ANOREXIA. PERCY ZAPATA MENDO.
ANOREXIA
Introducción
Comportamiento marcado por la "inapetencia al
alimento", o el "rechazo a comer".
Este comportamiento tiene causas, significaciones y
tratamientos diferentes según los tipos de anorexia. La anorexia sintomática de
los recién nacidos es el signo de una perturbación funcional de los centros
reflejos localizados en el cerebro y, si el niño no ha sido prematuro, esta
perturbación es debida a lesiones cerebro-meníngeas es el nacimiento
(hemorragia cerebral, anoxia, por ejemplo). En este caso el rechazo del
alimento es manifiestamente importante y persistente, en motivo por el que
puede distinguirse de la anorexia llamada "primitiva", en la que
recién nacido en estado de hipotonía, coge o rechaza ente el cambio de
"madre nodriza".
Posteriormente, en el curso de la segunda infancia y de
la adolescencia, pueden producirse anorexias por caprichos o por oposición, y
ello demuestra, aún más, la facilidad de tomar la conducta alimenticia como
expresivo soporte de los problemas afectivos, dándose este tipo de hechos a un
nivel estrictamente inconsciente.
La anorexia mental esencial de la chica comporta el más
complejo y grave de los cuadros clínicos es este aspecto. Esta enfermedad,
descrita por Morton ya en 1968, fue considerado como un trastorno de origen
mental hasta 1920, y a principios del siglo XX se la enmarcó como una modalidad
de obsesión histérica. Tras la aparición de los trabajos de Simmons (1914), la
anorexia mental se relacionó con trastornos funcionales pluriglandulares, y el
otro síntoma (detención de la menstruación, o amenorrea), se consideró
originado por la desnutrición.
La enfermedad se da fundamentalmente (en un 95%) en
chicas. Los síntomas más importantes son la detención de las menstruaciones y
un rechazo-desgana ante cualquier alimento, junto a un repentino e inquietante
estado de adelgazamiento acompañado de trastornos en la piel (seca) y en las
faneras (cabellos y uñas quebradizos), dándose además un estado de hipotensión,
así como diversos trastornos hormonales, de acetonuria, y produciéndose una
disminución del metabolismo basal. Pueden observarse significativos fenómenos
psicológicos asociados, tales como un acontecimiento personal (generalmente
secreto, intrascendente con frecuencia) en el origen del nuevo comportamiento,
la restricción alimenticia evidenciada como un deseo de seguir un régimen
adelgazante, perturbaciones digestivas, pesadez, náuseas y vómitos en caso de
alimentación, la manifestación de una actividad normal, e incluso de una
hiperactividad acompañada, en un principio, de una gran resistencia a la fatiga
(la enfermedad "demuestra" así que se encuentra muy bien), el rechazo
de las presiones familiares que naturalmente se multiplican y acaban por
convertirse en una verdadera obsesión colectiva en torno al alimento. Con el
tiempo, cuando el organismo esta extenuando y la resistencia nerviosa
debilitada, sobreviene un cuadro de astenia con brotes depresivos, al mismo
tiempo que la caquexia se vuelve grave.
Los esfuerzos más rigurosos en cuanto a la comprensión de
la enfermedad se han llevado a cabo a través del psicoanálisis. Así, por una
parte, comer o dejar de comer constituye un medio de presión del entorno sobre
la enferma y una represalia de la enferma rente al entorno; por otra parte,
constituye el campo de batalla obsesivo y periódico en el que se lucha por
saber quién acabará imponiendo su voluntad al otro. Cuando es este el único
aspecto subrayado, se comprende el diagnóstico de "perversión" que
Lasgue adjudicado a la anorexia mental.
Además el alimento se concibe a un nivel simbólico e
inconsciente como significativo de la relación de dependencia respecto a los
padres rechazándolo, se rechaza simultáneamente la relación con la madre,
arcaica "nodriza" y figura central del universo oral de los primeros
años. La amenorrea podría entonces significar el rechazo de la condición
femenina, rechazo de la feminidad, de la identificación son la madre.
Este rechazo tiene gran importancia ya que significa no
solo el rechazo de la feminidad, de la sexualidad adulta (Langdon o Brown),
sino también (según Waller) el rechazo de la maternidad, de ser madre ella
también, lo reforzaría el rechazo de comer a consecuencia de la confusión
fantasmatica entre estar gorda y estar embarazada. Todas estas motivaciones y
fantasmas no son conscientes en la enferma, ya que sus raíces penetran
profundamente en el pasado y porque la conciencia moral es muy poderosa. En
efecto, el ambiente relacionado con nutrición se torna hiperprotector, y la
madre es la que domina el ámbito familiar y se sacrifica por su familia. Este
entorno junto con los lazos de estricta dependencia tejidos por la madre en la
relación con la hija, fuerzan a esta a no poder, a no querer manifestar la
agresividad que supondría tal ruptura. La agresividad reprimida se refleja en
una obscenidad oposición de tipo pasivo, que permanece protegida por la
perturbación somática (pérdida total del apetito, nauseas, vómitos). Y por una
sobredeterminación característica del síntoma neurótico, la enferma se auto
ejerce un castigo para purgar su agresividad, condenándose siempre jugando con
los mecanismos inconscientes a no ser mujer y a morir de inanición. Así pues,
la agresividad latente es vivida como culpabilizadora, y el auto castigo llega
hasta la autodestrucción.
