Glaucoma
Glaucoma
El
glaucoma es un grupo de enfermedades del ojo que dañan el nervio óptico, el
cual es vital para la buena visión. El daño es a menudo causado por la presión
anormalmente alta en tu ojo.
1. Síntomas
Los
signos y síntomas del glaucoma pueden variar según el tipo y el estadio de la
enfermedad. Por ejemplo:
Glaucoma de ángulo abierto
·
Puntos ciegos
dispersos en la visión lateral (periférica) o central, con frecuencia en ambos
ojos
·
Visión de túnel
en las etapas avanzadas
Glaucoma de ángulo cerrado agudo
·
Dolor intenso de
cabeza
·
Dolor de ojos
·
Náuseas y vómitos
·
Visión borrosa
·
Halos alrededor
de las luces
·
Enrojecimiento de
los ojos
Si
no se trata, el glaucoma, con el tiempo, provocará ceguera. Incluso con
tratamiento, alrededor del 15 por ciento de las personas que padecen glaucoma
tienen ceguera en, al menos, un ojo dentro de los 20 años.
2. Causas
El
glaucoma es el resultado de un daño al nervio óptico. A medida que este nervio
se deteriora gradualmente, aparecen puntos ciegos en el campo visual. Por
motivos que los médicos no comprenden en su totalidad, esa lesión a los nervios
suele relacionarse con un aumento de presión en el ojo.
La
presión ocular elevada se debe a una acumulación de líquido (humor acuoso) que
fluye en el ojo. Por lo general, el líquido drena hacia la parte frontal del
ojo (cavidad anterior) a través del tejido (malla trabecular) en el ángulo en
el que se juntan el iris y la córnea. Cuando se produce un exceso de líquido o
el sistema de drenaje no funciona de manera correcta, el líquido no puede salir
con su velocidad normal y la presión se acumula.
El
glaucoma suele ser hereditario. En algunas personas, los científicos
identificaron genes relacionados con presión ocular alta y con una lesión a los
nervios ópticos.
Los
tipos de glaucoma son los siguientes:
Glaucoma de ángulo abierto
El
glaucoma de ángulo abierto es la forma más frecuente de la enfermedad. El
ángulo de drenaje que forman la córnea y el iris permanece abierto, pero la
malla trabecular se bloquea de manera parcial. Esto hace que la presión del ojo
aumente gradualmente. Esa presión daña el nervio óptico. Sucede de modo tan
lento que es posible que pierdas la vista antes de darte cuenta de que hay
algún problema.
Glaucoma de ángulo cerrado
El
glaucoma de ángulo cerrado, aparece cuando el iris crece hacia adelante hasta
estrechar o bloquear el ángulo de drenaje que forman la córnea y el iris. En
consecuencia, el líquido no puede circular en el ojo y la presión aumenta.
Algunas personas tienen ángulos de drenaje estrechos, por lo cual corren un
riesgo mayor de padecer glaucoma de ángulo cerrado.
El
glaucoma de ángulo cerrado puede manifestarse de repente (glaucoma de ángulo
cerrado agudo) o en forma gradual (glaucoma de ángulo cerrado crónico). El
glaucoma de ángulo agudo es una emergencia médica. Puede desencadenarse por una
dilatación repentina de las pupilas.
Glaucoma de tensión normal
En
el glaucoma de tensión normal, el nervio óptico se lesiona, aunque la presión
ocular se mantiene en sus niveles normales. Nadie conoce el motivo exacto de
esta enfermedad. Es posible que tu nervio óptico sea sensible o que tengas un
menor suministro de sangre hacia el nervio óptico. Este flujo sanguíneo
limitado puede ser producto de la ateroesclerosis —acumulación de depósitos
grasos (placas) en las arterias— u otras enfermedades que afectan la
circulación.
Glaucoma en niños
Es
posible que los bebés y los niños tengan glaucoma. Puede ser congénito o
manifestarse en los primeros años de vida. La lesión al nervio óptico puede
deberse a bloqueos en el drenaje o a una enfermedad no diagnosticada.
Glaucoma pigmentario
En
el glaucoma pigmentario, se acumulan gránulos de pigmento del iris en los
canales de drenaje que retardan o bloquean la salida del líquido del ojo. En
ocasiones, algunas actividades, como trotar, remueven los gránulos de pigmento
y hacen que se depositen en la malla trabecular, lo cual produce aumentos de
presión intermitentes.
