SARAMPION. PERCY ZAPATA MENDO.

Sarampión

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una infección viral muy contagiosa, que produce diversos síntomas y una erupción característica.


¿Cómo se contagia?

El sarampión se contagia principalmente al inhalar aerosoles (gotas microscópicas en suspensión) de una persona infectada , tras haber sido expulsadas por la tos. Una persona con el virus del sarampión puede contagiar desde 2 a 4 días antes de que la erupción aparece y hasta que la erupción desaparece.


¿Qué síntomas produce?

Los síntomas del sarampión comienzan aproximadamente entre los 7 y los 14 días después de la infección. Una persona infectada empieza presentando fiebre, congestión nasal, irritación de la garganta, tos seca y presenta enrojecimiento de los ojos. Aparecen diminutas manchas blancas (manchas de Koplik). Al cabo de 3 a 5 días después de empezar los síntomas aparece una erupción con ligera comezón, adelante y abajo de las orejas y a los lados del cuello, que adopta el aspecto de superficies irregulares, planas y rojas que pronto comienzan a hincharse. En uno o dos días se extiende hacia el tronco, los brazos y las piernas, mientras empieza a desaparecer de la cara.


En el momento más intenso de la enfermedad, la persona se siente muy enferma, la erupción es intensa y la fiebre puede superar los 40° C. Al cabo de 3 a 5 días, la temperatura disminuye, el enfermo comienza a sentirse mejor, y cualquier mancha restante desaparece rápidamente.

¿Puede tener complicaciones?

En los niños sanos y bien nutridos, el sarampión raramente es grave. Sin embargo, el proceso puede complicarse con infecciones bacterianas como una neumonía (sobre todo en los bebés) o una infección en el oído medio.


La infección cerebral (encefalitis) es una complicación que afecta a uno de cada 1,000 ó 2,000 casos. En casos graves puede producirse panencefalitis esclerosante subaguda (una grave complicación del sarampión) meses o años más tarde, la cual provoca daño cerebral.

Grupos de riesgo

El sarampión puede ser más serio en los adultos que en los niños. Algunos adultos pueden tener un riesgo más elevado que otros. Entre ellos, se encuentran:


Estudiantes

Inmigrantes

Personas que viajan a diferentes países

Refugiados

Trabajadores de la salud

Niñeras y maestras de jardín de niños

Personal militar

Prevención

Existen vacunas eficaces, seguras y bien toleradas que protegen contra el sarampión. Su médico es quién mejor le puede orientar sobre la conveniencia y uso apropiado de estas vacunas

Antes de que la vacuna fuese ampliamente utilizada, se presentaban epidemias de sarampión cada 2 a 3 años, particularmente en niños en edad escolar y preescolar, con pequeños brotes localizados en los años intermedios.


En la actualidad, los brotes suelen producirse en adolescentes y adultos jóvenes que no han sido inmunizados y en bebés demasiado pequeños para ser vacunados (es decir, menores de 12 meses de edad).


La mujer que ha tenido sarampión transmite la inmunidad (en forma de anticuerpos) a su hijo; esta inmunidad dura casi todo el primer año de vida. Después del primer año, sin embargo, la susceptibilidad al sarampión es alta.


La infección por sarampión inmuniza a la persona de por vida.

Tratamiento

Un niño con sarampión siempre debe mantenerse en ambientes cálidos y confortables . Si aparece fiebre o una infección bacteriana secundaria, el médico atenderá estas condiciones.


FUENTE: msd.com.pe

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