El tratamiento es difícil. Exige, en primer lugar, la
separación del medio familiar, separación radical sin visitas. Se han utilizado
métodos brutales de "descondicionamiento", pero en la actualidad es
preferible la psicoterapia, que pretende liberar por medio de la expresión
verbal, las estructuras inconscientes de la enferma, así como facilitar el
acceso a una maduración afectiva y a una reorganización de sus vínculos
filiales. No obstante, el rechazo a aceptar la situación de enferma así como
los cuidados, no facilitan la tarea del terapeuta.
Siempre que la circunstancias lo requiere y esto es más
fácil en un medio hospitalario, se intentará combatir la caquexia y los
trastornos endocrinazos asociados.
Definición
Trastorno de la nutrición que se caracteriza por un gran
miedo a engordar, una pérdida de peso importante y, con el tiempo, una
amenorrea (ausencia de periodos menstruales).
Las afectadas tienen una imagen distorsionada de su
propio cuerpo y se ven "gordos", a pesar de tener un peso normal o
incluso estar desnutridas. La anorexia nerviosa afecta fundamentalmente a las
adolescentes y las mujeres adultas jóvenes.
Esta enfermedad tiene difícil tratamiento y a veces
provoca la muerte del paciente.
Epidemiología y
patogenia
La anorexia nerviosa es un trastorno crónico de la
ingestión de alimentos caracterizado por una intensa restricción autoinducción
de calorías. Se ve principalmente en mujeres adolescentes y jóvenes de raza
blanca, por lo común en los siete años posteriores a la menarquia y, menos comúnmente,
antes de esta. También puede afectar a los varones. Las personas con alto
riesgo son bailarinas, modelos y corredoras de largas distancias. El trastorno
se limita, en gran parte, a personas de clase y media alta, excepcionalmente
altas. Se piensa que el padecimiento es causado por factores psicológicos y se
acompaña casi siempre de trastornos endocrinos, algunos de los cuales no
desaparecen con el aumento de peso. Algunos investigadores creen que el sistema
nervioso central (eje hipotálamo-hipofisiario) participa en la patogenia. Hay
defectos hipotalámicos concomitantes en el eje gonadal y en la regulación de
líquidos y la temperatura. Hay disminución de la actividad del sistema nervioso
simpático, cambios concurrentes en las emociones y la locomoción.
Manifestaciones
de la anorexia nerviosa.
Ø Pérdida de peso.
Ø Hiperactividad y ejercitación obsesiva
Ø Cansancio y debilidad.
Ø Pelo lanugo (de niño pequeño) en el cuerpo;
pérdida de grosor de pelo de la cabeza.
Ø Exigencias excesivas con las comidas
Ø Hábitos alimenticios extraños
Ø Vómitos inducidos
Ø Empleo de laxantes para perder peso.
Causas
Se ha discutido mucho sobre las causas de la anorexia
nerviosa. Muchos afectados pertenecen a familias muy unidas y reservadas, y
mantienen unas relaciones muy especiales con uno de sus progenitores. A menudo
son personas que se conforman fácilmente y que se desviven por complacer a los
demás, llagando incluso a tener hábitos obsesivos.
Cuando sus cuerpos cambian con la pubertad, tratan de
controlar sus vidas siguiendo unas dietas muy sacrificadas. Parecer como si no
quisiera crecer y deseasen conservar su apariencia infantil. Este control
permite además a los anoréxicos compensar una sensación general de inutilidad.
Otros piensan que la anorexia es una verdadera fobia a
engordad, que da lugar a un miedo especial a comer alimentos que contengan
grasas o carbohidratos. Los cambios hormonales relacionados con la pérdida de
peso y la amenorrea hacen pensar a algunos médicos que anorexia es una
enfermedad física debida a un trastorno del hipotálamo (parte del mesencéfalo
relacionada con el hambre, la sed y el desarrollo sexual). Es probable que esos
cambios sean secundarios a la destrucción.
