SINUSITIS. PERCY ZAPATA MENDO.
SINUSITIS
La
sinusitis, es una inflamación de los senos paranasales (cavidades huecas que se
localizan en los huesos que rodean a la nariz) debida a una alergia o a una
infección vírica, bacteriana o fúngica. Suele acompañarse de inflamación de la
mucosa nasal, por lo que muchas veces se la conoce como rinosinusitis.
Existen
cuatro tipos de senos paranasales: senos maxilares, senos etmoidales, senos
esfenoidales y senos frontales. El seno que se afecta con más frecuencia es el
seno maxilar, que es el seno que se localiza debajo de los pómulos.
En
la generalidad de los casos, las sinusitis son secundarias a una infección de
las vías respiratorias superiores causadas por un virus. Se estima que pueden
aparecer en el 5-10% de las infecciones respiratorias virales de los niños y en
el 1-2% de las infecciones de los adultos. Suelen resolverse espontáneamente en
siete días con un tratamiento sintomático. Sin embargo, en el 0,5-2% de las
ocasiones pueden complicarse con una sobreinfección bacteriana, lo que requiere
un tratamiento con antibióticos.
En
general, se considera que una sinusitis es aguda si dura menos de 4 semanas, si
dura de 4 a 12 semanas se le llama sinusitis subaguda, y si dura más de 12
semanas se le llama sinusitis crónica.
Causas de la sinusitis
Los
senos paranasales son habitualmente cavidades estériles, es decir en el que no
hay ningún microorganismo, o están colonizados por bacterias que no dan
patología. Esto se debe a que las secreciones producidas en el seno se mueven
continuamente por unos pequeños cilios que están en las células del epitelio
que recubre el seno y se drenan por un pequeño orificio a la cavidad nasal.
El
mecanismo por el cual se produce la sinusitis incluye tres factores:
·
La obstrucción
del orificio de salida del seno, por ejemplo por la inflamación de la mucosa
por una infección o una alergia, o cuando existe un pólipo nasal.
·
La reducción del
movimiento de los cilios que están en el epitelio que recubre los senos, y que
normalmente limpian los senos al movilizar las secreciones respiratorias. Esto
ocurre en algunas enfermedades de origen genético, como el Síndrome de
Kartagener, pero también por la exposición al tabaco, algunos medicamentos,
compuestos químicos, infecciones, alergias, etcétera.
·
El aumento de la
viscosidad de las secreciones que ocurre en algunas enfermedades como la
fibrosis quística.
Cuando
se producen uno o varios de estos factores, las secreciones se quedan retenidas
dentro del seno y se infectan, produciendo una sinusitis aguda. Cuando estos
factores no se resuelven, los síntomas pueden perdurar durante muchas semanas
dando lugar a una sinusitis crónica.
La
causa más frecuente de sinusitis son los virus, principalmente los rinovirus,
los adenovirus, y los virus influenza (el de la gripe) o para influenza entre
otros.
Entre
las bacterias, en el 70-80% de los casos se debe a Streptococcus pneumoniae
(neumococo), Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis. Le siguen las
sinusitis provocadas por la extensión de infecciones dentales causadas en
general por varias bacterias a la vez.
Existen
sinusitis adquiridas en los hospitales (que llamamos nosocomiales) causadas por
bacterias agresivas como Staphylococcus aureus, o lo que conocemos como bacilos
Gram negativos. Con menos frecuencia, en los hospitales se pueden adquirir
infecciones por hongos como Candida albicans.
Factores de riesgo de la sinusitis
Hay
ciertos factores que incrementan la posibilidad de padecer sinusitis.
Estos
son:
·
Edad: tanto las
personas jóvenes como las de la tercera edad son grupos más susceptibles de
presentar sinusitis.
·
Sexo: normalmente
las mujeres tienen más probabilidades de tener sinusitis que los hombres.
·
Factores
ambientales: como por ejemplo viajar a elevadas altitudes, o la contaminación
del aire.
·
Fumar: el
incremento de la posibilidad de padecer sinusitis se da tanto en fumadores
activos como en pasivos.
·
Ciertas
actividades: por ejemplo volar o nadar.
·
Por diversas
condiciones médicas, que aumentan la posibilidad de padecer sinusitis:
·
Haber padecido un
resfriado.
·
Ciertos
medicamentos, como el uso prolongado de aerosoles descongestionantes.
·
La obstrucción
nasal debida a:
¨
Anormalidades del
hueso facial.
¨
Tabique desviado.
¨
Paladar hendido.
¨
Pólipos.
¨
Tumor.
¨
Alergias.
¨
Enfermedades
crónicas, como por ejemplo:
¨
SIDA.
¨
Diabetes.
¨
Fibrosis
quística.
