INFECCIÓN DE LAS VÍAS URINARIA
INFECCIÓN DE LAS VÍAS URINARIA
La infección de las vías urinarias está provocada por
la invasión de microorganismos en el tracto urinario. Puede producirse por dos
vías diferentes:
1.
Por
el extremo inferior de las vías urinarias (abertura en la punta del pene o de
la uretra, según se trate de un hombre o de una mujer), que es el caso más
frecuente;
2.
O
bien a través del flujo sanguíneo, en cuyo caso la infección afecta
directamente a los riñones.
Las infecciones de las vías urinarias más habituales
son las producidas por bacterias, aunque también pueden presentarse a causa de
virus, hongos o parásitos. De muchas de ellas es responsable la bacteria
llamada Escherichia coli, que normalmente vive en el intestino. La infección de
orina o del tracto urinario son expresiones que engloban diferentes
enfermedades infecciosas (producidas por un microorganismo o germen) y que
afectan a cualquier parte del sistema urinario (riñón, uréteres, vejiga
urinaria o uretra).
¿Quiénes la pueden
padecer?
Cualquier anormalidad que provoque una obstrucción del
flujo de orina (piedras en el riñón, estructuras anómalas, etcétera,) puede
inducir a una infección urinaria.
·
Una
próstata dilatada puede frenar el flujo de orina, por lo que incrementa el
riesgo de infección.
·
Las
personas sometidas a exámenes mediante tubos o catéteres o que necesitan sondas
pueden desarrollar más fácilmente infecciones procedentes de dichos
instrumentos.
·
Los
mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia, así
como las que sufren una disminución del sistema nervioso, que les impide
controlar la vejiga a voluntad.
·
Por
otra parte, cualquier desorden que produzca una supresión en el sistema inmune
incrementa el riesgo de sufrir una infección urinaria, ya que este sistema es
el encargado de mantener a raya los microorganismos patógenos responsables de
las infecciones.
·
También
se dan en bebés nacidos con alguna deformación del tracto urinario, que a
menudo han de ser corregidos mediante cirugía.
Causas
La causa más frecuente en los varones, de infecciones
a repetición, es una infección bacteriana persistente en la próstata. Las
mujeres contraen con frecuencia infecciones de la vejiga después de una
relación sexual, probablemente porque la uretra ha sufrido contusiones durante
la misma. En casos muy particulares, las infecciones repetidas de la vejiga en
las mujeres son originadas por una conexión anómala entre ésta y la vagina.
Síntomas
El cuadro clínico puede variar en función de la zona
en la que se presente la infección. Estos son los síntomas más comunes de la
infección de orina:
·
Necesidad
urgente y frecuente de orinar.
·
Picazón
o quemazón en la uretra al orinar.
·
Enrojecimiento
de la vulva y picor vaginal (en las mujeres).
·
Dolor
al orinar y en las relaciones sexuales.
·
Color
turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina.
·
Aparición
de sangre en la orina.
·
Fiebre
y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los
riñones).
·
Vómitos
y náuseas.
·
Dolor
en el costado o espalda (indica infección en los riñones).
·
A
menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico y
muchos hombres sienten una dilatación del recto.
·
Estar
más irritable de lo normal.
Los síntomas infantiles, por su parte, pueden
confundirse con otros trastornos; además, los pequeños se encuentran ante la
dificultad de no saber expresar qué les pasa. No obstante, si un niño presenta
una infección urinaria puede manifestar los siguientes indicios:
·
Estar
más irritable de lo normal.
·
No
comer como lo hace normalmente.
·
Tener
fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.
·
No
poder aguantarse la orina.
·
Sufrir
alteraciones en su desarrollo.
·
Estar
más irritable de lo normal.
·
No
comer como lo hace normalmente.
·
Tener
fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.
·
No
poder aguantarse la orina.
·
Sufrir
alteraciones en su desarrollo.
Prevención
Seguir una dieta equilibrada y llevar un estilo de
vida saludable pueden ayudar a prevenir una infección urinaria; también es
recomendable no retener la orina y beber agua de forma habitual, al menos dos
litros diarios, ya que esto favorecerá la diuresis.
En el caso de las mujeres con menopausia, utilizar una
crema de estrógenos es eficaz a la hora de reducir las posibilidades de
contraer una cistitis.
Otros consejos específicos para reducir el riesgo de
cistitis en mujeres son:
·
Orinar
después de cada coito para eliminar posibles agentes infecciosos.
·
Evitar
la ducha vaginal como método para reducir la posibilidad de embarazo.
·
Cambiarse
el bañador después de cada baño y evitar el frío en la zona.
·
Tener
precaución con algunos preservativos, cremas espermicidas o el diafragma, ya
que no son recomendables para personas propensas a padecer infecciones
urinarias. En este caso, se aconseja acudir al especialista para adoptar un
método anticonceptivo diferente.
·
Utilizar
cremas lubricantes durante las relaciones sexuales: La irritación vaginal
postcoital es una causa muy frecuente de infección en la vejiga; el uso de
lubricantes es una forma eficaz de evitar el roce y, por lo tanto, posibles
infecciones.
En el caso de los bebés y niños, es importante cambiar
los pañales de forma frecuente, así como instruir a los niños en los hábitos
higiénicos que deben realizar después de haber orinado o defecado.
Referencia: dmedicina.com
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