También parece contribuir los cambios en las modas; la
incidencia de este trastorno no ha aumentado en los últimos 30 años,
coincidencia con la identificación de la delgadez con la belleza. En EE. UU. y
Europa, la mayoría de las mujeres siguen alguna dieta en algún momento de sus
vidas, especialmente las modelos, las atletas y las bailarinas, todas las
cuales son más propensas a sufrir este trastorno.
Aproximadamente una de cada 100 mujeres jóvenes de clase
media presentan síntomas anoréxicos, aunque el porcentaje es cinco veces mayor
entre los grupos de "alto riesgo".
Algunos médicos consideran que la anorexia en únicamente
un síntoma y no una enfermedad "per se", y piensan que la causa real
es la depresión, los trastornos de la personalidad, o incluso la esquizofrenia.
No obstante, a pesar de los numerosos casos de anorexia, sigue siendo difícil
identificar esas causas subyacentes.
Síntomas y signos
El signo más obvio es la emaciación (delgadez extrema),
con una pérdida de un tercio del peso corporal o más.
La inanición provoca diversos trastornos bioquímicos y un
desequilibrio de las hormonas sexuales; a causa de esos cambios físicos, y
aparecen unas pautas de conducta características, que pueden indicarnos que la
persona padece anorexia.
El paciente suele tener mucha hambre, aunque lo niegue.
La comida y el peso obsesionan intensamente al anoréxico; a veces, llegan a
abusar del alcohol y las drogas.
Presentación
clínica y Diagnóstico médico
El criterio para el diagnóstico de anorexia nerviosa
comprende:
1. Pérdida de
cuando menos 25% del peso corporal original sin enfermedad física conocida que
la explique.
2. actitud
distorsionada, implacable, contra la ingestión de alimentos, que supera el
hambre.
3. un temor intenso
a la obesidad.
4. una imagen
corporal distorsionada.
Las anoréxicas también pueden mostrar estos signos y
síntomas.
. Amenorrea, que precede a la pérdida de
peso.
. Impotencia, con disminución de cabido.
. Lanugo.
. Bradicardia.
. Periodos de hiperactividad intensa y
regímenes exhaustivos de ejercicios.
. Abuso de laxantes o diuréticos.
. Intolerancia al frío.
. Piel reseca.
. Hipotermia y termorregulación anormal.
. Hipotensa.
. Palmas de las manos amarillas acompañadas
de carotinemia.
. Edema con alteración de la regulación de
líquidos.
. Episodios de bulimia, vomito auto inducido,
o ambos (en un subgrupo de anoréxicos.)
Algunas pacientes con anorexia nerviosa nunca tienen
"hartazón" y son "restrictivas", a diferencia de los
anoréxicos bulímicos.
Las pacientes anoréxicas tienen un metabolismo basal
bajo, lo cual se supone que representa una reacción de adaptación la inanición.
En otros estudios el gasto calórico es excesivo. Los
resultados de otras pruebas de laboratorio tienden a ser inconstantes. Son
características las concentraciones normales o elevadas de cortisol en plasma,
en ritmo diurno normal. (los pacientes con pan hipopituitarismo o enfermedad de
Addison tienen concentraciones bajas de cortisol en plasma).
Como causas posibles de pérdida de peso hay que
considerar primero algunos trastornos, como enfermedades inflamatorias o
infección crónica.
La historia clínica cuidadosa suele señalar el
diagnóstico, eliminando la necesidad de estudios clínicos extensos y costosos.
Tratamiento.
La obstinación característica de los anoréxicos y su
capacidad para crear discordias entre los médicos y los familiares hacen
aconsejable que los anoréxicos sean atendidos en un hospital por un equipo con
experiencia en este tipo de trastornos.
El tratamiento se suele basar en un programa de
realimentación bajo un control muy estricto, en combinación con psicoterapeuta
individual o terapia familiar.
Si no se controla estrechamente la alimentación de los
pacientes, estos suelen esconder o tirar los alimentos. A veces se organizan un
sistema de premios: por cada kilogramo de peso que gana el paciente se le
conceden más privilegios, como recibir visitas o ver sus programas favoritos en
la televisión.
En caso de depresión clara o de otra enfermedad, puede
que haya que utilizar medicamentos. En las fases iniciales, la clorpromacina
suele calmar a los pacientes y permitir que ganen peso. Una vez que hayan
alcanzado un peso normal, los pacientes pueden tener necesidad de proseguir con
la psicoterapia durante meses o años.
Pronóstico.
Las relaciones son frecuentes cuando surge la más mínima
dificultad, y aproximadamente la mitad de los paciente hospitalizados siguen
teniendo síntomas durante muchos años. El 5-10% de los pacientes tratados en
los hospitales por padecer anorexia nerviosa mueren posteriormente por
inanición o suicidio.
Comentarios
Publicar un comentario