¨
Síndrome de
Kartagener
¨
Síndrome del
cilio inmóvil.
Tipos de sinusitis y síntomas
Hay
tres tipos diferentes de sinusitis: la bacteriana aguda, la crónica y la
fúngica:
v
Sinusitis bacteriana aguda
Los síntomas comprenden congestión nasal y dolor o
compresión sinusal, cuya localización depende del seno parasinusal que se
encuentre afectado. A continuación se describen las diferentes sintomatologías
según el seno paranasal que esté inflamado:
El dolor en el seno maxilar se percibe generalmente en
el pómulo o en la arcada dental superior, pudiendo producir dolor de dientes.
Aproximadamente la mitad de los enfermos con este tipo de sinusitis presenta
fiebre.
La sinusitis en el seno etmoidal provoca dolor entre y
detrás de los ojos.
El dolor del seno frontal se siente encima de las
cejas y en la frente.
El dolor del seno esfenoidal se da en la zona superior
del rostro.
La característica clínica más frecuente que se observa
en la sinusitis bacteriana es que los síntomas de resfriado persistan entre
siete y diez días. Normalmente, para el diagnóstico es muy útil la radiografía
sinusal en 3 proyecciones. También se puede usar la tomografía computarizada
del seno, ya que tiene mayor sensibilidad que la radiografía. Sin embargo, en
la mayoría de casos no hace falta realizar ninguna prueba de imagen para
diagnosticar una sinusitis aguda, pues basta con la historia clínica y la
exploración física para llegar a un diagnóstico.
v
Sinusitis bacteriana crónica
Esta se caracteriza por la permanencia de los síntomas
de inflamación durante tres meses o más. Los enfermos tienen una opresión
continua en el seno y congestión nasal, sobre todo por las mañanas. Muchos
pacientes notan una secreción nasal diferente a la normal (se vuelve espesa y
adquiere un tono verdoso).
La tomografía computarizada se suele recomendar en
todos los pacientes con sinusitis crónica, y deben evaluarse también las
posibles alergias e inmunodeficiencias. El estudio por el otorrinolaringólogo
es fundamental, ya que puede obtener información añadida con una endoscopia
nasal practicada en la consulta.
v
Sinusitis fúngica
Este tipo de sinusitis puede ser no invasora o
invasora. La no invasora afecta a pacientes inmunocompetentes, es crónica, y se
suele caracterizar por un moco excepcionalmente espeso. En esta afección la
masa de hongos presente en el seno puede provocar síntomas de obstrucción
aunque no llegue a invadir la mucosa.
La sinusitis fúngica invasora no afecta igual a los
pacientes inmunodeprimidos que a los inmunocompetentes. En los pacientes
inmunodeprimidos, la patología tiene una evolución aguda, con un curso muy
agresivo y mal pronóstico; mientras que en las personas inmunocompetentes es
una enfermedad lentamente progresiva.
Tratamiento de la sinusitis
El
tratamiento de la sinusitis bacteriana aguda debe dirigirse contra los
patógenos bacterianos más comunes. La elección del antibiótico depende mucho
del grado de resistencia de las bacterias a los antibióticos en cada país o
región. Como primera línea de tratamiento se puede usar amoxicilina,
claritromicia o azitromicina. En caso de que la evolución no sea buena, se usan
antibióticos de segunda línea como amoxicilina/clavulánico, cefuroxima,
levofloxacino, etcétera.
Los
casos de sinusitis causados por infecciones dentales requieren tratamientos
específicos frente a unas bacterias llamadas anaerobias que suelen estar
implicadas en este tipo de infecciones.
El
tratamiento de la sinusitis se administra durante una a dos semanas. En
ocasiones es preciso administrar los antibióticos por vía intravenosa a los
pacientes más graves y con síntomas de afectación general.
En
caso de sinusitis nosocomial (infección contraída en el hospital), los
patógenos más habituales son Staphylococcus aureus y los bacilos gramnegativos;
en estas circunstancias conviene practicar cultivos sinusales para guiar el
tratamiento. Inicialmente se aplica un tratamiento intravenoso de amplio
espectro, que se adaptará después a los resultados del cultivo.
En
los pacientes con sinusitis aguda grave, puede ser preciso realizar una
intervención quirúrgica para dilatar los orificios y drenar las secreciones
espesas, sobre todo si la enfermedad etmoidal o esfenoidal no responde al
tratamiento intravenoso inicial.
En
el caso de la sinusitis bacteriana crónica la necesidad de la
antibioticoterapia se debe evaluar de forma individual; los antibióticos deben
escogerse de acuerdo con los resultados del cultivo más reciente.
En
cuanto a las sinusitis fúngicas se tratan con la cirugía y el uso de fármacos anti
fúngicos.
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