ENFERMEDAD DE ALZHEIMER. PERCY ZAPATA MENDO.
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia. Demencia es
una palabra que los médicos utilizan para describir una gran variedad de síntomas
asociados a cambios físicos y funcionales en el cerebro. La demencia, por lo
general, afecta la memoria de una persona, su capacidad para razonar y su
conducta. Estos cambios mentales hacen que sea difícil que la persona con
demencia pueda cuidarse.
La enfermedad de Alzheimer constituye la causa más común de demencia;
sin embargo, muchos otros factores también pueden provocar demencia.
La enfermedad de Alzheimer es común en las personas mayores de 65 años.
Alrededor de 1 de cada 8 personas de 65 años o más tiene la enfermedad. Cerca
de la mitad de las personas de 85 años o más tienen la enfermedad de Alzheimer.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, por lo general, comienzan
lentamente y son leves, y luego empeoran con el tiempo. El proceso por el que
los síntomas empeoran con el tiempo se llama “deterioro cognitivo”. En las
últimas etapas de la enfermedad, una persona que tiene Alzheimer ya no es capaz
de comunicarse y depende por completo de otras personas para su cuidado.
La mayoría de las personas viven entre 4 y 8 años después de haber
recibido el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer. Algunas viven hasta 20 años
con la enfermedad.
La Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association) ha identificado 10
signos de advertencia y síntomas de la enfermedad de Alzheimer (vea la lista a
continuación). Es importante recordar que cada persona es diferente y es
posible que no se presenten todos o, incluso, la mayoría de estos signos de
advertencia.
10
signos de advertencia de la enfermedad de Alzheimer
1. Pérdida de
la memoria que afecta su vida diaria. Los ejemplos
incluyen: olvidar fechas importantes o cosas que se han aprendido
recientemente, hacer la misma pregunta una y otra vez o depender excesivamente
de notas recordatorias, de la tecnología o de otros familiares para recordar
cosas.
2. Cambios en
la capacidad para seguir un plan o resolver un problema. Esto
puede incluir problemas para concentrarse en un problema, como un problema
matemático; seguir un plan, como una receta; o llevar un registro de las tareas
habituales, como pagar las cuentas todos los meses.
3. Cambios en
la capacidad para completar tareas conocidas. La enfermedad
de Alzheimer puede dificultarle la realización de cosas que solía hacer todo el
tiempo. Por ejemplo, podría ser difícil realizar las tareas del hogar, hacer
los mandados o finalizar una tarea rutinaria en el trabajo.
4. Confundirse
el tiempo o lugar. Los ejemplos incluyen: perder el registro de
cuánto tiempo ha transcurrido o de la fecha o el día de la semana, y olvidar
dónde está y cómo llegó allí.
5. Problemas
con la visión o con la comprensión de la información visua. Los
ejemplos incluyen: problemas para leer, identificar colores o calcular
distancias, o confundir lo que ve.
6. Problemas
con las palabras. Los ejemplos incluyen: olvidar palabras en
medio de una conversación, repetir partes de una conversación o problemas con
el vocabulario, como llamar a las cosas con nombres equivocados.
7. Perder las
cosas. Los ejemplos incluyen: poner las cosas en lugares poco comunes,
perderlas frecuentemente, ser incapaz de volver sobre los pasos para encontrar
un objeto perdido e, incluso, acusar a otros de robo.
8. Falta de
juicio. Los ejemplos incluyen: prestar menos atención al aspecto o a la
higiene y tener poco criterio con respecto al dinero, como cuando se dan
grandes cantidades de dinero a personas que piden contribuciones.
9. Abandono de
las actividades. Los ejemplos incluyen: abandonar las
actividades sociales, proyectos de trabajo o reuniones familiares, o abandonar
un pasatiempo, deporte o actividad favorita.
10. Cambios en
el estado de ánimo y en la personalidad. Los ejemplos
incluyen: estar inusualmente confundido, suspicaz, alterado, deprimido,
temeroso o ansioso, en especial cuando se está en lugares nuevos o
desconocidos.