3. Factores de
riesgo
Debido
a que las formas crónicas del glaucoma pueden destruir la vista antes de que se
presenten signos y síntomas, debes tener en cuenta estos factores de riesgo:
·
Tener presión
ocular interna alta (presión intraocular)
·
Ser mayor de 60
años
·
Ser afroamericano
o hispano
·
Tener
antecedentes familiares de esta enfermedad
·
Tener
determinadas enfermedades, como diabetes, alguna enfermedad cardíaca, presión
arterial alta y anemia de células falciformes
·
Tener ciertas
enfermedades oculares, como miopía
·
Haber tenido una
lesión ocular o haberte sometido a ciertos tipos de cirugía ocular
·
Tener
insuficiencia temprana de estrógenos, como la que puede ocurrir después de la
extirpación de ambos ovarios (ooforectomía bilateral) antes de los 43 años
·
Tomar
medicamentos con cortico esteroide, sobre todo gotas para los ojos, durante
mucho tiempo
4. Análisis y
diagnósticos
El
médico revisará tu historia clínica y realizará un examen ocular exhaustivo. Es
posible que realice diversas pruebas, entre ellas:
·
Medir la presión
intraocular (tonometría)
·
Análisis para la
detección de lesión a los nervios ópticos
·
Verificar las
regiones donde haya pérdida de la visión (prueba del campo visual)
·
Medir el espesor
de la córnea (paquimetría)
·
Examinar el
ángulo de drenaje (gonioscopia)
5. Tratamientos
El
daño provocado por el glaucoma no se puede revertir. Pero con tratamiento y
controles regulares, se puede disminuir o prevenir la pérdida de la vista, en
especial, si se trata la enfermedad en el estadio inicial.
El
objetivo del tratamiento para el glaucoma es reducir la presión del ojo
(presión intraocular). Según la situación, algunas opciones pueden ser gotas
para los ojos, tratamiento o cirugía láser.
Gotas para los ojos
El
tratamiento del glaucoma suele comenzar con gotas recetadas para los ojos.
Pueden ayudar a disminuir la presión ocular y a mejorar el drenaje del líquido
del ojo o a disminuir la cantidad de líquido que produce el ojo.
Algunas
gotas para los ojos recetadas son:
Prostaglandinas. Aumentan el flujo del líquido en el ojo (humor
acuoso) y reducen la presión en el ojo. Algunos ejemplos son latanoprost y
bimatoprost. Algunos efectos secundarios posibles son enrojecimiento leve y
picazón en los ojos, oscurecimiento del iris, cambios en el pigmento de las
pestañas o la piel de los párpados y visión borrosa.
Betabloqueantes. Reducen la producción de líquido en el ojo y, por lo
tanto, disminuyen la presión del ojo (presión intraocular). Algunos ejemplos son
timolol y betaxolol. Los efectos
secundarios posibles comprenden dificultad para respirar, disminución de la
frecuencia cardíaca, presión arterial baja, impotencia y fatiga.
Agonistas alfa adrenérgicos. Reducen la producción de humor acuoso y aumentan el
flujo de líquido en el ojo. Algunos ejemplos son apraclonidina y brimonidina.
Los efectos secundarios posibles comprenden frecuencia cardíaca irregular;
presión arterial alta; fatiga; ojos rojos, irritados o inflamados; y boca seca.
Inhibidores de la anhidrasa carbónica. Estos medicamentos, que rara vez se usan para tratar
el glaucoma, podrían reducir la producción de líquido en el ojo. Algunos ejemplos
son dorzolamida y brinzolamida. Los efectos secundarios posibles comprenden un
sabor metálico, necesidad de orinar a menudo y hormigueo en los dedos de las
manos y de los pies.
Agentes mióticos y colinérgicos. Incrementan el flujo de líquido del ojo. Un ejemplo
es la pilocarpina. Algunos efectos secundarios son pupilas más pequeñas,
posible visión borrosa o disminuida y miopía.
Medicamentos orales
Si
las gotas para los ojos solas no disminuyen la presión ocular hasta el nivel
deseado, es posible que el médico te recete un medicamento oral, generalmente,
un inhibidor de la anhidrasa carbónica. Los efectos secundarios posibles
comprenden necesidad de orinar a menudo, hormigueo en los dedos de las manos y
de los pies, depresión, malestar estomacal y cálculos renales.
