para reducir el sangrado menstrual
abundante. Sólo se toma en los días de sangrado profuso.
Otros
medicamentos. Tu médico podría recomendarte otros medicamentos. Por ejemplo, los
anticonceptivos orales o los progestágenos pueden ayudar a controlar el
sangrado menstrual pero no reducen el tamaño de los fibromas.
Los
medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), que no son medicamentos
hormonales, pueden ser eficaces para aliviar el dolor relacionado con los
fibromas, pero no reducen el sangrado provocado por los fibromas. El médico
también puede sugerirte que tomes vitaminas y hierro si tienes sangrado
menstrual abundante y anemia.
7.2.- Procedimiento
no invasivo
Cirugía con
ultrasonido focalizado para el tratamiento de fibromas uterinos
Una opción de tratamiento no
invasivo para fibromas uterinos que preserva el útero, no requiere incisiones y
se realiza de manera ambulatoria.
Se realiza mientras estás dentro
del equipo de resonancia magnética con un transductor ecográfico de alta
energía para el tratamiento. Las imágenes le brindan al médico la ubicación
exacta de los fibromas uterinos. Cuando se encuentra la ubicación del fibroma,
el transductor ecográfico localiza ondas sonoras (sonicaciones) en el fibroma para
calentar y destruir pequeñas áreas del tejido del fibroma.
7.3.- Procedimientos
mínimamente invasivos
Determinados procedimientos
pueden destruir los fibromas uterinos sin tener que extraerlos mediante
cirugía. Algunos de ellos son los siguientes:
Embolización
de las arterias uterinas. Se inyectan pequeñas partículas (agentes embólicos) en
las arterias que suministran sangre al útero y se suspende el flujo sanguíneo a
los fibromas, lo cual hace que se reduzcan y mueran. Esta técnica puede ser
eficaz para reducir los fibromas y aliviar los síntomas que provocan. Pueden
ocurrir complicaciones si se compromete la irrigación sanguínea a los ovarios o
a otros órganos.
Miólisis. En este procedimiento
laparoscópico, la energía de radiofrecuencia, una corriente eléctrica o un
láser destruye los fibromas y reduce los vasos sanguíneos que los alimentan. Un
procedimiento similar denominado criomiólisis congela los fibromas.
Miomectomía
laparoscópica o robótica. En una miomectomía, el cirujano extrae los fibromas y
deja el útero en su lugar. Si los fibromas son pequeños y pocos en cantidad,
con el médico pueden optar por un procedimiento laparoscópico o robótico que
utiliza instrumentos delgados que se insertan a través de pequeñas incisiones
en el abdomen para extraer los fibromas del útero. Los fibromas se extirpan al
romperlos en pedazos más pequeños, un proceso denominado morcelación.
El médico observa la zona
abdominal en un monitor mediante el uso de una pequeña cámara conectada a uno
de los instrumentos. La miomectomía robótica le brinda al cirujano una vista
tridimensional aumentada del útero, y le ofrece más precisión, flexibilidad y
destreza que al usar otras técnicas.
Miomectomía
histeroscópica. Este procedimiento puede ser una opción si los fibromas se encuentran
dentro del útero (submucosos). El cirujano accede y extrae los fibromas
mediante instrumentos insertados a través de la vagina y el cuello uterino y
llega hasta el útero.
Ablación
endometrial. Este tratamiento, realizado con un instrumento especializado que se
inserta en el útero, utiliza calor, energía de microondas, agua caliente o
corriente eléctrica para destruir el revestimiento del útero, ya sea para
finalizar la menstruación o reducir el flujo menstrual.
Generalmente, la ablación
endometrial es eficaz para detener un sangrado anormal. Los fibromas submucosos
se pueden extirpar al momento de la hieroscopia para la ablación endometrial,
pero esto no afecta a los fibromas fuera del revestimiento interior del útero.
7.4.- Procedimientos
quirúrgicos tradicionales
Las opciones de procedimientos
quirúrgicos tradicionales incluyen las siguientes:
Miomectomía
abdominal. Si tienes fibromas múltiples, fibromas muy grandes o fibromas que se
encuentran muy profundos, el médico puede utilizar un procedimiento quirúrgico
abierto abdominal para extraer los fibromas. Muchas mujeres a quienes se les
dice que la histerectomía es su única opción pueden someterse, en cambio, a una
miomectomía abdominal. Sin embargo, la cicatrización que sigue a la cirugía
puede afectar la fertilidad en el futuro.
Histerectomía. Esta cirugía (la
extracción del útero) continúa siendo la única solución permanente de eficacia
comprobada para tratar los fibromas uterinos. Sin embargo, la histerectomía es
una cirugía mayor.
Tras esta, ya no podrás tener
hijos. Y, si además decides que te extraigan los ovarios, se desencadenará la
menopausia y surgirá la pregunta de si tendrás que someterte a terapia de
reemplazo hormonal. La mayoría de las mujeres con fibromas uterinos pueden
elegir si desean conservar sus ovarios.
Morcelación
durante la extirpación de fibromas
Existe algo de preocupación con
respecto a que la morcelación, un proceso donde se rompen los fibromas en
pedazos más pequeños, pueda aumentar el riesgo de propagación del cáncer si se
realiza la morcelación a una masa cancerosa previamente sin diagnosticar
durante la miomectomía. Sin embargo, el riesgo de que una mujer pre menopáusica
tenga cáncer en lugar de un fibroma es generalmente menor que el riesgo de
complicaciones relacionadas con la cirugía de fibroma. Si tu médico planea usar
la morcelación, analiza el riesgo individual antes del tratamiento.
La Administración de Alimentos y
Medicamentos (Food and Drug Administration, [FDA]) recomienda no recurrir a la
morcelación en la mayoría de las mujeres. En particular, la FDA recomienda que
las mujeres peri menopáusicas o posmenopáusicas eviten la morcelación. Las
mujeres adultas que están en la menopausia o están entrando en esta etapa
pueden tener mayor riesgo de cáncer, y las mujeres que ya no les interesa
mantener su fecundidad tienen opciones de tratamiento adicionales para los
fibromas.
Riesgo de
tener nuevos fibromas
Para todos los procedimientos
(excepto la histerectomía), los tumores pequeños que tu médico no detecte
durante una cirugía podrían crecer a la larga y causar síntomas que requieren
de tratamiento. Esto se suele llamar tasa de recurrencia. Los nuevos fibromas,
que pueden necesitar o no tratamiento, también se pueden desarrollar
Fuente: Clínica Mayo.
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