Causas y factores de riesgo
Los médicos no saben exactamente cuál es la causa de la enfermedad de
Alzheimer. Parece que la enfermedad de Alzheimer se desarrolla cuando crecen en
el cerebro aglutinaciones de proteínas anormales. Este crecimiento,
probablemente, comienza con una serie de numerosos pequeños cambios en el
cerebro, que comienzan bastante antes de que los síntomas sean evidentes. Con
el tiempo, estos cambios se acumulan. Finalmente, las neuronas se dañan y
mueren.
Los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer incluyen los
siguientes:
·
Edad. Cuanto mayor es la
persona, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Después de
los 65 años, la probabilidad de desarrollar Alzheimer se duplica cada 5 años.
Las personas de 85 años o más tienen casi un 50% de probabilidades de tener la
enfermedad.
·
Genética y antecedentes familiares. Las
probabilidades de tener la enfermedad de Alzheimer son mayores si se tienen
antecedentes familiares de la enfermedad, lo que significa que uno o más de sus
padres, hermanos o hijos tienen la enfermedad. Los científicos también creen
que determinados genes en el ADN pueden aumentar el riesgo de enfermedad de
Alzheimer.
·
Síndrome de Down. Las personas
que tienen síndrome de Down tienen un riesgo mucho más alto de tener enfermedad
de Alzheimer que la población en general.
·
Factores ambientales/del estilo de vida. Es
posible que el entorno y el estilo de vida también afecten su riesgo de tener
la enfermedad de Alzheimer. Los antecedentes de traumatismo de cráneo,
problemas cardiovasculares o cardíacos, diabetes y obesidad parecen aumentar el
riesgo de tener la enfermedad. Para ayudar a prevenir estos problemas de salud,
use un casco cuando ande en bicicleta, siempre ajuste su cinturón de seguridad
en el automóvil, establezca una rutina de ejercicio regular, coma de manera
adecuada y evite los productos derivados del tabaco.
La enfermedad de Alzheimer también parece ser más común en mujeres que
en hombres. Casi dos tercios de las personas que tienen enfermedad de Alzheimer
son mujeres.
Diagnóstico y pruebas
Si le preocupa el hecho de que usted o un ser querido pudieran tener
alguno de los signos de advertencia de la enfermedad de Alzheimer, hable con su
médico de familia de inmediato. Un diagnóstico temprano de enfermedad de
Alzheimer lo ayudará a recibir tratamiento antes y le dará tiempo para abordar
con su familia las cuestiones sobre el cuidado, las finanzas y los asuntos
legales.
El diagnóstico de enfermedad de Alzheimer puede llevar un tiempo. No
existe una prueba que pueda demostrarle a su médico si usted tiene la
enfermedad. Por eso, para asegurarse de que su médico tenga abundante
información para ayudarlo a determinar la causa de sus síntomas, es posible
que:
·
Le haga preguntas sobre su salud actual y sus
antecedentes médicos.
·
Le haga preguntas sobre su rutina diaria y cambios
en la conducta.
·
Le realice un examen mental para evaluar su
memoria, su capacidad para resolver problemas, su atención y sus capacidades
relacionadas con el lenguaje.
·
Le realice pruebas médicas, como análisis de sangre
u orina.
·
Le realice estudios del cerebro para detectar
problemas, como un accidente cerebrovascular que podría estar provocando los
síntomas.
En función de esta información, su médico puede, casi siempre,
determinar si tiene demencia. Su médico puede determinar si la enfermedad de
Alzheimer es la causa de la demencia en alrededor del 90% de los casos. Sin
embargo, la enfermedad de Alzheimer solo puede ser diagnosticada con un 100% de
exactitud después de la muerte, cuando el cerebro es examinado con un
microscopio. El cerebro de una persona que ha tenido la enfermedad de Alzheimer
mostrará cambios muy distintivos que solo ocurren cuando el Alzheimer es la
causa de la demencia.
Tratamiento
No existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. En su lugar, el
tratamiento puede enfocarse en lo siguiente:
·
Retrasar la progresión de los síntomas, como la
pérdida de la memoria.
·
Abordar cambios en la conducta, como la depresión y
la conducta agresiva.