Cirugía y otras terapias
Otras
opciones de tratamiento comprenden terapia láser y varios procedimientos
quirúrgicos. Las complicaciones posibles son dolor, enrojecimiento, infección,
inflamación, sangrado, presión ocular anormalmente alta o baja y pérdida de la
visión. Algunos tipos de cirugía de ojos pueden acelerar el desarrollo de
cataratas.
Tendrás
que ver al médico para realizarte los exámenes de seguimiento. Y es posible
que, con el tiempo, tengas que someterte a otros procedimientos si la presión
ocular comienza a aumentar o si aparecen otros cambios en el ojo.
Las
siguientes técnicas tienen el objetivo de mejorar el drenaje de líquido dentro
del ojo, lo cual disminuye la presión:
Terapia láser. La trabeculoplastia láser es una opción para las
personas que padecen glaucoma de ángulo abierto. Se realiza en el consultorio
del médico. El médico usa un rayo láser para abrir los canales obstruidos en la
malla trabecular. Es posible que pasen unas semanas antes de que se pueda notar
el efecto total de este procedimiento.
Cirugía de filtración. Con este procedimiento quirúrgico llamado “trabeculectomía”,
el cirujano hace un orificio en la parte blanca del ojo (esclerótica) y extrae
parte de la malla trabecular.
Tubos de drenaje. En este procedimiento, el cirujano de ojos inserta un
pequeño tubo en el ojo.
Electro
cauterización. El médico podría sugerir un procedimiento mínimamente invasivo
para extraer tejido de la malla trabecular con un pequeño dispositivo de electro
cauterización llamado “Trabectome”.
Tratamiento para el glaucoma de ángulo
cerrado
El
glaucoma de ángulo cerrado constituye una emergencia médica. Si te diagnostican
esta enfermedad, necesitarás un tratamiento de emergencia para reducir la
presión en el ojo. Por lo general, se necesitan tanto medicamentos como
terapias con láser u otros procedimientos quirúrgicos.
Es
posible que tengas que someterte a una iridectomía periférica láser, a través
de la cual el médico crea un pequeño orificio en el iris con un láser. Esto
permite que el líquido (humor acuoso) fluya, lo cual alivia la presión ocular.
Terapias nuevas
Los
investigadores están evaluando la efectividad de los nuevos medicamentos, los
métodos de entrega de medicamentos, los procedimientos y los dispositivos
quirúrgicos (iStent u otros).
6. Prevención
Es
posible que no puedas prevenir el glaucoma. Pero estas medidas de cuidado
personal pueden ayudarte a detectarlo en las etapas iniciales, limitar la
pérdida de la vista o retrasar su progreso.
Obtén atención ocular periódicamente. Los exámenes oculares exhaustivos periódicos pueden
ayudar a detectar el glaucoma en sus etapas iniciales, antes de que produzca
daños irreversibles. Como regla general, realízate exámenes oculares
exhaustivos cada cuatro años a partir de los 40 y cada dos años a partir de los
65. Es posible que debas hacerte análisis más frecuentes si tienes un riesgo
alto de padecer glaucoma. Pídele al médico que te recomiende un programa de
análisis adecuado para ti.
Conoce los antecedentes de salud ocular
de tu familia. El glaucoma suele ser
hereditario. Si tienes un riesgo mayor, tal vez necesites análisis más
frecuentes.
Haz
ejercicio de manera segura. El ejercicio periódico y moderado puede ayudarte a
prevenir el glaucoma, ya que reduce la presión ocular. Habla con el médico
sobre un programa adecuado de ejercicios.
Usa gotas para los ojos recetadas
periódicamente. Las gotas para el
glaucoma pueden reducir considerablemente el riesgo de que la presión ocular
alta progrese hasta convertirse en glaucoma. Para que sean eficaces, debes usar
las gotas recetadas por tu médico periódicamente, incluso cuando no tienes
síntomas.
Usa protección para los ojos. Las lesiones oculares graves pueden producir
glaucoma. Usa protección para los ojos cuando trabajas con herramientas eléctricas
o practicas deportes de alta velocidad con raqueta en canchas cerradas.
Fuente: Clínica Mayo.
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