Gingivitis
Gingivitis
Es
una forma frecuente y leve de enfermedad de las encías (enfermedad
periodontal), que causa irritación, enrojecimiento e hinchazón (inflamación) de
la parte de las encías que rodea la base de los dientes. Esta enfermedad puede
llevar a un cuadro mucho más grave, llamada “periodontitis” (inflamación e
infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes), y a
la pérdida de dientes.
La
causa más frecuente de la gingivitis es una mala higiene bucal. Los buenos
hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes al menos dos veces al
día, usar hilo dental a diario y realizarse controles dentales periódicos,
pueden ayudar a evitar o revertir la gingivitis.
1. Síntomas
Las
encías sanas son firmes y de color rosa pálido, y están bien sujetadas
alrededor de los dientes. Los signos y síntomas de la gingivitis comprenden:
·
Encías inflamadas
o hinchadas
·
Encías de color
rojo oscuro o violáceo
·
Encías que
sangran fácilmente cuando te cepillas los dientes o usas hilo dental
·
Mal aliento
·
Encías retraídas
·
Encías sensibles
2. Causas
La
causa más frecuente de la gingivitis es una higiene bucal deficiente que
favorece la formación de placa en los dientes, lo que causa inflamación del
tejido de las encías que los rodean. Así es cómo la placa puede causar
gingivitis:
La placa se forma en los dientes. La placa es una película pegajosa invisible que está
compuesta mayormente por bacterias y que se forma en los dientes cuando los
almidones y los azúcares de la comida interactúan con las bacterias que
normalmente se encuentran en la boca. La placa requiere una eliminación diaria
porque se vuelve a formar rápidamente.
La placa se convierte en sarro. La placa que queda en los dientes puede endurecerse
debajo de la línea de la encía y transformarse en sarro, el cual acumula bacterias.
El sarro dificulta la eliminación de la placa, crea una protección para las
bacterias y causa irritación a lo largo de la línea de la encía. Para eliminar
el sarro, necesitas realizarte una limpieza dental con un profesional.
Las encías se inflaman (gingivitis). Cuanto más tiempo permanezcan la placa y el sarro en
los dientes, mayor será la irritación de la parte de la encía que rodea la base
de los dientes, lo que causa inflamación. Con el tiempo, las encías se hinchan
y sangran con facilidad. También se pueden producir caries dentales. Si no se
trata, la gingivitis puede transformarse en periodontitis y, con el tiempo,
puede causar la pérdida de dientes.
3. Factores de
riesgo
La
gingivitis es común: cualquiera puede padecerla. Algunos de los factores que
pueden aumentar el riesgo de sufrir gingivitis son:
·
Malos hábitos de
cuidado bucal
·
Fumar o mascar
tabaco
·
Edad avanzada
·
Boca seca
·
Mala
alimentación, lo que incluye falta de vitamina C
·
Restauraciones
dentales que no están bien ajustadas o dientes torcidos que son difíciles de
limpiar
·
Enfermedades que
disminuyen la inmunidad, como la leucemia, el VIH/sida o el tratamiento
oncológico
·
Determinados
medicamentos, como la fenitoína, utilizada para las convulsiones epilépticas, y
algunos bloqueantes de los canales de calcio utilizados para la angina de
pecho, la presión arterial alta y otras enfermedades
·
Cambios
hormonales; por ejemplo, aquellos relacionados con el embarazo, el ciclo
menstrual o el uso de píldoras anticonceptivas
·
Genética
·
Enfermedades
tales como ciertas infecciones virales o por hongos
4. Complicaciones
La
gingivitis sin tratar puede transformarse en enfermedad de las encías y
extenderse al tejido y el hueso subyacentes (periodontitis), una enfermedad
mucho más grave que puede llevar a la pérdida de dientes.
Se
ha considerado que la inflamación crónica de las encías está asociada a algunas
enfermedades sistémicas, como la enfermedad respiratoria, la diabetes, la
enfermedad de las arterias coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la
artritis reumatoide. Algunos estudios sugieren que las bacterias responsables
de la periodontitis pueden ingresar en el torrente sanguíneo a través del
tejido de las encías y pueden afectar el corazón, los pulmones y otras partes
del cuerpo. No obstante, se necesitan más estudios para confirmar esta
asociación.
La
boca de trinchera, también conocida como “gingivitis ulcerativa necrotizante”,
es una forma grave de gingivitis que causa úlceras y sangrado en las encías,
con infecciones y dolor. Si bien la boca de trinchera hoy en día es poco común
en los países desarrollados, sí es frecuente en los países en desarrollo que
tienen mala alimentación y malas condiciones de vida.
5. Tratamiento
El
tratamiento inmediato, por lo general, revierte los síntomas de la gingivitis y
previene el desarrollo de enfermedades más graves de las encías y la pérdida de
dientes. Tendrás más posibilidades de obtener buenos resultados con el
tratamiento si también adoptas una rutina diaria de buen cuidado bucal y dejas
de consumir tabaco.
La
atención profesional de la gingivitis consiste en:
Limpiezas dentales con un profesional. La primera limpieza profesional consistirá en la
eliminación de todos los restos de placa, sarro y productos bacterianos (un
procedimiento denominado “raspado y alisado radicular”). El raspado elimina el
sarro y las bacterias de la superficie de los dientes y debajo de las encías.
El alisado radicular elimina los productos bacterianos producidos por la
inflamación, suaviza la superficie de las raíces —lo que evita futuras
acumulaciones de sarro y bacterias— y facilita la curación adecuada. Este
procedimiento se puede realizar con instrumentos, un láser o un dispositivo
ultrasónico.
Restauración dental si es necesaria. Los dientes desalineados o las coronas, los puentes y
otras restauraciones dentales con ajuste deficiente pueden irritar las encías y
dificultar la eliminación de placa durante el cuidado bucal diario. Si existen
problemas con los dientes o las restauraciones dentales que contribuyen a
causar la gingivitis, tu dentista puede recomendarte arreglar estos problemas.
Atención continua. A menudo, la gingivitis se cura después de una
limpieza profesional profunda, siempre que continúes con una buena higiene
bucal en tu hogar. El dentista te ayudará a planificar un programa efectivo de
cuidados en el hogar y a elaborar un cronograma de controles y limpiezas
profesionales periódicos.
Si
eres constante con la higiene bucal en el hogar, notarás que en días o semanas
volverás a ver el tejido rosado y saludable de las encías.
Fuente: Clínica Mayo.
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