·
Ayudar a aliviar otros síntomas, como los problemas
del sueño.
Los diferentes medicamentos que su médico puede recetar para tratar los
síntomas de la enfermedad de Alzheimer se enumeran a continuación. Es importante
recordar que estos medicamentos no frenan la enfermedad. Es posible que no den
resultado para todas las personas o que ayuden solo por poco tiempo.
Medicamentos
para la memoria
·
Los inhibidores de la colinesterasa han
sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas
en inglés) para tratar todas las etapas de la enfermedad de Alzheimer. La
rivastigmina y la galantamina pueden tratar el Alzheimer de leve a moderado. El
donepezilo ha sido aprobado para tratar el Alzheimer de leve a grave. Los
efectos secundarios típicos de estos fármacos incluyen diarrea, náuseas y
vómitos. La FDA también ha aprobado otro inhibidor de la colinesterasa para
tratar la enfermedad de Alzheimer, la tacrina, pero los médicos, por lo
general, no lo recetan porque puede provocar efectos secundarios más graves.
·
La memantina está aprobada para
tratar la enfermedad de Alzheimer de moderada a grave. Puede utilizarse sola o
junto con uno de los inhibidores de la colinesterasa antes mencionados. Podría
provocar efectos secundarios, como mareos y dolores de cabeza.
Medicamentos para la conducta
·
Según cuáles sean los problemas conductuales y su
gravedad, también es posible que su médico opte por recetar fármacos, como
analgésicos, antidepresivos, medicamentos contra la ansiedad, medicamentos para
dormir o antipsicóticos.
Complicaciones
Las complicaciones de la enfermedad de Alzheimer, por lo general, son el
resultado de los cambios que ocurren en el cerebro a medida que la enfermedad
avanza. Estos cambios pueden provocar otros problemas de salud, entre los que
se incluyen:
·
Depresión. La
depresión es común en las personas que tienen enfermedad de Alzheimer. Muchas
personas se deprimen cuando reconocen que sus recuerdos y capacidades de
funcionar están empeorando. Es difícil determinar si una persona que tiene
Alzheimer está deprimida. Muchos de los síntomas de la depresión son muy
similares a los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, entre los que se
incluyen el abandono de las actividades cotidianas, los cambios en el estado de
ánimo y los problemas para dormir.
· Dolores, enfermedades o efectos secundarios de los
medicamentos que no son informados. Es posible
que la enfermedad de Alzheimer dificulte la comunicación de una persona. De
este modo, es posible que una persona que tiene Alzheimer no sea capaz de
decirle a su cuidador si siente dolor, está enferma o está experimentando
efectos secundarios de un medicamento.
·
Caídas. La enfermedad
de Alzheimer puede provocar cambios en el equilibrio y la coordinación. Es
posible que esto provoque un mayor riesgo de fracturas óseas, traumatismos de
cráneo u otras lesiones derivadas de las caídas.
·
Neumonía u otras infecciones. Es
posible que la enfermedad de Alzheimer provoque una pérdida del control de
determinadas funciones corporales, como tragar o controlar la vejiga. Los
problemas para tragar podrían provocar que la persona, accidentalmente, inhale
alimentos o bebidas. Esto puede provocar neumonía. Si la persona tiene
problemas para controlar la vejiga, podría necesitar una sonda urinaria. Una
sonda es un tubo que se coloca en la vejiga para drenar y recolectar la orina.
Tener una sonda aumenta el riesgo de tener infecciones en el tracto urinario y
de tener otras infecciones graves.
·
Desnutrición o deshidratación. Es
posible que las personas que tienen enfermedad de Alzheimer no ingieran los
alimentos o el agua suficiente porque rechazan los alimentos cuando están
confundidas o alteradas; porque no reconocen ni son capaces de comunicar que
tienen hambre o sed; o porque les resulta difícil tragar. Es importante estar
atento a los signos de desnutrición.
Si cree que un ser querido podría estar experimentando alguna de las
complicaciones antes mencionadas, consulte con el médico de su ser querido. Él
puede proporcionarle medicamentos u otros tratamientos para ayudar a mantener
cómodo a su ser querido.
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