Hemangiomas
Hemangiomas
Los
hemangiomas son crecimientos anormales de los vasos sanguíneos, pueden aparecer
como bultos de color rojo o púrpura en la piel y en otras partes del cuerpo.
Son
bastante comunes en la infancia. También aparecen a mediana edad, ubicándose especialmente
en el tronco.
Hemangiomas
del lactante
Afectan
del 10 al 12% de los recién nacidos antes del primer año. Aparecen poco después
del nacimiento y suelen agrandarse rápidamente durante el primer año de vida.
Empiezan a encogerse después entre el año y año y medio de edad. Cerca del 70%
de los hemangiomas desaparecen a los 7 años, aunque la piel remanente suele
presentar una anomalía de coloración y cicatrices.
Los
hemangiomas de la infancia crecen dentro y bajo la piel. Hacen que la piel se
abulte y se vuelva de color rojo vivo o, si son muy profundos, azulada. Los
hemangiomas más profundos crecen entre 0,5 y 5 cm, aunque a veces llegan a ser
mucho más grandes. Más de la mitad aparecen en la cabeza y el cuello. En
algunos casos, los hemangiomas aparecen en órganos como el hígado.
Los
hemangiomas de la infancia no son dolorosos, pero en ocasiones se abren
(ulceran) y sangran. Los hemangiomas alrededor del ojo pueden llegar a ser
bastante grandes, hasta bloquear la visión, lo que conduce a su pérdida
permanente si no se corrigen. A veces también bloquean la nariz o la garganta
y, en consecuencia, la respiración.
Si
se sospecha que el hemangioma bloquea la nariz o la garganta u otra estructura
importante, hay que realizar una resonancia magnética nuclear (RMN) para ver la
extensión y los órganos comprometidos.
Por
lo general, los hemangiomas de la infancia se contraen por completo en el
momento en que el niño tiene 10 años. Dado que estos hemangiomas, con
frecuencia, desaparecen por sí solos, no se tratan a no ser que crezcan
rápidamente, bloqueen la visión o la respiración, se ulceren o causen
preocupación estética.
Cuando
es necesario tratar los hemangiomas del lactante, se prescriben corticos
esteroides aplicables por vía cutánea, intravenosa u oral; tratamientos con
láser o propanolol por vía tópica u oral. Los hemangiomas que han ulcerado se
tratan con compresas, medicamentos que se aplican en la herida, y apósitos. Por
lo general, no se recomienda su extirpación quirúrgica, porque la gran mayoría
desaparecen y dejan menos cicatrices cuando se curan por sí solos. En los niños
mayores en los que el hemangioma ya se ha reducido todo lo posible, la cirugía
puede mejorar la apariencia de la piel.
Hemangiomas capilares
Los
hemangiomas capilares son muy comunes en los adultos. Suelen ser sobre
proliferaciones de vasos sanguíneos, abultadas y rojas, que aparecen en el
torso y pueden ir desde unas cuantas a docenas.
Los
hemangiomas capilares son inofensivos. Si son molestos, se pueden eliminar con
una aguja eléctrica o un bisturí.
Fuente:
Manual de Merck.
Comentarios
Publicar un comentario